Bolsonaro y Haddad, a segunda vuelta en Brasil | El Nuevo Siglo
Foto AFP.
Domingo, 7 de Octubre de 2018
Redacción internacional con AFP

El ultraderechista Jair Bolsonaro ganó por amplio margen la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil, pero deberá medirse con el izquierdista Fernando Haddad el 28 de octubre.

Con 99% de los votos escrutados, Bolsonaro, un excapitán del Ejército de 63 años, obtuvo el 46,16% de los votos, frente al 29% de Haddad, designado como candidato del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) por el encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

 

Alivio en el PT 

Por la red social Facebook, donde ha solido hacer sus apariciones públicas tras desafiar a los medios, Bolsonaro dijo que “no va a ser fácil la segunda vuelta, tienen miles de millones para gastar” y le exigió “el tribunal electoral soluciones. Si tuviéramos confianza en el voto electrónico ya tendríamos el nombre del futuro Presidente en el día de hoy”.

En un hotel en el centro de Sao Paulo, por su parte, Haddad dio una conferencia de prensa, se escucharon gritos de júbilo y alivio al divulgarse los sondeos. “Queremos unir a los demócratas de Brasil. Queremos un proyecto amplio para Brasil, profundamente democrático, que busque de forma incansable la justicia social”, expresó Haddad, de 55 años.

Las próximas tres semanas deben poner a prueba la resistencia del candidato, que estuvo al borde la muerte tras recibir el 6 de septiembre una puñalada en el abdomen en un mitin. 

También lo pone ante la obligación de conquistar aliados, pese a su alto índice de rechazo por sus propuestas de armar a la población para combatir la delincuencia, sus declaraciones misóginas, homófobas y racistas y su justificación de la tortura durante la dictadura militar (1964-1985).

“Apoyo a Bolsonaro porque nuestro país precisa un shock de orden y él es el único hombre capaz de hacer eso por Brasil”, dijo a la AFP Lourdes Azevedo, de 77 años, pedagoga jubilada. El resultado “es un poco decepcionante. Esperábamos ganar en primera vuelta. Ahora es más difícil. La segunda vuelta es un riesgo”, agregó.

Haddad empezó a tender puentes con otros candidatos. La clave para que se acerque a los porcentajes de Bolsonaro reside en el centroizquierdista Ciro Gomes, del Partido Democrático Trabalhista (PDT), que fue ministro de Integración Nacional de Lula y consiguió más del 12% de los votos.

Haddad recordó que como ministro de Educación de Lula trabajó junto a la ecologista Marina Silva y el centroderechista Henrique Meirelles, quien presidió durante esa época el Banco Central. Ambos obtuvieron en torno a 1% de los votos, que a la hora de sumar pueden ser importantes.

Gomes, en declaraciones a la prensa, dijo que discutiría con los líderes del PDT la posición en la segunda vuelta, pero adelantó ya un posible apoyo: “Haré lo que hice toda mi vida, que es luchar por la democracia y contra el fascismo”.

Bolsonaro y Haddad son los vencedores y al mismo tiempo los candidatos con mayor índice de rechazo.

Haddad, un exalcalde de Sao Paulo poco conocido en otras regiones, heredó una buena parte del electorado de Lula, sobre todo entre la población pobre que mejoró sus condiciones de vida bajo su gobierno (2003-2011).

Pero también heredó el odio que Lula inspira entre quienes le reprochan los escándalos de corrupción revelados por la Operación Lava Jato y la crisis económica en la que se sumió el país bajo el mandato de su heredera política Dilma Rousseff, destituida por el Congreso en 2016.

 

¿Qué propone Boslsonaro?

Defensor de la familia tradicional, de Dios y del porte de armas: el diputado ultra-derechista Jair Bolsonaro sobrevivió a una puñalada y a su propia trayectoria gris para vencer con autoridad la primera vuelta de las presidenciales de Brasil.

A menudo apodado 'el Donald Trump brasileño', este excapitán del Ejército, de 63 años, ha impulsado su campaña a través de las redes sociales, con un discurso antisistema en un país en crisis política, económica y de seguridad.

Bolsonaro se hizo más conocido por su retórica inflamada y sus comentarios de tintes homofóbicos, misóginos y racistas que por su labor de casi tres décadas como diputado, en las que logró hacer aprobar solo dos proyectos.

Sus más ardientes partidarios lo llaman “el mito” y lo ven como un “salvador de la patria”. En un país saturado por los escándalos de corrupción y con altos índices de violencia y desempleo, su discurso “antisistema” encontró respaldo en las más diversas camadas sociales.

“Bolsonaro surfea en la crisis y se presenta como un outsider contra 'todo lo que está ahí'. Hace un amalgama de discurso profamilia, religioso y de combate a la violencia y a la corrupción. Las encuestas demuestran el éxito de esa estrategia”, opina el analista político André César, de la consultora Hold.

 

El centro y las alianzas

Durante la campaña, Haddad “se olvidó mucho del centro, que es fundamental. Sin el centro no se gana una elección y menos aún se gobierna, entonces precisa esos apoyos ya. Son tres semanas, una campaña cortísima, y más aún tiene que pensar en la gobernabilidad, estableciendo compromisos con esos sectores”, explicó a la AFP André César, de la consultora Hold en Brasilia.

Bolsonaro, por su parte, recibió en la última semana apoyos de poderosos sectores, como los ruralistas y las iglesias evangélicas con los que tejió alianzas. 

Pero debe lidiar con un historial de declaraciones racistas, misóginas y homófobas y con sus justificaciones de la tortura durante la dictadura militar (1964-1985), que le valieron un amplio rechazo de mujeres y de las minorías.