Movilizar no sólo a sus seguidores sino a esa creciente franja apolítica es el gran reto que este domingo tienen los precandidatos de las tradicionales derecha e izquierda en Chile en el cumplimiento de las primarias para elegir sus cartas presidenciales.
El creciente abstencionismo registrado en las dos anteriores citas electorales (plebiscito por la Constitución y la elección de gobernadores, alcaldes y 155 constituyentes), con índices que rondaron el 78% es motivo de preocupación no solo por el desinterés ciudadano en procesos claves para el país, sino por evidente descontento con los partidos tradicionales.
Precisamente esto último fue lo que develó la elección de los constituyentes, donde los independientes lograron casi un tercio de las curules (48), seguida por la coalición conservadora gobernante (37) y las opositoras de izquierda Apruebo Dignidad (28) y Lista Apruebo (25).
En la jornada electoral del domingo -la tercera en nueve meses- se espera un comportamiento diferente ya que es un proceso distinto. Son las primarias partidarias, es decir donde los militantes de cada partido o movimiento votará por escoger el que considere es la mejor opción para entrar en la carrera por La Moneda.
Con una baja popularidad, tal ocurre a los mandatarios que ya tienen el sol a sus espaldas (especialmente los latinoamericanos), el conservador se apresta a dejar el poder tras dos períodos, a los que llegó gracias a la inédita concertación de centroderecha, inicialmente definida como Alianza por el Cambio, pero rebautizada posteriormente como Coalición.
Y, precisamente este abanderado de la derecha tradicional chilena fue el que abrió paso al acuerdo de unidad nacional, germen del proceso para una nueva Constituyente que está en marcha y que, en teoría, deberá entregar el texto en nueve meses.
Impedido constitucionalmente para otra reelección y cumpliendo con las reglas de la coalición gobernante Piñera no hizo guiño alguno sobre su posible sucesor. Está a la espera, como todos los militantes de la misma y una franja de opinión que sean las urnas las que este domingo hablen.
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Las cartas de la Concertación
Así, son cuatro los precandidatos de la coalición de derecha Chile Vamos que se someten al escrutinio: son Joaquín Lavín, de la Unión Demócrata Independiente (UDI); Mario Desbordes, del conservador Renovación Nacional (RN); Ignacio Briones, del liberal Evópoli, y Sebastián Síchel como independiente.
Además de su tendencia política, estos cuatro tienen en común haber fingido como ministros de Piñera, bien en su primer mandato o en el actual. Por tanto, además de tener experticia gubernamental conocen a fondo las políticas económicas y sociales que vale la pena continuar, aunque se debe aclarar que se está a la espera de los cambios que propongan los constituyentes y que, como se sabe, deberán ser avalados en un referendo.
Las más recientes encuestas, con corte al 30 de junio, realizadas por Criteria y Data Influyente vaticinan un empate técnico entre Lavin y Síchel, pero con una diferencia entre las mismas. La primera señala que ambos se ubican por encima del 30%, mientras que la segunda los ubica con un 16% de los apoyos. Y. también ambas firmas encuestadoras reseñan que los otros dos precandidatos, Desbordes y Briones no rozarán el 10% de los votos.
Salvo sorpresa, la victoria en la derecha se decidirá entre Lavín, quién perdió dos elecciones presidenciales y es alcalde de Las Condes, uno de los barrios más ricos de Chile, y Síchel, expresidente del BancoEstado y exministro de Desarrollo, que concita apoyos externos a los partidos tradicionales.
En este escenario podrían tener algún tipo los sondeos realizados con miras a la primera vuelta presidencial, que se surtirá el 21 de noviembre, los que señalan que la carta más fuerte para enfrentar al presumible candidato de izquierda, Daniel Jadue (Partido Comunista) es precisamente Lavin, ya que se ubica solo cuatro puntos porcentuales por debajo en esa intención de voto.
La izquierda, entre dos
En el frente de esta tendencia política la pugna de la coalición opositora Apruebo Dignidad, enfrenta a Daniel Jadue (PC), ante Gabriel Boric, del Frente Amplio, uno de los referentes en las movilizaciones estudiantiles de 2011 y el candidato más joven que hoy se mide en las urnas.
Jadue funge como actual alcalde de Recoleta -en el norte de la capital chilena- y ha basado su campaña en varios cambios estructurales, lo que ha desatado polémica, como aumentar el impuesto a la minería, subsidiar a las mypimes para mejorar salarios, mantener las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) pero que sea el ahorrador el que decida si el dinero para invertirlo en el sistema público que plantea y regular la estructura de propiedad de los medios de comunicación.
El abogado de 35 años, Boric, es un abanderado del respeto a los derechos humanos, la democracia participativa, la eliminación de las AFP y aumentar impuestos a los que llama “súper ricos”.
Como se ve sus propuestas son diferentes y opuestas, lo que ha llevado a que -según las encuestas- esta franja del electorado se decante por Jadue. Criteria le fija un 56% en intención de voto frente a 22% de su retador, mientras que para Data Influye los porcentajes son 32% y 27%, respectivamente.
Este es el panorama para la cita de este domingo, porque subsiste como gran duda si para la primera vuelta presidencial se dará una candidatura de Concertación, como la que gobernó Chile desde el fin de la dictadura en 1990 hasta el 2010, forjada en un histórico acuerdo programático de los partidos de izquierda, centroizquierda y centro.
Ello, porque como se sabe se quedaron fuera de esta primaria la Democracia Cristiana, el Partido Socialista y el Partido Por la Democracia, que perdieron su histórico apoyo entre el electorado progresista tras el cambio social que vive Chile desde 2019.
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¿Quiénes votan?
El Servicio Electoral de Chile (Servel) a través del presidente de su Consejo Directivo explicó que este domingo “pueden votar 14.627.497 personas en Chile y 65.936 en el extranjero, cifras inferiores al padrón de mayo, porque hay electores que no pueden sufragar en estas elecciones que son militantes de otros partidos políticos".
Agregó que para estas primarias habrá tres tipos de cédulas electorales (tarjetones) pero que el elector solo podrá votar con una de ellas. De esta forma, habrá una para los militantes de Chile Vamos (derecha), donde aparecerán los cuatro precandidatos, otra para los de Apruebo Dignidad (dos aspirantes) y una tercera para los independientes que pueden votar por cualquiera de los candidatos independiente de pacto, pero por uno solo.
Quedan excluidos de esta cita electoral quienes están afiliados a partidos políticos que no son parte de los pactos o coaliciones que se eligen en esta primaria y quienes que por diversas razones estén inhabilitados para sufragar o que tengan suspendido tal derecho.
Con los que el domingo resulten electos serán seis las opciones presidenciales que tendrán los chilenos, a saber: Paula Narváez, del movimiento Nuevo Trato; Pamela Jiles, del Partido Humanista; Carlos Maldonado del Partido Radical, José Antonio Kast, del Partido Republicano, Eduardo Artes (Unión Patriótica) y presumiblemente Joaquín Lavín y Daniel Jadue.
Como toda elección, la de este domingo es incierta, pero también esperanzadora ya que lo que ha dejado en claro el proceso político que inició hace menos de un año es que se está generando una oferta diferente y nuevos liderazgos, inclusive dentro de los tradicionales partidos de derecha e izquierda. De allí que esta primera movida en las urnas sea no sólo el pistoletazo de salida por alcanzar La Moneda, sino un fiel termómetro del líder que quieren los chilenos en esta época de cambios radicales.