Se trata de la mayor incautación de cocaína de la historia carioca. Las autoridades investigan el hecho.

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En la madrugada de este viernes fueron incautadas cerca de 1,5 toneladas de cocaína pura, en una operación conjunta de la Policía Federal, la Policía Civil y la Receta Federal (que realiza el control aduanero).

La cocaína estaba escondida en contenedores en el puerto de Río de Janeiro y aún no se conoce ni el origen ni el destino del cargamento. Las fuerzas de seguridad también desconocen si hay carteles extranjeros involucrados.

Este hecho será investigado por la Comisaría de Represión a Estupefacientes de la Policía.

Los agentes utilizaron aparatos de rayos X y perros rastreadores con el objetivo de localizar, además de la droga, armas de fuego y municiones en los cargamentos que estaban en tránsito en el puerto.

La cocaína incautada estaba distribuida en 48 maletas y bolsos en el fondo de dos contenedores, y llegó a la ciudad el pasado 28 de febrero. 

La incautación es considerada como una de las mayores realizadas en la historia de Río. 

“Creemos que se trata de la mayor incautación de cocaína de la historia de Río de Janeiro y una de las mayores de Brasil”, explicó Fabricio Oliveira, jefe de policía de la ciudad. 

Los investigadores creen que el uso del puerto sería una manera de buscar una nueva ruta cuando los criminales identifican que hay mucha fiscalización en otros puntos. 

“Observamos que, en general, el contrabandista busca desplazarse conforme la fiscalización se vuelve más efectiva. En el Puerto de Santos (en el estado de São Paulo) se produjeron aprehensiones de gran volumen; entonces ellos probaron suerte en Río de Janeiro, pero creo que no han tenido mucho éxito”, explica José Francisco Pereira, de la Receta Federal.

Control en las favelas

La incautación se realizó el mismo día en el que el Ejército brasileño patrullaba en helicópteros las zonas del Complexo do Alemão (con 69.000 habitantes) y el Complexo da Peña (35.000 habitantes), dos de las mayores favelas de Río y puntos clave del narcotráfico. 

El objetivo de esa operación era detectar los posibles accesos y rutas de fuga de los narcotraficantes para una futura acción coordinada por el interventor federal en Río, el general Walter Braga Netto, después de que el presidente Michel Temer decretara la intervención de los militares en la seguridad pública de la ciudad.

Los narcotraficantes fueron expulsados de la región en 2010, pero retomaron el comercio de drogas en las favelas locales, por lo que desde hace tres años -cuando la crisis financiera golpeó el país- se intensificaron los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

En la última semana, la Policía ha realizado operaciones puntuales en las favelas con el apoyo de soldados del Ejército.