Corredor humanitario, único paso para eliminar tensión Chile - Perú | El Nuevo Siglo
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Viernes, 28 de Abril de 2023
Redacción internacional con AFP y Europa Press

TRAS una mini-crisis diplomática que, con cruce de acusaciones y protestas ante los respectivos embajadores en Santiago y Lima, esos gobiernos buscan una solución definitiva a la crisis de migrantes que desde hace dos semanas se agolpan en la frontera común.

El jueves, Chile y Perú intercambiaron notas de protesta por la alta tensión en la frontera, fruto de los cientos de personas, en su mayoría venezolanos, que salieron de territorio chileno y vieron frenado su paso por el país inca.

Tras ello comenzaron a buscar una pronta salida diplomática con sus pares de Ecuador y Venezuela. Según informó el ministro peruano del Interior, Vicente Romero, se está considerando abrir un corredor humanitario para que estas personas puedan cruzar hacia sus países de origen, como lo argumentan, aunque se sospecha que la mayoría de ellos realmente quieren buscar nuevas vías para su destino final: Estados Unidos.

Los gobiernos de estos cuatro países latinoamericanos buscan así poner fin a esta crisis de migrantes, desatada hace dos semanas por el endurecimiento chileno a los controles migratorios. En su mayoría son venezolanos, haitianos, colombianos y ecuatorianos, que se vieron forzados a dejar dicho país y a los que Perú les impide el paso por falta de documentación.

El gobierno de Dina Boluarte decretó el miércoles el estado de emergencia por 60 días en sus fronteras y ordenó el envío de militares para reforzar la vigilancia y enfrentar la inseguridad asociada a extranjeros, según dijo.

"A nivel de la Cancillería se está trabajando tanto con Chile, Ecuador y también con Venezuela para poder ver y de qué manera puedan pasar esas fronteras y no tener ningún problema", dijo Romero, al tiempo que agregó que lo importante “es darles la seguridad necesaria a todos los extranjeros que voluntariamente quieran regresar a su país". "Una vez que se establezca el corredor humanitario, se va a llevar a cabo como debe ser", prometió el ministro.

Según la oficina de la ONU para los refugiados (Acnur), a diario se concentran en promedio entre 150 a 200 migrantes en los límites entre Chile y Perú.

Ante el bloqueo de las autoridades peruanas, algunos han cruzado por pasos irregulares hacia la ciudad fronteriza peruana de Tacna y otros se han instalado del lado chileno, en la ciudad de Arica.

Romero anunció el traslado de un primer contingente de 300 militares al paso fronterizo con Chile. "En primera línea estará la policía, de la cual ya hay 390 policías. En la segunda línea (a 100 metros de la frontera) estarán las fuerzas armadas reforzando la seguridad", explicó el ministro.

Las Fuerzas Armadas apoyarán las tareas de la policía en el control interno, de acuerdo a lo dispuesto por el gobierno peruano que además restringió derechos como el de libertad de tránsito y de reunión en los cruces limítrofes con Chile, Bolivia, Brasil, Ecuador y Colombia.

 

Cruce de protestas

El jueves fue un día de alta tensión entre Perú y Chile que intercambiaron notas de protesta por la difícil situación en la frontera común.

La Cancillería peruana citó al embajador chileno en Lima, Óscar Fuentes, para "expresarle su protesta por la falta de colaboración" de la policía chilena ante un incidente con un grupo de migrantes que intentaron cruzar por la fuerza hacia suelo peruano.

Paralelamente, el gobierno chileno presentó una "nota diplomática de protesta" ante Perú por los dichos del alcalde de la ciudad de Tacna, Pascual Güisa, quien llamó "innombrable e irresponsable" al presidente Gabriel Boric por la situación en la zona limítrofe.


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"No podemos permitir que un innombrable e irresponsable como su presidente (el chileno Gabriel Boric) esté trasladando los problemas a la frontera, esto no lo debemos permitir".

