¿Infiltró Hamás la agencia de ONU para los palestinos? | El Nuevo Siglo
Foto: AFP
Lunes, 29 de Enero de 2024
Redacción internacional con Europa Press

UN GOLPE tan letal como en el que cometieron las milicias palestinas en territorio israelí el pasado 7 de octubre y en los que posiblemente participaron una docena de trabajadores a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), es el dio ese grupúsculo a la credibilidad de dicha entidad y por lo que once países le suspendieron la ayuda financiera.

Creada poco después del comienzo de la guerra árabe-israelí de 1948, con el objetivo de ayudar a los más de 700.000 palestinos que huyeron de sus hogares durante ese conflicto, cuando cinco estados árabes invadieron Israel, opera desde entonces en Jordania, Siria, Líbano, Cisjordania y la Franja de Gaza. En este último concentró la mayor parte de su actividad, proporcionando educación, atención sanitaria y bienestar a una población de refugiados en sostenido ascenso (se calcula que hoy son seis millones).

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Debilitada en los últimos años, tanto por su déficit financiar como por constantes denuncias que, por provenir de Israel, considerado el ‘enemigo natural’ de los palestinos no fueron tenidas en cuenta, no había enfrentado nunca un escándalo como el actual, originado en las evidencias, que con pruebas, entregó el gobierno de Tel Aviv al director de la agencia, Philippe Lazzarini, sobre la participación de trece de sus trabajadores en los letales ataques a su territorio que dejaron 1.200 muertos y 240 cautivos por Hamás, lo que marcó el inicio de la actual ofensiva contra ese grupo terrorista en ejercicio de su legítimo derecho a defenderse.

‘Cero tolerancia al terrorismo e incitación al odio’ es el principio fundacional no solo de ésta sino de todas las agencias de Naciones Unidas y, de allí, que la denuncia sobre los trabajadores de UNRWA la tengan en el ‘ojo del huracán’ y bajo dos herméticas investigaciones (una de la agencia y otra de Oficina de Servicios de Supervisión interna de la ONU). Lo único que se conoce, por boca del propio secretario general de la ONU, Antonio Guterres, es que de los doce miembros mencionados por su presunta implicación en los ataques de milicias palestinas a Israel, nueve fueron identificados y despedido, otro de ellos está muerto y se está determinando la identidad de los dos restantes.

‘Horrorizado’ por las acusaciones se dijo Guterres, las calificó de “extremadamente graves”, aseguró que "cualquier trabajador de la ONU implicado en actos de terrorismo tendrá que rendir cuenta, también por la vía penal” y llamó a los países que suspendieron la financiación a la agencia -entre ellos los mayores donantes, a saber, Estados Unidos, Alemania y Japón- a reconsiderar su decisión, al tiempo que confía en que la Unión Europea no tome el mismo camino.

El primero en suspender inmediatamente la financiación para la agencia que procura educación, atención sanitaria y bienestar a unos seis millones de palestinos refugiados fue Estados Unidos, que a través del portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, dijo estar “extremadamente preocupado” e informó que la suspensión se mantendrá mientras "examina estas alegaciones y las medidas que Naciones Unidas emprenderá para abordarlas".

En un comunicado, el Departamento de Estado de EE.UU., indicó que se puso en contacto con el Gobierno de Israel para pedir más información sobre estas acusaciones y que los miembros pertinentes del Congreso norteamericano han sido informados sobre las mismas.

Cerrar el grifo de la financiación fue seguido de inmediato por el segundo mayor donador, Alemania, al que se sumaron el fin de semana, Reino Unido, Japón, Italia, Australia, Canadá, Finlandia, Países Bajos, Rumania y Austria.

Todos a una calificaron como “profundamente impactantes y extremadamente inquietantes’ las acusaciones contra los trabajadores de UNRWA y coincidieron en indicar que hasta que se aclare esta situación y las medidas que se adopten tanto para castigar a los responsables -si los hay- así como para evitar que una inédita connivencia con el terrorismo se repita, mantendrán congelada la ayuda financiera.

