EL MATRIMONIO homosexual polariza a Costa Rica de cara al balotaje del 1°de abril, en el que dos candidatos a presidente con posiciones antagónicas siguen codo a codo en las encuestas, en medio de denuncias de un incremento de agresiones a los gays.
El predicador evangélico Fabricio Alvarado, postulado por el conservador partido Restauración Nacional, surgió en las intenciones de voto con un discurso de rechazo al matrimonio homosexual, hasta ser el candidato más votado en la primera vuelta del 4 de febrero.
Enfrenta en el balotaje a Carlos Alvarado, del gobernante Partido Acción Ciudadana, de centro izquierda, quien se ha manifestado a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo.
Una encuesta publicada la semana pasada por el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP), con margen de error de 3,6%, puso en evidencia un empate técnico con 45% de intenciones de voto para el predicador y 42% para Carlos Alvarado.
Tras la primera vuelta, una veintena de escuelas y colegios fueron bloqueados por padres de familia, que usaron cadenas y candados para impedir el acceso de los alumnos en una protesta contra un programa de educación sexual.
En una de las manifestaciones, una madre de familia invocó la Biblia para pedir la muerte de los homosexuales.
Entre tanto, el Frente por los Derechos Igualitarios (FDI), que documenta las agresiones homofóbicas, reveló que del 5 al 16 de febrero se registraron en su sistema 33 ataques de este tipo, de los cuales inicialmente pudieron verificar 18. De ellos, 11 son agresiones verbales, cuatro físicos y tres son intentos de agresión, detalló Michelle Jones, del FDI.
Previamente, el grupo registraba en sus redes sociales uno o dos ataques por semana contra homosexuales o simpatizantes.
"Siempre han existido denuncias de agresiones pero no tan seguido, definitivamente está pasando con más frecuencia", dijo Jones a AFP.
Frente a las denuncias, el candidato evangélico advirtió a sus seguidores que "seré el primero en denunciar cualquier tipo de acto de discriminación, cualquier insulto, cualquier amenaza".
"Quiero que sepan, costarricenses, ese no es el discurso que nosotros promovemos, y que no podemos apoyar ni aprobar ningún tipo de manifestación violenta o de odio como se han estado dando", expresó Fabricio Alvarado en un video divulgado en sus redes sociales.
La Defensoría de los Habitantes alertó sobre la proliferación de manifestaciones de odio en las calles y redes sociales.
"La Defensoría recibió, esta semana, información (...) que da cuenta de casos de agresión verbal y física a personas LGBTI, con un incremento desproporcionado desde el día de las elecciones. Asimismo, se han recibido reportes a través de redes sociales de presuntos casos de violencia contra ese colectivo", señaló el organismo público en un comunicado.
El tema de la diversidad sexual se convirtió en el centro de la campaña electoral luego de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) se pronunció el 9 de enero a favor del matrimonio homosexual y llamó a los países miembros del organismo a darles los mismos derechos que a las parejas heterosexuales.
Fabricio Alvarado capitalizó el sentimiento contrario a esa opinión al proponer el retiro de Costa Rica de la CorteIDH, con lo que pasó de un candidato marginal en las elecciones al más votado.
"Hablar de un tema tan importante antes de las elecciones pudo haber tenido un efecto en el discurso que se está manejando ahora. Realmente lo que se necesita es hablar de igualdad, explicar que estas decisiones se basan en el derecho internacional", comentó Jones, del FDI.
En el caso de la educación sexual, los padres opuestos cerraron varias escuelas durante la primera semana del ciclo lectivo, con mensajes de "a mis hijos los educo yo".
En redes sociales, activistas conservadores alertaron de que las guías de educación sexual promueven el homosexualismo, algo que el gobierno negó.
"Es muy grave que se esté diciendo que los programas promueven la homosexualización, es inaceptable que circulen esas falsedades", lamentó la ministra de Educación, Sonia Marta Mora.