El reciente retiro del embajador chileno en Venezuela ha reavivado el debate sobre la postura de Colombia frente al régimen de Nicolás Maduro.
A tres días de que Maduro inicie un nuevo período de gobierno, la Cancillería chilena explicó en un comunicado que "esta medida responde a la evolución de los hechos a partir de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024 en Venezuela", que Chile califica como fraudulentas.
Esta decisión se basa en la creciente preocupación por la falta de democracia y el respeto a los derechos humanos en Venezuela, un tema que también ha sido objeto de discusión en Colombia.
Gustavo Petro enfrenta una presión creciente para adoptar una postura similar. Recientemente, el expresidente Juan Manuel Santos expresó que el mandatario está “en mora” de retirar el embajador de Colombia en el vecino país.
Santos argumentó que durante su mandato, el gobierno retiró su embajador en Venezuela como protesta por las violaciones a la democracia y los derechos de los colombianos. Sin embargo, hasta ahora, Petro no ha seguido el ejemplo. La situación se complica aún más por la relación histórica entre ambos países y el deseo de el presidente de mantener relaciones diplomáticas.
La Cancillería chilena emitió un comunicado donde manifestó su anhelo de que Venezuela retome el camino hacia la democracia. Este llamado resuena en varios sectores políticos colombianos que instan a Petro a considerar un cambio en su enfoque hacia el vecino país, especialmente tras las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, donde Maduro fue acusado de manipulación electoral.