Los costarricenses tendrían que volver a las urnas el próximo domingo 1 de abril, pues según el primer corte hecho por el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) hasta ahora ninguno de los candidatos logra conseguir el 40% del total de los votos válidamente emitidos.

De acuerdo con Luis Antonio Sobrado, presidente del TSE, Fabricio Alvarado, del Partido Restauración Nacional y Antonio Álvarez Desanti, del Partido Liberación Nacional, pasarían a una segunda ronda electoral.

Los resultados señalan que hasta el momento Alvarado tiene a su favor el 26,71% de los votos, mientras que Desanti, consiguió un 22,64%. Los primeros resultados se dieron a conocer minutos después de las nueve de la noche hora colombiana.

Abstención

En cuanto al abstencionismo, el TSE detalló que este abarcó un 39,27% del total de electores inscritos.

Este domingo los costarricenses salieron desde tempranas horas para elegir el nuevo presidente, vicepresidentes y diputados de la Asamblea Legislativa que dirigirán al país durante los próximos cuatro años.

Con la familia o amigos, los electores contaron con 12 horas para asistir a las respectivas juntas receptoras de votos a nivel nacional. Desde las 6 p.m. las urnas permanecen cerradas y desde ese momento se realiza el escrutinio de votos.
De acuerdo con el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) en total 6.612 juntas fueron habilitadas y los primeros resultados provisionales se dieron a conocer minutos después de las 8 p.m.

Los datos están siendo actualizados periódicamente y continuarán haciéndolo hasta el mediodía de este lunes 5 de febrero, procedimiento que está a cargo de más de 500 personas quienes envían los datos al TSE mediante el sistema web de la institución, teléfonos inteligentes y llamadas telefónicas.

Además, el TSE informó que un total de 3.322.329 personas fueron inscritas en el padrón electoral, sin embargo, no será hasta que el conteo finalice que se conocerá cuántos de ellos acudieron a las urnas.

Por su parte los 13 candidatos presidenciales también salieron de sus viviendas y acompañados por sus familias recorrieron diferentes sectores del país para luego emitir su voto en los respectivos centros educativos.

El primer corte incluye el 11% de las mesas y registra una participación del 60,73% y abstencionismo del 39,27%.

El presidente del TSE, informó de que se trató de una jornada sin incidencias, con "una honda vocación democrática de nuestro pueblo, sin amenazas".

Sobrado sostuvo que la organización electoral hizo un "trabajo bien hecho", pero esta noche no es el momento de declarar ganadores. Mañana al mediodía se dará el último corte y, el martes, se iniciará el escrutinio de diputados.

Votaciones

La mayoría de los 13 candidatos emitió su voto en horas de la mañana, y seis de ellos participaron en una misa en la capitalina iglesia de La Soledad.

"La Iglesia no toma partido, la Iglesia no ha dado adhesión a ningún partido", dijo a los candidatos en la misa el sacerdote católico Carlos Rojas.

Costa Rica también votará por los 57 diputados de la Asamblea Legislativa.

Los primeros costarricenses que comenzaron a votar en el exterior lo hicieron en los centros electorales de Australia, así como en China y otros países asiáticos. Casi 32.000 personas están registradas para votar en 52 consulados.

Después de aparecer con 3% en los sondeos en diciembre, Fabricio Alvarado se disparó en las intenciones de voto por su postura contraria al matrimonio homosexual, tras una opinión emitida el 9 de enero por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) a favor de ese tipo de uniones.

Antes de la opinión de la Corte Interamericana, la elección estuvo dominada por el rechazo a la corrupción, provocado por un escándalo con la importación de cemento chino, que reveló una red de tráfico de influencias en los tres poderes del Estado.

También la inseguridad motivó la intención de voto ante un drástico aumento en el número de homicidios, que en 2017 alcanzó 12,1 por cada 100.000 habitantes, el más alto en la historia del país.

Con esos temas en la agenda, el abogado penalista Juan Diego Castro, del minúsculo Partido Integración Nacional, se perfiló hasta diciembre como el favorito de los electores, pero su discurso de mano dura se agotó en la recta final de la contienda.