Argentinos protestan contra los gastos generados por el G20 | El Nuevo Siglo
Anadolu
Viernes, 30 de Noviembre de 2018
Agencia Anadolu

Más de 100 organizaciones se manifestaron este viernes, durante el inicio de la cumbre del G20, el foro de deliberación política y económica en la que se reúnen los jefes de Estado de las principales economías del mundo.

La movilización fue convocada principalmente en contra de las políticas que lleva adelante el gobierno que preside Mauricio Macri.

Además de reprobar la presencia de los jefes de Estado en el país, uno de los objetivos principales fue rechazar el dinero gastado para la organización de la cumbre, que contrasta con la crisis económica que atraviesa el país.

Se estima que el gobierno argentino destinó más de 100 millones de dólares para la organización integral del G20, una cifra significativa si se tienen en cuenta la devaluación que sufrió la moneda argentina este año y los altos índices de inflación, pobreza y desempleo.

El espacio llamado Confluencia Fuera G20-FMI, que reúne a organizaciones sociales y de derechos humanos, sindicatos y partidos de izquierda, convocó a una “Semana de Acción contra el G20 y el FMI”, la cual culminó con la manifestación principal de este viernes.

Durante una semana cargada de protestas y contracumbre, el Gobierno fue informado de que en total se hicieron 33 manifestaciones y eventos culturales en contra del G20, por lo que la marcha masiva de este viernes no será la única sino la más importante.

Por esa razón, el G20 se desarrolla en medio de un clima tenso. De hecho, como parte de la incertidumbre que se generó alrededor de la marcha, funcionarios del gobierno intentaron, sin éxito, negociar con referentes de las organizaciones.

El antecedente más próximo, la cumbre de Hamburgo en julio de 2017, terminó con más de 400 detenidos, por lo que las tensiones entre quienes deben garantizar la seguridad y quienes reclaman su derecho a manifestarse no es algo que sorprenda.

Del dinero gastado, poco más de USD 40 millones de dólares, fue invertido en los ministerios de Defensa y Seguridad para prevenir incidentes. Más de 20.000 efectivos trabajan en el operativo de seguridad que “blinda” la ciudad de Buenos Aires.

Además, hay importantes restricciones en la circulación: se interrumpieron los servicios de trenes y metro, no funciona el puerto de Buenos Aires, los aeropuertos solo funcionan para las delegaciones extranjeras que asisten a la cumbre (con excepción del Aeropuerto Internacional de Ezeiza) e incluso los buses que habitualmente recorren las zonas de exclusión han recortado sus itinerarios.

No parece algo ilógico si se tienen en cuenta los frecuentes disturbios violentos sufridos en la ciudad porteña en los últimos meses. Esto se suma a los intentos de atentados fallidos con explosivos, las eventuales amenazas de bomba que ocurren en cada cumbre y la detención de personas sospechosas de estar relacionadas con el grupo Hezbolá.

Movilizarse por la ciudad de Buenos Aires será un poco complicado, al menos hasta el próximo domingo, cuando haya finalizado el primer G20 organizado en Latinoamérica.