Drogadicción en EE.UU.: mercado mutante y cada vez más amenazante | El Nuevo Siglo
A los medicamentos tradicionales se les están mezclando sustancias adictivas. Es la nueva forma de operar de los narcos en Estados Unidos/Foto infoadicciones
Sábado, 11 de Mayo de 2024
Redacción internacional

EL cambio de drogas de origen vegetal (como la heroína y la cocaína) a drogas sintéticas (fentanilo, metanfetamina y múltiples combinaciones), el aumento del tráfico digital y la megaoferta de precursores químicos en la ‘dark web’ (principalmente china) han hecho más peligrosa y mortal la crisis de drogas que, desde décadas atrás, enfrenta Estados Unidos.

Así lo señaló la administradora de la agencia antidroga norteamericana, DEA (por su sigla en inglés), al presentar esta semana la Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas (Ndta) de 2024, la evaluación estratégica integral y anual que hace sobre las amenazas de drogas ilícitas y las tendencias del tráfico que ponen en peligro a los Estados Unidos.

Ante la incesante lucha de esta agencia, dentro y fuera del país, la cocaína, marihuana y hasta la heroína han perdido terreno, el que rápidamente fue ganado por los opioides sintéticos que, por su facilidad de fabricación, distribución, bajo costo y alto poder adictivo, se convirtieron en los de mayor consumo.

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En esta Evaluación de más de 50 páginas, la DEA registra que los carteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco, asociados con otras organizaciones, están desplazando a los colombianos en el tan lucrativo como creciente negocio del narcotráfico en Estados Unidos, el aumento de consumidores en el país, las muertes por sobredosis, especialmente por fentanilo y metanfetaminas, así como el auge de nuevas sustancias psicoactivas (NSP), surgido del forzado cambio de precursores ante el reforzamiento de los controles.

Destaca que las muertes relacionadas con las drogas en Estados Unidos fueron 107.941 en 2022, según el reporte de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), y de éstas, el 70 % fueron por fentanilo y otros opioides sintéticos. El restante porcentaje fue por metanfetamina y otros estimulantes sintéticos.

Agrega que el fentanilo es la mayor y más urgente amenaza de drogas en el país, ya que dos miligramos (mg) del mismo se consideran una dosis potencialmente mortal. Y la situación se agrava ya que los traficantes lo han mezclado con otros opioides sintéticos como los nitacenos o el sedante veterinario xilazina, que lo han hecho más letal.

Revela la DEA que las incautaciones de fentanilo, tanto en polvo como en pastillas, se encuentran en niveles récord. En los últimos dos años, los decomisos de éste en polvo casi se duplicaron: 13.176 kilogramos el año pasado y el 30 % del polvo contenía xilazina, otro aumento récord.

Los carteles de Sinaloa y Jalisco, según este informe, fabrican fentanilo en diferentes formas para hacerlo atractivo para más tipos de consumidores de drogas. Para la presentación en polvo se mezcla con cocaína y heroína, comercializándolo especialmente en el este de los Estados Unidos y la región de los Grandes Lagos, mientras que en forma de alquitrán negro se distribuye en áreas al oeste del río Mississippi.

Pero también lo están introduciendo en medicamentos recetados, en forma de pastillas falsas de marca registrada. Así, están las multicolores conocidas como “arcoíris”, que aparecieron en 2022. Un año después, las autoridades encontraron fentanilo ilícito contenido en líquido para por primera vez, y aunque en concentraciones muy bajas, ‘cautivar’ a los consumidores intravenosos.

En otro ítem señala que las plataformas de redes sociales y las aplicaciones cifradas extendieron el alcance de los carteles a todas las comunidades de Estados Unidos y a casi 50 países en todo el mundo. Esta nueva era del tráfico digital de drogas ha empujado la venta callejera en Estados Unidos y, lo más preocupante, ha permitido a los narcos crear asociaciones mutuamente rentables con empresas de precursores químicos con sede en China para obtener los ingredientes necesarios para fabricar drogas sintéticas.

El informe de la DEA sostiene que casi todas las metanfetaminas que se venden hoy en Estados Unidos se fabrican en México y son más puras y potentes que en años pasados.

Nuevas amenazas

La agencia antidrogas norteamericana dedica una parte de esta Evaluación a las nuevas sustancias psicoactivas (NSP), muchas de las cuales no están reguladas y que, básicamente, son un grupo diverso de sustancias sintéticas –generalmente mezclas– diseñadas para tener efectos similares a los de las sustancias controladas.

