Ejército indígena se rebela contra dos proyectos de L. Obrador | El Nuevo Siglo
Anadolu
Miércoles, 2 de Enero de 2019
Agencia Anadolu

El movimiento indígena revolucionario más importante de México, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), se pronunció este martes contra dos proyectos claves del presidente de izquierda, Andrés Manuel López Obrador. Las dos iniciativas con las que no está de acuerdo son la Guardia Nacional y el Tren Maya.

“Vamos a enfrentar, no vamos a permitir que pase aquí ese su proyecto de destrucción, no le tenemos miedo a su guardia nacional, que le cambió de nombre para no decir Ejército, que son los mismos, lo sabemos”, dijo su dirigente, el subcomandante Moisés, este martes, cuando se cumplían 25 años de su alzamiento.

La doctora Yacotzin Bravo Espinosa, investigadora en temas indígenas y militante zapatista, le explicó a la Agencia Anadolu que esta postura se debe a que hay una alerta entre los pueblos indígenas del sur, luego de que López Obrador avalara en sus discursos y consultas nacionales proyectos que no se apegan al Convenio 169 de la OIT.

“El EZLN no sólo está resistiendo frente a posibles megaproyectos sino también frente a una forma de hacer política respecto a los indígenas de una continuidad de los diferentes sexenios. Si no hay reconocimiento de los pueblos indígenas, derecho a la consulta, libre información y autonomía, la política va a ser la misma”, dice la antropóloga y abogada.

Para Hilda Hurtado, lideresa Cucapá, una etnia de la región noroeste del país apoyada por el EZLN, “es lo más sano que lleguen a todos los indígenas (las consultas), no solo a los representantes; es lo más viable para que se hagan realidad las promesas que ha hecho. Que sea una cosa real”.

Esta postura del EZLN se dio a conocer en el aniversario número 25 del alzamiento de este movimiento, que en 1994 se comenzó a oponer a las políticas del expresidente Carlos Salinas de Gortari, especialmente al Tratado de Libre Comercio de América del Norte. La rebelión le dio la vuelta al mundo y lograron conquistar derechos para los indígenas en el país.

“Uso simbólico de lo indígena para justificar una política”

El 26 de noviembre, antes de tomar el cargo como presidente, el equipo de López Obrador realizó una consulta nacional para preguntarle a la población sobre sus proyectos prioritarios, entre ellos la Guardia Nacional, la cual supuestamente será comandada por civiles, por lo cual se retirarán programáticamente las Fuerzas Armadas.

En la consulta también se preguntó sobre el megaproyecto Tren Maya, que recorrerá 1.500 kilómetros a lo largo de cinco estados sureños ricos en recursos naturales.

Luego, el 1º de diciembre, cuando López Obrador tomó posesión del cargo, realizó una ceremonia con algunos representantes de pueblos indígenas que le entregaron el bastón de mando; y dos semanas después hizo un ritual simbólico con algunas etnias para pedirle permiso a la madre naturaleza para dar inicio al Tren Maya.

Sin embargo, de acuerdo con las legislaciones nacionales e internacionales de indígenas, ninguna de estas acciones tiene validez, por lo que el ejército zapatista las ha rechazado.

“Eso de que (López Obrador) disimula que agarra nuestros modos, nuestras costumbres, que pide permiso a nuestra madre tierra; nos está diciendo, dame permiso madre tierra para destruir a los pueblos originarios”, señala el subcomandante Moisés.

“Está consultando a que vengan a enfrentarnos, a nosotros los pueblos originarios y en especial a nosotros, al Ejército Zapatista de Liberación Nacional con ese, su porquería de Tren Maya, y todavía le ponen el nombre de nuestros anteriores”, añade Moisés, haciendo referencia a que el proyecto lleva el nombre de los mayas, sus antepasados.

Para Bravo el actual Gobierno no se ha pronunciado con un ataque frontal porque ha “hecho un uso simbólico de lo indígena para justificar una política, que es la misma de sexenios pasados, pero bajo un argumento de izquierda”.

Sin embargo, las reacciones en las redes sociales de los militantes del partido de López Obrador, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), no se hicieron esperar. Muchos aseguran que las críticas al proyecto de López Obrador son impulsadas por el anterior gobierno del PRI, que busca denostar al actual presidente.

“Tienes una serie de movimientos de izquierda, de opinión pública, apoyando algo que si fuese un gobierno de derecha no apoyarían, justificando el hecho de que no hay consulta, que no hay información, que no hay manifestación de impacto ambiental”, explica Bravo.

Según ella, mientras no haya una reforma constitucional indígena, la cual quedó pendiente desde 2001, en México se seguirá manejando la misma política.

Articulación zapatista

Bravo ha estudiado el zapatismo en la selva Lacandona, ubicada en el estado de Chiapas, uno de los sitios con más recursos naturales y donde su sistema autónomo no acepta cacicazgos ni partidos políticos.

A pesar de los periodos de silencio, relata que los zapatistas trabajan con otras comunidades originarias del país y del mundo, y envían delegaciones para llamar a la unión.

Por ejemplo, en 2008 se dirigieron al noroeste mexicano para respaldar a la etnia cucapá, cuya pesca está basada en usos y costumbres.

La llegada del EZLN se debió a que la zona donde pescaban los cucapá fue decretada como Reserva de la Biósfera para proteger a un cetáceo en peligro de extinción: la vaquita marina. Por ello, según Hurtado, les prohibieron la actividad y los reprimieron, sin derecho a una consulta indígena.

Este episodio fue documentado por Bravo, junto con las investigadoras Catalina Sagástegui y Alejandra Navarro Smith, en su artículo “Pueblo indígena Cucapá: cartografía de la lucha jurídica en defensa de su territorio y recursos pesqueros”, publicado en 2017.

Hurtado, lideresa cucapá, señala que no se han previsto consultas para proyectos como el Tren Maya, tal cual se hizo hicieron en 1993. “Nosotros en ese sentido estuvimos en la misma situación. Esa Reserva la decretaron, no estuvimos de acuerdo pero la hicieron”, señaló la líder.

En el caso del EZLN en el sur, según la abogada especializada en derechos indígenas, “es una preocupación grande porque ven que este Gobierno puede ser un gobierno que atente contra su autonomía”.