Hunter Biden, hijo del presidente de Estados Unidos, se declaró el miércoles no culpable de delitos fiscales menores cuando un acuerdo con fiscales federales quedó sin efecto en un tribunal de Delaware.
La sorpresiva reversión del acuerdo alcanzado el mes pasado se produjo después de que la jueza Maryellen Noreika planteara dudas sobre el complicado acuerdo que también zanjaba otro cargo por posesión de armas contra el hijo del presidente, informaron medios estadounidenses.
El hijo del mandatario pactó en junio con la Fiscalía declararse culpable de varios delitos federales para poner fin a unas acusaciones que incluyen desde irregularidades fiscales a un cargo relativo a posesión de armas. Hunter Biden admitía así errores en su declaración fiscal a cambio de evitar un hipotético ingreso en prisión.
Ahora este pacto se ha venido abajo y la defensa del acusado ha intentado proponer un nuevo acuerdo en virtud del que este se declaraba culpable de delitos fiscales, consumo de drogas y posesión de armas entre los años 2014 y 2019, renunciando además a protección frente a posibles futuros cargos.
La jueza Noreika ha calificado de "inusual" la parte de acuerdo original en la que se abordaba el asunto de la posesión de armas de Hunter Biden y que resolvía el caso con un programa de desviación para el hijo del presidente, una suerte de programa de rehabilitación para remediar el comportamiento delictivo.
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"Normalmente no hacemos públicos los acuerdos de desviación", ha manifestado la jueza, refiriéndose así a la decisión de las partes de hacer público este aspecto del acuerdo de culpabilidad alcanzado hace ya más de un mes.
Tras aquel acuerdo, las principales figuras del Partido Republicano, con el expresidente Donald Trump a la cabeza, salieron al paso para criticar la decisión de la Fiscalía, denunciar un supuesto "doble rasero" de la Justicia y acusar al presidente Biden de interferir en la Justicia y atentar contra la división de poderes.
LA CASA BLANCA DICE QUE ES "UN ASUNTO PERSONAL"
Las reacciones no se han hecho esperar y rápidamente la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, ha aclarado que "Hunter Biden es un ciudadano privado y este era un asunto personal para él. "Este caso fue gestionado de forma independiente (...) por el Departamento de Justicia bajo el liderazgo de un fiscal designado por el expresidente Trump".
"Como hemos dicho antes, el presidente y la primera dama (Jill Biden) aman a su hijo y lo apoyan mientras continúa reconstruyendo su vida", ha añadido Jean-Pierre, repitiendo las declaraciones vertidas por la Casa Blanca cuando se conoció el acuerdo alcanzado entre Hunter Biden y la Fiscalía.