Tras estas declaraciones, Chile envió un comunicado en el que explica que convocó  al embajador peruano: "La subsecretaria del Ministerio de Exteriores de Chile, Gloria de la Fuente, expresa la molestia por las desafortunadas declaraciones del alcalde”, indica el pronunciamiento oficial que, sin embargo, también resalta la disposición permanente del Gobierno de Chile por trabajar mancomunadamente en aras de buscar una solución a la crisis migratoria que actualmente afecta, principalmente, a las ciudades de Arica y Tacna (ciudades chilenas y peruanas respectivamente), reiterando la voluntad de seguir trabajando, en un marco de respeto, por el fortalecimiento de vínculos permanentes de amistad y cooperación entre ambos pueblos hermanos".

Perú hizo lo propio, asegurando que ha mantenido reuniones periódicas en la última semana para tratar de buscar una solución conjunta a la crisis migratoria de sus fronteras, pero que considera que Chile no está cumpliendo con su parte de responsabilidad en frenar a las personas que tratan de cruzar la frontera hacia el norte.

No obstante las protestas, Lima aseguró que ambos gobiernos están en contacto desde el 21 de abril "con el objetivo de encontrar, de manera cooperativa, soluciones que atiendan en el corto y mediano plazo la crítica situación migratoria y humanitaria en la zona de frontera".

Y, en esa línea, como reseñamos anteriormente, se trabaja con los gobiernos vecinos para una solución tan puntual como definitiva a esta crisis. Y si bien se contempla el corredor humanitario no se descarta la acogida de gran parte de ellos que realmente quieran regularizarse, actualizar sus datos y hacer una nueva vida en algunos de esos países.

El jueves, aprovechando un bloqueo de los efectivos chilenos que patrullan la zona, varias decenas de ellos lograron cruzar corriendo la frontera. Habrían sido unas 80 personas, incluyendo niños, según informa el portal RPP Noticias.

 

La odisea del regreso

Bajo el sol y el frío desérticos, cientos de migrantes indocumentados que salieron de Chile se aglomeran desde mediados de mes en el paso fronterizo de Tacna.

"Son flujos cambiantes, ha habido algún pico de cerca de 400 personas, de distintas nacionalidades", dice Federico Agusti, representante en Perú de la Acnur.

Perú desplegó drones con visión infrarroja nocturna para detectar cualquier intento de ingreso irregular.

"Estamos recibiendo frío, sol, insolación, los niños acá. Esto es un poco [foco] de moscas que hay, que pueden recibir cualquier parásito", señala María Leonor Gómez, una migrante colombiana varada en la frontera.

"Todos han tenido que dormir aquí, niños en brazos, niños que han tenido que arroparlos con plástico, meterlos en cuevas por allí porque no hay dónde meter a los niños y eso es inhumano", se queja el venezolano Ender Finol.

Acnur y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) alertaron sobre "la grave situación en Tacna", donde las personas están "varadas en muchos casos sin alimentos, agua, alojamiento o asistencia sanitaria, enfrentándose a mayores riesgos de protección".

Hemos "entregado durante las últimas semanas cerca de 6.000 raciones de alimentos", dijo Agusti.

Ante el rechazo de las autoridades peruanas, los migrantes improvisan campamentos en Tacna, de unos 325.000 habitantes y ubicada a unos 35 km de la línea fronteriza.

En el día se han habilitado espacios de acogida "donde las personas puedan descansar, puedan asearse", subrayó Agusti.

Se estima que la población venezolana en Perú, que representa casi 9 de cada 10 extranjeros, se aproxima a los 1,3 millones de personas. Un tercio no tiene permiso migratorio de permanencia en el país, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INEI).

Los migrantes iniciaron su travesía de regreso sin documentos. A las personas que buscan entrar a Perú se les pide un sello de salida de Chile. Y este solo se obtiene si también cuentan con sello de entrada, que, a su vez, necesita pasaporte y visa vigente.

"Nos quieren correr del país (Chile), pero no nos dejan pasar (a Perú)", sostuvo Javier Soto, un migrante venezolano.

Otro migrante entrevistado por la AFP, Jermain Escalona Ugueto, de 28 años y con dos hijos, indicó que ha intentado ingresar a Chile tres veces, pero ha sido devuelto por las autoridades chilenas. Explica que no tiene pasaporte, solo su cédula venezolana "y los papeles de mis hijos".

Como él, son cientos las desesperadas historias de hombres, mujeres y niños que viven una odisea por buscar un nuevo hogar./