Delincuencia venezolana no da tregua a Cúcuta | El Nuevo Siglo
LAS AUTORIDADES de Cúcuta han identificado a 25 bandas que azotan la ciudad, lideradas por el Tren de Aragua y AK 47. Foto: Archivo AFP.
Miércoles, 28 de Febrero de 2024
Redacción internacional con Insight Crime

ALTOS NIVELES de violencia, ‘disparados’ por la consolidación de los grupos criminales venezolanos que irrumpieron en 2018 con el primer pico del éxodo masivo de sus compatriotas enfrenta la fronteriza ciudad de Cúcuta.

 

Principal punto migratorio y comercial entre Venezuela y Colombia, otrora conocida por el contrabando binacional, la capital de Norte de Santander, fue el puerto de entrada para violentas bandas del vecino país, entre ellos el Tren de Aragua y AK 47, que rápidamente, mediante un régimen de terror, descubrieron, implantaron y extendieron sus negocios ilegales, al punto que hoy operan en gran parte del continente americano.

En todos esos países, la expansión de la megabanda ha pasado por tres etapas. La primera es la exploración de nuevos territorios, luego viene la penetración del hampa local y, por último, la consolidación de sus células con dominio territorial. Y, pese a los esfuerzos de las autoridades, que han logrado capturar a cabecillas y mandos medios, como toda organización criminal, los reemplaza inmediatamente.

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En Colombia operan en varias ciudades, siendo más notorio y grave su impacto en Bogotá y Cúcuta, donde por el violento accionar de estos criminales venezolanos han aumentado los homicidios, sicariatos, extorsiones, microtráfico y robos.

De allí que en ranquin de las ciudades más violentas del mundo, publicado a comienzos de esta semana por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal (realizado anualmente, desde 2002, por una organización mexicana), Colombia tiene ocho dentro del medio centenar analizadas: Buenaventura (puesto No.24), Sincelejo (25), Cali (29), Santa Marta (38), Cartagena (42), Cúcuta (43), Palmira (44) y Barranquilla (49).

Mientras en Buenaventura, según el informe con datos al año anterior, registró una tasa de homicidios de 50,94 por cada 100 mil habitantes, proporción similar a la ocurrida en Sincelejo, en Cali fue de 45.86, mientras que en Cúcuta, fue de 33,8.

 Sergio Palacios, presidente de la Junta Directiva de la Federación Nacional de Comerciantes en Norte de Santander (Fenalco), indicó a un medio de comunicación local que en 2023 el secuestro creció 92%, la extorsión 110%, el atraco a mano armada en 115% y el asesinato en 62%.

Según la Policía de Norte de Santander, el sicariato fue la modalidad que dejó más víctimas mortales (238), seguido por los atraco(19), además de las riñas (27), los hechos por establecer (20) y ataques por grupos armados ilegales como Eln, disidencias, AK 47 o Tren de Aragua (38), entre otros casos.

En el análisis de esos casos, las autoridades aseguraron que la venganza (179) y el ajuste de cuentas (118) son las causas que han dejado más personas asesinadas en el área metropolitana de la capital nortesantandereana, seguido por la intolerancia (40).

“Los casos que más nos duelen y provocan repudio por parte de la comunidad, son las personas asesinadas en medio de los robos, por eso es que se trabaja duro contra esas bandas de atracadores, que no les importa la vida de las víctimas”, comentó una fuente judicial.

A raíz del deterioro de violencia y seguridad en Cúcuta, su alcalde, Jorge Acevedo, ordenó a comienzos de este mes la militarización de la ciudad en el marco de un plan denominado ‘Libertad y Orden’.

Días atrás, Acevedo había denunciado múltiples amenazas por parte de organizaciones criminales de origen venezolano con presencia en la ciudad. “Dejo a disposición de la Fiscalía y la Policía de Cúcuta esta amenaza que me hace llegar las bandas ‘AK 47 y Tren de Aragua’”, escribió en la red social X.

El mandatario local adjuntó un video en el que se evidencia la amenaza y en el que se escucha claramente: “Mire maldito alcalde me va a mamar el… es el AK 47 con el Tren de Aragua, me oíste una misma carroza le vamos a dar mala vida en esa mierda de maldita ciudad”.

