El euro digital, un proyecto que comienza a tomar forma | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 14 de Julio de 2021
Redacción internacional con AFP

¿Llegará el día en que cada europeo tenga una cuenta de euros digitales en el Banco Central Europeo (BCE)?

A eso es lo que apunta esa institución europea que ayer lanzó un proyecto piloto de dos años para introducir a largo plazo el euro digital, una respuesta a la creciente desmaterialización de los pagos y a la multiplicación de las criptomonedas.

El BCE va a lanzar la "fase de investigación" del proyecto de euro digital, que tiene por objetivo suministrar "una moneda bajo su forma más segura", según un comunicado publicado por la institución en Fráncfort.

La decisión final sobre la creación de un euro digital llegará después de esta fase de investigación, añadió el comunicado.

Nueve meses después de la publicación de un informe preliminar y de una ingente consulta pública, el BCE decidió "acelerar la marcha y lanzar el proyecto de euro digital", según su presidenta, Christine Lagarde. 

El BCE se compromete con este proyecto en un momento en el que otros grandes bancos centrales, como el chino y el de Estados Unidos, trabajan a su vez en la emisión de sus propias criptomonedas. 

La institución teme también que las monedas virtuales, privadas o nacionales, puedan horadar la influencia de la divisa única europea. 

Durante el plazo de 24 meses de estudios sobre la viabilidad de este proyecto, el más importante desde la creación del euro en 1999, el BCE quiere analizar si el euro digital podría responder a las "necesidades de los europeos": una moneda fácil de utilizar, segura, eficaz, "que también contribuya a prevenir las actividades ilícitas y evite cualquier impacto indeseable sobre la estabilidad financiera y la política monetaria". 

De aquí a dos años, el BCE tiene que decidir si se compromete a llevar a cabo este proyecto, para ponerse a trabajar con socios tecnológicos y los bancos. 

No se dibujó el miércoles ningún horizonte temporal para esta segunda fase, que podría durar tres años, lo que retrasaría el lanzamiento efectivo de esta moneda en torno a 2025-2026. 

Con la llegada del euro digital, los consumidores podrán pagar sus comprar en la caja de un supermercado en línea, con una aplicación en el celular, o sin conexión, gracias a tarjetas de pago semejantes a la tarjeta de crédito.  



¿Para qué?

El BCE quiere acompañar el boom de los pagos virtuales, que se expandió con la pandemia del covid-19.

Incluso en Alemania, donde impera el dinero en especie, los consumidores en 2020, por primera vez, hicieron más gastos por tarjeta.

Pero el BCE teme que este entusiasmo no aproveche las monedas virtuales privadas o las divisas extranjeras.

En 2019, el proyecto de Facebook de crear una moneda virtual provocó un electrochoque.

Además varios países, como China y Estados Unidos, también trabajan en la emisión de sus propias criptomonedas. 

China prueba desde marzo el pago con e-yuan mediante teléfono móvil, con la ambición de convertirlo en una moneda virtual de referencia que compita con el dólar, según los expertos.

"Una Europa soberana necesita soluciones de pago innovadores y competitivos", exhortó recientemente el ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz.

 ¿Cuál es el interés para el consumidor?

El euro digital va a permitir a familias y empresas disponer directamente de esta moneda con una cuenta abierta en el BCE, lo cual actualmente está reservado a los bancos comerciales.

Este dinero estará protegido de todo riesgo de pérdida, un argumento fuerte en momentos en que el proyecto de garantías europeas de depósito está estancado.

El BCE promete también una utilización rápida, fácil y segura a la hora de pagar en un supermercado o en línea mediante una aplicación de teléfono móvil, por ejemplo.

La meta será "persuadir a los consumidores a pasarse a un nuevo medio de pago que no difiere mucho de los existentes en términos de trato y gama de servicios", consideró Heike Mai, economista del Deutsche Bank.

"Los hábitos de pago de los consumidores no cambiarán con el lanzamiento del euro digital", vaticinó Guido Zimmermann, analista de LBBW.

Pero el sistema podría evolucionar en algunos años, cuando el número y las formas de las monedas digitales hayan aumentado, según Zimmermann.

Los usuarios podrán, por ejemplo, hacer transferencias o pagos entre europeos, reduciendo los costos bancarios, con su "portafolio" de euros digitales disponible 24 horas al día, siete días a la semana.



 ¿Diferencia con criptomonedas?

Una criptomoneda como el bitcoin no es un medio de pago oficial, su unidad de cuenta no está definida por el Estado sino que es emitida por organizaciones privadas o controlada por participantes de una red informática.

La emisión de nuevos bitcoins está regulada por un algoritmo y no por un comité de política monetaria.

Los bancos centrales quieren darle estabilidad a este mundo especulativo de las monedas digitales, cuya cotización parece una montaña rusa. "Un euro hoy debe valer un euro mañana, ya sea en especie o digital", sostuvo el BCE.

 ¿Y los riesgos?

El Banco debe tomar en cuenta las inquietudes de los europeos sobre los riesgos para la protección de su privacidad, una prioridad surgida de una consulta reciente de la institución.

Los datos deben estar más protegidos con el euro digital que con los equivalentes propuestos por los prestatarios privados, asegura el BCE. 

Pero el camino es estrecho porque no se trata de ofrecer la misma garantía de anonimato que el efectivo, por los motivos evidentes de lucha contra el fraude fiscal y el financiamiento de actividades ilícitas.

El principal riesgo es la fuga de ahorrantes hacia esta nueva forma de moneda, que permite evitar las tasas de una cuenta clásica de depósito, lo que podría fragilizar a los bancos en la zona del euro.

El BCE estudia gravar los depósitos en moneda por encima de cierto monto, por ejemplo 3.000 euros, indicó Fabio Panetta, miembro del directorio del BCE, en una entrevista con el diario Financial Times.

Además, no se pretende ampliar la brecha digital existente dentro de las sociedades. "Vamos a continuar emitiendo dinero en efectivo", remarcó Panetta.

Si todo sale bien, el euro digital podrá ver la luz alrededor de 2025 y sumarse a los medios de pago a disposición de los europeos.

Criptomonedas en Wall Street

Apostar al bitcoin y otras divisas virtuales es arriesgado, legalmente incierto, pero potencialmente muy lucrativo. Ante este dilema, los gigantes de Wall Street avanzan entre entusiasmo y escepticismo.

El presidente del mayor banco estadounidense, JPMorgan Chase, tiene una visión definida sobre el asunto.

"Si me piden mi consejo, les diría que no se acerquen", sostuvo Jamie Dimon a fines de mayo durante una audiencia parlamentaria.

Pero "no es mi papel decirle a la gente cómo gastar su dinero", añadió. Su banco estudia actualmente cómo ayudar a sus clientes a ingresar en el campo de las criptomonedas.

Impulsadas durante la pandemia por algunos inversores pequeños con tiempo y dinero, las monedas virtuales se dispararon en 2020 e inicios de 2021.

Bancos, corredores y firmas de inversión buscan ahora satisfacer a algunos clientes que sienten que perdieron una oportunidad.

El tradicional gestor de carteras State Street anunció así el jueves la creación de una división dedicada a activos digitales.