Enormes desigualdades educativas en India | El Nuevo Siglo
INDIA cuenta con centros de tecnología e investigación de muy alto nivel. Están ubicados en los estados más ricos del país y congregan lo mejor de la educación
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Domingo, 18 de Julio de 2021
Mario F. Hurtado

Cuando se analizan los rankings de las mejores universidades del mundo, India no destaca como Estados Unidos o Reino Unido. Sin embargo, el país que se está convirtiendo en el más poblado del planeta, cuenta con centros de tecnología e investigación de muy alto nivel. Se llaman, IITs (Indian Institutes of Technology), ninguno está entre las 20 mejores universidades del planeta, pero en el sector STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, por su sigla en inglés) equivalen a un sello de excelencia y la marca IIT es peleada por reclutadores de los mejores investigadores de tecnología en el planeta.

Los IIT son en total 23 campos públicos que se distribuyen por los estados más ricos del país, y congregan lo mejor de la educación, altos requisitos académicos de ingreso, un elevado rigor académico, instalaciones modernas y con mantenimiento permanente, además de una alta empleabilidad. La mayoría de los empleados indios del Silicon Valley o de los centros de tecnología británicos proceden de dichos centros educativos.

Mientras eso ocurre, 130 millones de indios estudian en escuelas en pésimas condiciones, sin electricidad, sin infraestructuras y con profesores de baja calidad. Hay que entender una de las razones que genera este problema. India tiene como lengua franca o culta el inglés, pero además del hindi o del bengalí, que son hablados por un 50% de la población. Existen más de 100 idiomas oficiales, bien sea en los estados o en las regiones y muchas de esas instituciones educativas responden a garantizar la enseñanza en las lenguas locales, mientas que en los IIT el inglés es la prioridad.

Aunque el sistema de castas fue abolido de forma oficial tras la independencia del país del dominio británico en 1947, los rígidos sistemas de relacionamiento ancestral hacen que a pesar de siete décadas de independencia se siguen manteniendo prejuicios, injusticias y estigmas de carácter ancestral.


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Los IIT surgen como una apuesta del gobierno indio para formar una élite que fomentara el desarrollo de la nación, por eso se mantienen como públicos, aunque tienen una forma de administración muy empresarial. Si bien las intenciones no contemplaban ningún tipo de discriminación, los requisitos de ingreso con un inglés fluido y excelentes resultados en la formación escolar, hace que esas acciones meritocráticas provengan en su mayoría de las que se consideraban las castas superiores antes de la independencia.

El país invierte muy poco en educación, un 3% frente al 6% que invierte Brasil, el 4.5% que invierte China, o el 5% de otros países en desarrollo. El sistema de educación pública tiene una baja financiación, y gran parte de los recursos se destinan a los IIT. Por eso, la educación pública escolar es muy deficiente, baja calidad, pobres infraestructuras y, a pesar de un programa de sanidad pública y limpieza que se ha implementado desde hace 30 años, hoy el 40% de las instituciones escolares públicas carecen de baños, una situación que se hizo más evidente como el covid -19 y que ha hecho que millones de niños no puedan asistir a la educación presencial.

Por eso, así como es una tendencia en Colombia, la clase media y alta o todo el que pueda hacer un esfuerzo envía a sus hijos a la educación escolar privada, donde suelen aprender inglés desde temprana edad, ambientarse con herramientas digitales, mientras que la mayoría de la población si no tiene electricidad en la escuela, mucho menos un computador para estudiar o aprender a vivir en un ambiente digital y de tecnología.

La casta de mayor privilegio son los brahmanes, y aunque se quiere trasmitir una idea de igualdad y de cierre de brechas, siguen concentrando los cargos de poder, los mejores cargos empresariales y por su puesto los mayores cupos en los IITs, frente a castas como los dalits, que se consideraron siempre inferiores.

Algunos analistas expresan que los dalits que vienen con los cimientos académicos más débiles, tiene que enfrentarse a un ambiente hostil y en ambientes familiares frágiles, por lo que terminan por abandonar los estudios. El mayor porcentaje de abandono escolar en los IITs viene de los dalits.

Se ha planteado la posibilidad de un sistema de cuotas donde todas las castas tengan el mismo porcentaje de cupos, pero existe una oposición férrea desde la academia y es el riesgo de perder la calidad o bajar el nivel al abandonar el sistema de meritocracia. Sin embargo, para otros, se confirman las sospechas anti-cuotas de las castas superiores, que tienen una visión endogámica y una arrogancia cultural o socio económica.

Como en Colombia, en la India las brechas sociales desde la educación inicial, el precario sistema público escolar, sumado a un desprestigio de la profesión docente sobre todo en la educación básica y media, han llevado a profundizar las desigualdades del subcontinente indio y a pensar que esa situación los mantendrá en el subdesarrollo permanente.

Estos aspectos deben ser analizados porque Colombia se encamina a una situación similar, donde el ingreso a las mejores universidades públicas requiere de unas habilidades que jóvenes de escasos recursos difícilmente puede alcanzar. Descuidar la calidad en la educación básica es el principal motor de la ampliación de las brechas, la pobreza y a desigualdad.

*Especialista en Educación