Estas amenazas parecen haber surgido después de que el alcalde anunciara su intención de combatir y desarticular la banda AK 47, en respuesta a un video que circuló en redes sociales donde dos individuos participaron en el asesinato de un joven de 22 años. El crimen ocurrió en el canal Bogotá, donde la víctima fue apuñalada en más de 60 ocasiones.

Frente a estas amenazas, el alcalde Acevedo tras informar a las autoridades y al Gobierno sostuvo que “a nosotros no nos amedrentan, que vamos a dar una lucha de frente contra todas las bandas criminales, sin asco, sin miedo”.

Según los informes de las autoridades locales, el incremento en los índices delictivos en Cúcuta se relaciona estrechamente con la actividad de cuatro bandas transnacionales identificadas como “Los Porras”, “AK47”, “Los Lobos” y “Carlos Pecueca”. 

Análisis 

Cúcuta se ha convertido en un lugar ideal para los grupos criminales venezolanos y su éxito en establecerse en esta ciudad se debe principalmente a dos factores: el constante flujo migratorio y la variedad de economías ilegales en la frontera. 

El arribo de las estructuras venezolanas en Cúcuta, específicamente del Tren de Aragua, coincidió con la detonación del éxodo migratorio en 2018, cuando unos 3,4 millones de ciudadanos de Venezuela habían huido de la crisis interna de su país. Para enero de 2019, según cifras del gobierno colombiano, 1,2 millones vivían en diferentes ciudades de Colombia, incluyendo Cúcuta.

Entre la población migrante que se iba asentando en la frontera colombo-venezolana, se camuflaron delincuentes. En un inicio, esto provocó enfrentamientos con grupos guerrilleros de origen colombiano, como el Eln, con quienes competían por el control de los pasos fronterizos irregulares, conocidos como “trochas”, así como las economías criminales que ofrecían estos corredores. 

De igual manera, las organizaciones venezolanas resistieron las ofensivas de la fuerza pública entre 2019 y 2020, y bandas como el Tren de Aragua y los AK47 han logrado expandir su influencia en la ciudad.

En una visita que InSight Crime realizó a la ciudad de Cúcuta en 2023, periodistas, funcionarios públicos y fuerza pública relataron cómo la banda de los AK47 había adquirido el control de importantes barrios en Cúcuta donde controlaban actividades criminales como la extorsión y el microtráfico.

Además, como parte de la estrategia de afianzamiento territorial, estos grupos han empezado a sumar colombianos a sus filas, una muestra de que tienen una mejor oferta ilícita que los locales.

“En este lado del territorio colombiano, Norte de Santander, las bandas de delincuencia organizada están estructuradas y conformadas por individuos de ambas nacionalidades”, dijo un líder social de Cúcuta.

Por su parte, el Tren de Aragua es símbolo de la fortaleza lograda. Más allá de controlar barrios empobrecidos, trasladó su modelo de pranato como en su natal Venezuela y actualmente controla una parte de la cárcel de Cúcuta, lo que evidencia el alcance criminal que tiene en la ciudad fronteriza. 

Este afianzamiento criminal le sirvió de trampolín para extender sus tentáculos en otras áreas de Colombia como Bogotá, la región Caribe y la frontera con Ecuador. Tras el éxito obtenido por la banda, es posible que otros grupos busquen seguir sus pasos.

El alcalde Acevedo está comprometido a devolver la seguridad a la ciudad que, en lo corrido de este año ya ronda los 20 homicidios, así como un ataque con explosivos y varios atracos.

 “Se ha desplegado toda la capacidad de la fuerza pública, no nos vamos a arrugar, vamos a trabajar fuerte contra la inseguridad en Cúcuta, contra las bandas criminales que se han tomado la ciudad, se han aumentado los homicidios porque están tratando de reorganizarse entre ellas, pero aquí hay un pie de fuerza dispuesto a dar la pelea por la ciudad”, sostuvo hace pocos días el alcalde Acevedo, al tiempo que reveló que ya han identificado alrededor de 25 bandas criminales que operan en la fronteriza ciudad.