¿Logrará Xi abrir paso a solución política de la guerra? | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Miércoles, 22 de Febrero de 2023
Redacción internacional con Europa Press

CON el hermetismo y sobriedad que caracteriza su régimen político, China avanza en un plan de paz para acabar la guerra en Europa con alta posibilidad de que se abra paso tanto por su ‘sólida amistad’ con Rusia como el peso político que tiene para ‘negociar’ con Ucrania y la coalición occidental.

La gira relámpago y trascendental que esta semana realizó su canciller, Wang Yi, arrancando en la alemana Múnich donde tuvo un primer encuentro con su par estadounidense Anthony Blinken tras el incidente del derribo del globo presuntamente espía y que concluyó el martes en Moscú, tuvo como fin entregar la mencionada iniciativa, ahora bajo estudio de autoridades rusas, ucranianas y norteamericanas.

La inesperada mediación china se registra luego de meses de reiterativos y fallidos intentos de la diplomacia global (Francia, Alemania, Turquía, entre otros) así como de insistentes llamados de Washington a Pekín para que ‘utilizara’ su influencia sobre el hombre fuerte del Kremlin.

Sobre la propuesta en curso no se conoce una línea, pero parece haber sido de buen recibo por las partes. Ucrania, a través de su canciller Dmytro Kuleba, expresó un cauteloso interés, reiterando que debe partir del “principio de integridad territorial" de su país, mientras que el presidente ruso Vladimir Putin, aunque no hizo mención alguna a la misma, se manifestó ‘deseoso’ de una reunión con su homólogo chino, Xi Jinping.

Por descontado se da que avanzar en el anunciado –pero desconocido- plan de paz es complejo y por tanto no será inmediato. Pero, igual, es una luz de esperanza cuando el conflicto cumple un año (este viernes) y amenaza con un feroz recrudecimiento sobre el terreno, mientras en el ambiente sobrevuela el riesgo nuclear.

Oficialmente lo único que se sabe a hoy es que el canciller Wang Yi expuso a las partes en conflicto sus ideas para encontrar una salida pacífica. "Los interlocutores chinos nos comunicaron sus reflexiones sobre las causas profundas de la crisis ucraniana, así como sus planteamientos para una solución política y no se abordó ningún 'plan' (de paz) separado", precisó el ministerio de exteriores ruso tras la reunión de ese funcionario con el presidente Putin.

El líder ruso destacó que "las relaciones internacionales son complicadas hoy (...) En este contexto, la cooperación (...) entre China y Rusia es de gran importancia para la estabilización de la situación internacional…Estamos alcanzando nuevos horizontes...nuevas cotas en nuestra sólida amistad".

Es probable que en esas “nuevas cotas” de relación bilateral, Xi Jinping logre puntos de encuentro con el Moscú y Kiev para cimentar el camino hacia el final de la guerra.

De allí que se rumora que la planeada visita del presidente chino a Moscú, que tendría lugar en abril o mayo, coincidiendo con la conmemoración de la victoria rusa en la Segunda Guerra Mundial, sea el escenario y la fecha para un gran anuncio en ese sentido.

"Estamos esperando la visita de Xi a Rusia, ya la hemos acordado previamente. Daremos un empujón al desarrollo de nuestras relaciones bilaterales", sostuvo Putin tras recibir al canciller chino, en un hecho inusual ya que reserva las audiencias para ciertos jefes de Estado o personalidades.

El periódico ‘The Wall Street Journal’ aseguró que Xi quiere desempeñar un papel más activo para poner fin al conflicto en Europa y que “una reunión entre ambos mandatarios sería un impulso para las conversaciones de paz, así como el momento para reiterar el llamamiento a evitar el uso de armas nucleares”, un riesgo latente y creciente tras la suspensión de Moscú en el acuerdo Nuevo Start.

Wang, que también se reunió en su fugaz visita a la capital rusa con el secretario del Consejo de Seguridad, Nikolai Patrushev, y su par, Sergei Lavrov, expresó que Rusia y China "deben ser más flexibles a la hora de enfrentarse a las circunstancias internacionales".

