El presidente francés, Emmanuel Macron, nombró este sábado a su nuevo gobierno con un giro a la derecha para evitar caer en una moción de censura en el Parlamento, donde estará bajo presión de la extrema derecha.
El secretario general de la presidencia, Alexis Kohler, leyó la composición del nuevo gobierno, que contará con 39 miembros procedentes principalmente de la alianza de centroderecha de Macron y del hasta ahora partido opositor Los Republicanos (LR, conservador).
En un contexto de crisis política, Macron nombró a inicios de septiembre como primer ministro al veterano político conservador Michel Barnier, quien necesitó dos semanas para tejer una coalición con estas fuerzas de centro y derecha.
Entre los 19 ministros principales figura el líder de LR en el Senado, Bruno Retailleau, que asumirá el Ministerio del Interior pese al malestar que provoca entre la izquierda y parte de la alianza de Macron por su línea dura en materia migratoria.
Varios miembros del último gobierno repiten como Sébastien Lecornu (Defensa) y Rachida Dati (Cultura) o cambian de cartera como Jean-Noël Barrot (canciller), Catherine Vautrin (Territorios) y Agnès Pannier-Runacher (Transición Ecológica).
El ministro 'macronista' Antoine Armand será el próximo ministro de Economía, en un contexto de "situación fiscal muy grave", en palabras de Barnier, cuando Francia incumple los límites de déficit y deuda públicos fijados por las normas europeas.
Macron, cuyo mandato termina en 2027, optó por Barnier para formar gobierno al considerar que el exnegociador europeo del Brexit, miembro de LR, podría garantizar una mayoría más estable en la dividida Asamblea Nacional (cámara baja).
Pero la amenaza de una moción de censura sigue presente. Las últimas elecciones legislativas, que Macron adelantó en junio, dejaron tres principales bloques --izquierda, extrema derecha y centroderecha--, todos lejos de la mayoría.
La coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP), que ganó los comicios con 193 diputados, ya anunció la presentación de una moción de censura contra el gobierno de Barnier, que podría prosperar si la apoya la extrema derecha.
La líder Marine Le Pen aseguró que esperará a conocer el programa de gobierno de Barnier para pronunciarse.