Por su parte la Comisión Europea, brazo ejecutivo de la Unión Europea, que es el tercer mayor donador de la mencionada agencia, instó a que se realice una auditoría a la agencia de Naciones Unidas que debe ser realizada por expertos independientes designados por ese organismo.

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Sobre la suspensión de sus aportes dijo que se adoptará en función de los resultados de la investigación iniciada por la ONU y las acciones que tomará.

Francia, por su parte, indicó que “no tiene previsto ningún pago (a la agencia) este primer semestre y decidirá llegado el momento qué medidas tomar en colaboración con las Naciones Unidas y los principales donantes, garantizando que se cumplan todas sus exigencias de transparencia y seguridad".

En contraste, respaldaron a la UNRWA y le mantendrán su apoyo económico, Turquía, Irlanda, Jordania, Noruega y España, aunque este último la condicionó a “la investigación interna y el resultado que pueda arrojar por los actos de una decena de personas de las 30.000 que trabajan para esta agencia”.

Reservas israelíes

Desde años atrás, pero nunca con la evidencia del escándalo de hoy, Israel había manifestado su reticencia a dicha agencia de Naciones Unidas, aduciendo varias razones: la definición que hace sobre quién puede ser considerado refugiado palestino, la falta de controles para evitar que los recursos financieros lleguen a los terroristas de Hamás y que en la educación que promueve (administra más de 700 escuelas y es la única agencia de la ONU que opera un sistema escolar completo) se de, abierta o veladamente, una incitación al odio.

Para dicha agencia, los refugiados palestinos son "personas cuyo lugar de residencial era Palestina entre el 1 de junio de 1946 y el 11 de mayo de 1948, y que perdieron su hogar y medios de vida como resultado del conflicto de 1948”. El sitio web de la agencia también afirma que "los descendientes de varones refugiados palestinos, incluidos niños adoptados, también son elegibles para el registro”.

Por ello, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu la ha calificado como una "agencia de perpetuación de refugiados” y ha abogado por su disolución, diciendo que este trabajo no debería ser responsabilidad de Naciones Unidas. Y sostiene que aún sin la agencia, los refugiados palestinos "seguirían siendo considerados como tal, conservando sus derechos bajo la Resolución 194 de la Asamblea General, en espera de una solución justa y duradera para su difícil situación”.

Gilad Erdan, embajador de la nación hebrea ante la ONU, sostiene no solo que hay que suspender totalmente la financiación a la agencia de los refugiados porquepodría llegar a los terroristas de Hamás en vez de a la gente de Gaza", recuerda que han presentado, “durante años” pruebas al secretario general Guterres de la implicación e incitación al terrorismo de UNRWA y nunca se ha realizado "una investigación en profundidad para localizar a todos los de Hamás que permearon esa agencia”.

Mientras el canciller Israel Katz fue mucho más lejos ya que buscará la disolución de la agencia a la que reiteradamente acusa de ser una “organización cómplice del movimiento islamista palestino Hamás en Gaza” y que por ello “la UNRWA no formará parte del 'día después’ en ese pequeño territorio de 365 km2, enclavado entre Israel, el Mediterráneo y Egipto.

"Llevamos advirtiéndolo durante años: la UNRWA perpetúa la cuestión de los refugiados, obstruye la paz y es el brazo civil de Hamás en Gaza. No es la solución. Muchos de sus empleados son simpatizantes de Hamás y sus ideologías asesinas contribuyen a sus actividades terroristas y preservan su autoridad”, dijo Katz, al tiempo que pidió la renuncia del comisionado general (director) de la misma, Philippe Lazzarini, a quién este lunes le canceló una reunión manifestando que “los simpatizantes del terrorismo no son bienvenidos”.

Por su parte el líder de la oposición israelí, Yair Lapid, escribió en X que llegó el momento de "crear una alternativa que no eduque a generaciones de palestinos en el resentimiento y el odio".

Con un déficit que acumula más de una década y la ayuda prometida congelada por casi una docena de países, pero sobre todo con la macula del escándalo actual, es muy probable que la mencionada agencia para los palestinos no sobreviva a la guerra en Gaza.

Infografía