El barco humanitario "Lifeline", que espera con más de 200 migrantes a bordo desde hace una semana que un puerto lo acoja, podrá finalmente acostar en Malta, y seis países europeos, entre ellos Italia y Francia, se harán cargo de sus ocupantes.

"Acabo de hablar por teléfono con [el primer ministro maltés, Joseph] Muscat. El barco de la oenegé Lifeline atracará en Malta", anunció el martes el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, explicando que Italia acogerá a "una parte" de los migrantes.

Conte no precisó sin embargo cuándo podrá atracar el barco, ni cuántos migrantes acogerá su país.

Los migrantes estarán repartidos en seis países, "varias decenas de individuos por países" de acogida, dijo más tarde el presidente francés, Emmanuel Macron, al término de su visita al Vaticano y su encuentro con el papa Francisco.

Portugal también confirmó que estaba dispuesta a seguir la misma iniciativa.

Macron criticó sin embargo a la oenegé alemana Lifeline, que fletó el barco homónimo, por violar "todas las leyes" al acudir al rescate de los migrantes cuando los guardacostas libios ya estaban interviniendo. 

"No podemos aceptar por mucho tiempo esta situación", aseveró. "Al final, damos juego a los traficantes de personas al reducir el coste de los riesgos del pasaje".

La oenegé Lifeline señaló por su parte en un tuit que no podían confirmar las informaciones publicadas en los medios porque recibieron "un mensaje de Malta a las 6.00 PM (16H00 GMT) diciendo que no estábamos autorizados a entrar en las aguas territoriales".

Estos anuncios llegaron después de que Malta advirtiera que "autorizará el desembarco sólo después de que los Estados miembros (de la UE) confirmen que asumirán su cuota de migrantes", según una fuente cercana al gobierno maltés consultada por la AFP.

 Respeto del derecho internacional

Al "Lifeline" se le había prohibido hasta ahora entrar en los puertos malteses, debido a que era responsabilidad de las autoridades italianas o libias.

Siguiendo la línea dura representada por su ministro del Interior, Matteo Salvini, líder de la xenófoba Liga, Conte precisó que el buque humanitario será "sometido a una investigación para asegurarse de su nacionalidad y del respeto de las reglas del derecho internacional por parte de su tripulación".

"¡Y ya van dos! Después de que se enviara el 'Aquarius' a España, ahora le toca a la oenegé Lifeline ir a Malta con este navío fuera de la ley que será secuestrado", tuiteó Salvini.

"Para las mujeres y los niños que huyen realmente de la guerra las puertas están abiertas, ¡para todos los demás no!", añadió.

Italia parecía mantenerse en la férrea postura que defiende desde la llegada al poder, el 1 de junio, del gobierno formado por la Liga y el Movimiento 5 Estrellas (M5S, antisistema). Las oenegés, "consciente o inconscientemente cómplices de los traficantes" de personas, tienen prohibido entrar en los puertos italianos, había insistido el lunes Salvini.

Para el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, quien se encontraba en Berlín, "lo importante es dar una respuesta común a un desafío común". 

Entre tanto, las personas a bordo del "Lifeline" seguían soportando el calor y unas condiciones sanitarias que no dejan de degradarse desde hace una semana, cuando fueron rescatados por este buque de unos 30 metros de eslora y que se encuentra a unas 30 millas náuticas de las costas de Malta.