"A menudo nos enfrentamos a la crisis y el caos, pero siempre hay oportunidades para que se conviertan en otra cosa. (...) Pero esto requiere identificar cambios y responder a los desafíos de forma activa para reforzar nuestra alianza", aseguró antes de matizar que Pekín está "dispuesto a seguir apostando por las relaciones bilaterales independientemente del panorama a nivel internacional”,

Y, específicamente frente a la guerra, resaltó la "voluntad de Rusia para resolver el conflicto de Ucrania mediante el diálogo y las negociaciones”.

En su reunión con Lavrov, a quien se refirió como “querido amigo”, Wang destacó que "gracias a la dirección estratégica de los presidentes de ambos países "se ha dado un momento propicio para el desarrollo" e insistió en que "a pesar de la volatilidad de la situación a nivel internacional, China y Rusia siempre mantendrán su determinación y avanzarán de forma firme y con confianza".

Por su parte el canciller ruso, en velada alusión al nuevo orden mundial que ambos gobiernos han pregonado tras el inicio de la guerra, puntualizó que sus países “siguen coordinando cuestiones de política exterior para lograr un sistema más justo, abierto y democrático…La mayoría de países están interesados en esto".

Esta ‘avanzada’ china en buscar puntos de encuentro entre Rusia y Ucrania para poner fin al conflicto que ha dejado miles de miles de muertos, heridos, ciudades destruidas y un alto impacto en la economía global habría suscitado las recientes advertencias de Washington sobre la posibilidad de que el gigante asiático entregara ‘ayuda letal’ al Kremlin, lo que de inmediato fue desmentido por Pekín y ratificado el martes por su canciller, quien de paso afirmó que  “no nos dejaremos sumergir por amenazas ni presiones de terceras partes".


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Críticas de Biden

Paralelamente y en el consabido cruce de declaraciones, el presidente estadounidense, Joe Biden, criticó la decisión rusa de suspender su participación en un tratado de desarme nuclear, en tanto que su homólogo Vladimir Putin aseguró que Rusia pretende recuperar "tierras históricas" con su ofensiva militar en Ucrania.

Biden afirmó que la decisión rusa de suspender su participación en el tratado Nuevo Star de limitación de armas nucleares, firmado en 2010, fue un "grave error".

El mandatario estadounidense formuló esa apreciación antes de reunirse en Varsovia con el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, para discutir de un incremento de la ayuda militar a Ucrania.

También participaron en ese cónclave los dirigentes de nueve países de la OTAN que pertenecieron a la Unión Soviética o al Pacto de Varsovia durante la Guerra Fría (Bulgaria, Eslovaquia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa y Rumania).

Stoltenberg llamó a "romper el ciclo de la agresión rusa" y a "dar a Ucrania lo que necesita para ganar" la guerra, en vísperas del primer aniversario del inicio de la invasión, el 24 de febrero.

"No podemos dejar que Rusia siga menoscabando la seguridad europea", recalcó Stoltenberg.

Putin defendió por su lado la operación rusa en Ucrania, durante un concierto patriótico en el estadio Luzhnikí de Moscú. "Hoy, la jerarquía (militar) me ha dicho que se está luchando en nuestras tierras históricas por nuestro pueblo", dijo ante decenas de miles de asistentes.

También reiteró su señalamiento de que los países occidentales utilizan la guerra en Ucrania para "acabar" con Rusia y cargó en ellos "la responsabilidad de atizar el conflicto ucraniano y de sus víctimas".

En otro flanco, el gobierno chino acusó al presidente norteamericano de "decir una cosa y hacer otra", a propósito de la destrucción por un avión de combate estadounidense de un globo chino sobre Estados Unidos.

Las relaciones bilaterales han empeorado desde el incidente del 4 de febrero.  Según Washington, se trataba de un dispositivo espía que observaba principalmente bases militares estadounidenses. Por su parte, Pekín presentó este aerostato como una infraestructura civil que se había desviado de su trayectoria.

 "El presidente Biden, personalmente y sin escrúpulos, ordenó el envío de aviones de combate y de misiles avanzados para derribar un aerostato civil", declaró el portavoz de la cancillería, Wang Wenbin, al tiempo que insistió en que si bien "el presidente Biden ha prometido en varias ocasiones, pública y solemnemente, que no está buscando una nueva Guerra Fría y que no tiene ninguna intención de entrar en conflicto con China", sus acciones demuestran lo contrario.

En este marco de una guerra verbal política de ‘alta intensidad’ e intensos combates sobre el terreno, China busca que su plan de paz se abra espacio y convenza a las partes