Ecuador: confirmada polarización entre derecha e izquierda | El Nuevo Siglo
EN MEDIO de estrictos protocolos de seguridad, los ecuatorianos acudieron a las urnas para elegir presidente, vicepresidente y miembros de la Asamblea Nacional.
Foto Agence France Press
Domingo, 7 de Febrero de 2021
Redacción internacional con AFP y Europa Press

LAS encuestas en Ecuador acertaron no sólo en que las cartas de la derecha conservadora y la izquierda dirigida desde el exilio por el expresidente Rafael Correa iban a ser los más votados, con porcentajes dentro del rango vaticinado, sino que la Presidencia se definiría en una segunda vuelta.

La jornada fue tranquila y con gran afluencia de votantes que, desde tempranas horas, acudieron a los centros a sufragar por el que consideran es la mejor opción para mejorar el rumbo de un país endeudado y muy golpeado por la pandemia.

Las encuestas a pie de urna, la noche de este domingo señalaban que el conservador Guillermo Lasso y el candidato de la izquierda, Andrés Arauz, delfín de Correa, se darán cita nuevamente en las urnas el 11 de abril para determinar el ganador.

De acuerdo con los sondeos realizados por las empresas Cedatos y Clima Social, Arauz, un economista de 36 años obtuvo entre 34,9% y 36,2% de los apoyos, mientras que el exbanquero Lasso, de 65 años, logró entre un 21% y 21,7% de los sufragios.

En tercer lugar, tal y como se vaticinaba, aunque con un mayor porcentaje al 12% proyectado, se ubica el líder indígena y antiminero, Yaku Pérez con un respaldo de 16,7% a 18%, respectivamente.

Ante la afluencia de votantes y la dispersión del voto, ya que había 16 binomios que aspiraban a suceder al presidente Lenin Moreno, Arauz se apresuró a adjudicarse la victoria, menos dos horas después de cerrar los centros de votación, a las 4 de la tarde.

"Triunfo contundente en todas las regiones de nuestro bello país. Nuestra victoria es de 2 a 1 frente al banquero. Felicitaciones al pueblo ecuatoriano por esta fiesta democrática. Esperaremos los resultados oficiales para salir a festejar", escribió en Twitter.

Pero su alegría y confianza duró poco, cuando comenzaron a conocerse los sondeos a pie de urna y que fueron confirmados con el primer boletín oficial.

Estaban convocados a las urnas un poco más de 13 millones de votantes, para elegir presidente, vicepresidente, 137 diputados que conforman la Asamblea Nacional -seis de los cuales representan a la comunidad ecuatoriana en el extranjero- y los cinco representantes de Ecuador en el Parlamento Andino.

Esta noche no se había informado el porcentaje de participación, pero a juzgar por las largas filas en los centros de votación, con el cumplimiento de todos los protocolos de bioseguridad por la pandemia del covid-19, se presumía que fue bastante alto. Además porque el voto es obligatorio.

Con los resultados conocidos, tendencia que se mantenía en el recuento, los ecuatorianos deberán volver a las urnas el segundo domingo de abril ya que ninguno de los 16 candidatos obtuvo la mitad más uno de los votos válidos o alcanzó el 40% de los mismos más una diferencia de diez puntos sobre el segundo.

Tras esta primera jornada electoral se confirma la marcada polarización de los ecuatorianos entre dos extremos de la política: la derecha conservadora con Lasso y la izquierda, que con Correa enarboló la bandera del socialismo del siglo XXI gestado por el desaparecido mandatario venezolano, Hugo Chávez y continuada por Nicolás Maduro.

Estas elecciones, como  anticipaban los analistas, giraron así en torno a Correa, el mandatario que gobernó Ecuador entre 2007 y 2017 y quien desde Bélgica agitó la campaña para que la izquierda nacionalista recuperara el poder luego de romper con Moreno, su exvicepresidente. Para ello designó a Arauz y de allí que muchos consideren que de triunfar, en el balotaje, sería el retorno al poder del expresidente “en cuerpo ajeno”.

De allí que muchos expertos también señalaran que la jornada para elegir presidente fue el enfrentamiento claro de dos bandos: los que avalan al exmandatario y quienes ‘lo detestan’.

El candidato de la izquierda, que  no pudo votar por estar empadronado en México, daba por descontado su triunfo presidencial en un solo turno. Sin embargo la realidad es otra.

Entre tanto, Lasso dijo tras sufragar que se vería en el balotaje con "quien desee el pueblo ecuatoriano" y se mostró seguro de que "el 11 de abril próximo la victoria será contundente a favor del cambio”.

Ante la segunda vuelta, el indígena Pérez puede ser quien defina el próximo duelo. Y aunque es también adversario de Correa no es muy cercano a la derecha conservadora.

"Aunque se está avizorando la tendencia del correísmo y el anticorreísmo, existe un porcentaje importante del electorado que busca otra cosa. La gente considera que Ecuador debe hacer frente a otras problemáticas" como la pobreza (25%), desempleo (8,59%) y la corrupción, que ha salpicado al correísmo, comentó la politóloga Karen Garzón Sherdek, de la Universidad Internacional SEK.

Por su parte la politóloga Karen Garzón Sherdek, de la Universidad Internacional SEK, dijo que "el voto de hoy evidencia el voto duro que tiene Rafael Correa, la gente ha votado no por un apoyo directo a Arauz sino porque es el candidato del correísmo".

"¡Gracias Ecuador querido! La Revolución Ciudadana ha ganado en forma ABRUMADORA, pese a campaña sucia y a 4 años de brutal persecución e infamias. Ahora, a esperar el conteo oficial. Ojalá se pueda vencer en una sola vuelta, por el bien del país ¡Hasta la victoria siempre!", declaró anoche el exgobernante por Twitter.

Por lo pronto, Lasso, del movimiento Creando Oportunidades (Creo) y quien encabeza el anticorreísmo, cuenta con el apoyo del Partido Social Cristiano, al que Correa no pudo destronar del puerto de Guayaquil, núcleo comercial ecuatoriano y fortín de la derecha.

El país, de 17,4 millones de habitantes, afronta una crisis acentuada por la caída del precio del petróleo, su principal producto de exportación, mientras ha duplicado su deuda externa, que representa 44% del PIB