La inflación en Argentina fue de 4% en julio, la cifra mensual más baja en dos años y medio y la tercera consecutiva por debajo del 5%, informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
El índice de precios al consumidor (IPC) alcanzó en los últimos 12 meses un 263,4%, uno de los niveles más altos del mundo, mientras que en los primeros siete meses del año llegó a 87%.
Los aumentos estuvieron impulsados por los rubros "restaurantes y hoteles" (6,5%), "bebidas alcohólicas y tabaco" (6,1%) y "vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles" (6%).
La evolución del IPC sigue conformando al presidente ultraliberal Javier Milei, después de la explosión inflacionaria del 25,5% en diciembre pasado, impulsada por la fuerte devaluación del peso argentino tras el cambio de gobierno en ese mes.
La cifra se fue moderando paulatinamente hasta llegar a 4,2% en mayo, 4,6% en junio y el actual 4%, que quedó al borde de contrarrestar la marca de enero de 2022 (3,9%).
El gobierno argentino obtuvo en el primer semestre de este año el primer superávit fiscal desde 2008 con la implementación de un drástico recorte de presupuesto con la paralización de obras públicas, decenas de miles de despidos, congelamiento de los fondos para educación y salud y reducción de las jubilaciones y las ayudas sociales.
"Para nosotros la inflación es un tema que desde lo técnico está terminado, porque hicimos todo lo que había que hacer para solucionarla", dijo el martes el vocero presidencial, Manuel Adorni, al agregar que "lo que queda es tiempo para ir viendo esa inflación derrumbarse".
Para el economista Ricardo Delgado, director de la consultora Analytica, "dar por terminada a la inflación es demasiado para este momento de la economía".
"Sí hay una desaceleración de la inflación, tomando ese 4% de julio que quizás en agosto se vuelve a desacelerar, producto de varias cuestiones como la actividad económica en niveles muy bajos (...), la recesión siempre produce caída de inflación", explicó este miércoles a Radio Continental.
El consumo y la actividad económica se han desplomado desde diciembre debido a la devaluación del peso y a los recortes presupuestarios.
Según la Cámara Argentina de la Mediana Empresa, la venta minorista cayó un 15% interanual en julio y un 17% en lo que va de año.
De acuerdo con datos de la Seguridad Social, más de 600.000 personas han dejado de aportar en los últimos seis meses, lo que podría suponer una pérdida de empleo o una transición a la informalidad.
El gobierno contabiliza 115.000 pérdidas de empleo probadas en el sector privado, pero asegura que en junio se registró el primer repunte.
El Fondo Monetario Internacional prevé una contracción de 3,5% en la economía argentina para 2024 antes de una recuperación de 5% para 2025.