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Los consumidores buscan drogas de esta categoría para alcanzar un subidón equivalente al de una droga ilegal o porque creen que pueden autotratarse una enfermedad física o mental. Los narcotraficantes buscan estas drogas para eludir la ley y diversificar sus beneficios.

Varias de estas "nuevas" drogas existen en realidad desde hace décadas, pero experimentan repuntes periódicos de popularidad o regresan al mercado de drogas ilegales con cambios después de que la sustancia similar original fuera prohibida o controlada.

Las Nuevas Sustancias Psicoactivas incluyen las fenetilaminas (MDMA –metilendioximetanfetamina–, éxtasis, molly); la ketamina; los cannabinoides sintéticos (K2, spice); las catinonas sintéticas (sales de baño); las sustancias del tipo de las fenciclidinas (PCP); las triptaminas (AMT, foxy); los aminoindanos (MDAI gold); y las piperazinas (A2, Pep X). También entran en esta categoría diversas sustancias de origen vegetal, como la psilocibina (setas); la ayahuasca; la salvia divinorum (Magic Mint, Sally D) y el khat (qat, chat, Abyssinian Tea).

Según los informes de los laboratorios forenses de la DEA, los tres grupos principales de NSP son las fenetilaminas, los cannabinoides sintéticos y las catinonas sintéticas, todas ellas con formas controladas en la Lista I de la CSA.

Las fenetilaminas son estimulantes alucinógenos y se han encontrado en polvo, líquido, empapadas en papel secante y hasta mezcladas con productos comestibles.

El éxtasis y el molly (formas en pastilla y polvo, respectivamente) son los tipos más comunes, pero sustancias similares reciben los nombres callejeros de N-bomb y Smiles. La ingestión de cantidades muy pequeñas de estas drogas puede provocar desde convulsiones, paros cardiacos y respiratorios hasta la muerte.

Entre tanto, los cannabinoides sintéticos son químicamente similares a los componentes sicoactivos que se encuentran en la planta de cannabis, aunque suelen producir efectos muy diferentes. Los productos vendidos como cannabinoides sintéticos suelen contener varias sustancias en diferentes concentraciones, lo que dificulta la determinación de los efectos específicos de cada sustancia.

Algunos están controlados a nivel federal y varios gobiernos estatales y locales han aprobado leyes dirigidas a los cannabinoides sintéticos no cubiertos por dicha reglamentación. Estos productos se mezclan principalmente con material vegetal para fumar o consumir en forma líquida y se envasan en bolsas con logotipos brillantes bajo nombres como Joker, Green Giant y Scooby Snax. Se venden principalmente por Internet, en tiendas especializadas, tiendas de tabaco o vaporizadores, tiendas de conveniencia y gasolineras.

El consumo de éstos puede provocar agitación grave, ansiedad, taquicardia, hipertensión, alucinaciones intensas y episodios psicóticos. Los cannabinoides sintéticos también se han relacionado con muertes por intoxicación por drogas, que casi siempre aumentan en los meses cálidos, ya que los efectos adversos para la salud se ven exacerbados por las altas temperaturas y el mayor potencial de deshidratación.

Otra fuente de preocupación son las catinonas sintéticas, conocidas usualmente como sales de baño, que son estimulantes que producen efectos similares a los de la metanfetamina, la cocaína y la MDMA. Se han registrado intoxicaciones y sobredosis con éstas, y los consumidores pueden experimentar náuseas, vómitos, paranoia, alucinaciones, delirios, pensamientos suicidas, convulsiones, dolores torácicos, aumento del ritmo cardíaco y arrebatos violentos.

La eutilona y la dipentilona son las más frecuentes, pero se venden principalmente como éxtasis. Las versiones sintéticas están químicamente relacionadas con la catinona, una sustancia que se encuentra de forma natural en la planta del khat, un arbusto que crece en África oriental y la península arábiga, donde los consumidores mastican sus hojas o las preparan en infusión para obtener efectos estimulantes suaves similares a los de la cafeína.

Sin embargo, las catinonas sintéticas pueden ser mucho más potentes que las formas naturales. Los vendedores en línea, con sede en China, son la principal fuente de estas sales sintéticas, pero también se venden en tiendas de conveniencia, estancos y gasolineras y, al igual que los cannabinoides sintéticos, se suelen empaquetar en bolsas con logotipos llamativos.

Recientemente, este mercado ha pasado a la clandestinidad, vendiéndose en envases de droga "tradicionales", como pequeñas bolsitas sin marcar, y pueden encontrarse en forma de comprimidos, cápsulas o polvo.