Brexit, ¿un modelo pierde-pierde? | El Nuevo Siglo
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Viernes, 6 de Septiembre de 2019
Redacción internacional con AFP

Para algunos analistas internacionales, la salida del Reino Unido de la Unión Europea afectará a todos los actores

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El ‘matrimonio’ entre la Unión Europea (UE) y el Reino Unido podría terminar o quedar parcialmente afectado.

Ambas partes buscan adoptar decisiones estratégicas para no perder tanto. No obstante, ese modelo de negociación en este momento es un “pierde-pierde” donde todos van a sentir sus efectos.

Esta fue una de las conclusiones de la charla académica “El impacto del Brexit en las relaciones económicas con América Latina”, que organizó la Universidad Central, de Bogotá, y en la que participaron los analistas internacionales Alí Smida y Fabien Cadet, profesores de la Universidad de la Sorbona.

Smida y Cadet, que presiden e integran, respectivamente, la Asociación Internacional e Interdisciplinaria de la Decisión (A2ID), compartieron su mirada académica sobre la noticia política y económica del momento en el mundo: la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

El profesor Cadet aseguró que el actual momento es crucial, por cuanto el modelo con el que se busca resolver una decisión política, como el referendo que ordenó la salida del país del acuerdo de la UE está basado en el “pierde-pierde” y no en el “gana-gana”, que es el utilizado para las estrategias y negociaciones.

El analista indicó que, pese a estudios de universidades internacionales que refieren que la salida del Reino Unido de la UE no golpeará en mayor medida las economías de América Latina, sí habrá efectos directos.

“El Brexit frenará la recuperación de la economía mundial, va a debilitar el comercio internacional y creará más incertidumbre. Además, no se sabe cómo reaccionarán los mercados cambiarios”.

Agregó que, sea cual fuere el escenario de la salida del Reino Unido –Brexit suave o Brexit duro–, Gran Bretaña sí vivirá efectos bastante complejos en varias líneas: pérdida de tasa laboral y del PIB, la carrera contra el tiempo (porque el plazo para hacerlo efectivo vence en octubre), la ingente necesidad de millonarios recursos administrativos y la pérdida de la experiencia para las negociaciones.

“Gran Bretaña tendrá que negociar individualmente todos y cada uno de los tratados comerciales y económicos que tiene vigentes y, los futuros, perdiendo 30 años de trabajo que ha hecho la Comisión Europea como bloque”.

En cuanto a Colombia, el profesor Cadet manifestó que es de los países de Latinoamérica que más venden productos al Reino Unido, aunque tan solo representa el 2 % del total de las exportaciones.

“Desde el punto de vista comercial no se ve una gran amenaza; no obstante, la inversión extranjera directa sí podrá verse afectada. Es la segunda más importante para Colombia, detrás de Estados Unidos, con cifras cercanas a los US$6 mil millones”.

Incertidumbre

Fabien Cadet reveló en su presentación los resultados del análisis académico sobre los impactos del Brexit en las economías latinoamericanas, y perfiló que lo único claro es que nadie sabe qué va a pasar, es decir, la incertidumbre manda.

Así mismo, comentó que los números de esa relación para la Unión Europea son muy importantes. Por ejemplo, la Unión Europea es el mayor inversor en la región, con más de 787 millones de euros, a corte de 2017, mientras que 10 años antes –en 2007– eran menos de la mitad: 253 millones de euros. También en 2017 el monto total del comercio entre ambos bloques regionales superó los 102 mil millones de euros. Reino Unido es la quinta economía más grande del mundo (US$3 billones) y la segunda de la UE. Su salida tendrá indudables efectos.

Del mismo modo, Rafael Sarmiento, profesor colombiano de La Sorbona en París, y quien trabaja en el equipo de investigación con Smida, recordó que nuestro país vivió una situación similar en 2010 con la crisis española.

Manifestó que hubo una movilización de capital humano altamente calificado que desplazó a los profesionales colombianos y que la historia se puede repetir de nuevo, en un mediano plazo, si el Brexit finalmente se ejecuta.

Agregó, además, que este es un campanazo para las universidades colombianas, por cuanto el manejo con suficiencia de un segundo y hasta un tercer idioma son imperativos, además de la formación y el logro de maestrías y doctorados.

“Una de las ventajas que tiene el Reino Unido al estar en la Unión Europea es la movilidad del capital humano, es decir, sus profesionales podían trabajar libremente en cualquier otro país de la UE. Con el Brexit, sus profesionales buscarán otros mercados. Ese arribo va a afectar al mercado latinoamericano y al colombiano, ya que no tenemos el inglés como segunda lengua, ni estamos tan bien formados (maestrías y menos posgrados). Vendrán del London School of Economics, por ejemplo, y ocuparán plazas laborales que se suponen propias para la región. Ahora, posiblemente también ganemos, porque el Reino Unido podría flexibilizar las exigencias para las visas de trabajo, ya que perderán mano de obra”, manifestó.

¿Y Colombia?

A su vez, Erick Behar Villegas, decano de la Facultad de Ciencias Administrativas, Económicas y Contables de la Universidad Central, aseguró que el Reino Unido es un inversionista relevante para Colombia, superando US$1.300 millones anuales, como reportaron las cifras de 2018. Sin embargo, cubre apenas el 2 % de las exportaciones colombianas como destino, principalmente a través de bienes primarios como el carbón.

“Como dijo el nobel de economía, Paul Romer, ‘es terrible desperdiciar una crisis’ y Colombia puede aprovechar algunas oportunidades del Brexit: buscar el aumento de la inversión extranjera directa del Reino Unido en el país en temas productivos (fábricas, empresas, proyectos sociales) y no solo en temas especulativos o en refugios financieros temporales”, señaló.

Por ejemplo, ciudades como Bogotá podrían verse favorecidas en cuanto a la diversificación de exportaciones y aumento de la inversión extranjera directa, indicador que vive un momento de crecimiento en el país