DE este a oeste, Canadá está bajo el azote de una temporada de incendios forestales sin precedentes y su punto máximo, que por lo general viene en julio o agosto, ni siquiera ha llegado.
Ninguna provincia se salva, ni siquiera Quebec o Nueva Escocia en el este, donde por lo general no hay grandes incendios.
Aquí un breve recuento de lo que Bill Blair, ministro de Preparación para Emergencias, dijo sobre "la peor temporada registrada de incendios forestales en Canadá" por las cifras.
Un total de 490 incendios forestales estaban ardiendo el martes, más de la mitad de ellos considerados fuera de control. Empezaron en el oeste de Canadá a inicios de mayo, provocando el estado de emergencia en Alberta y evacuaciones de decenas de miles de personas.
Pocas semanas después, luego de que las lluvias trajeran cierto descanso en el oeste canadiense, los esfuerzos en el combate a los incendios se trasladaron a Nueva Escocia en la costa atlántica ya Quebec, poco habituados a la escalada y fuerza de los incendios de este año.
Quebec se mantiene como el sitio más caliente en el país, con 112 incendios activos cuyo humo alcanza a Estados Unidos y Europa.
En total, más de 100.000 personas fueron desplazadas por los incendios a lo largo del país.
En un año típico, unos 7.500 incendios forestales queman más de 2,5 millones de hectáreas de bosques en Canadá. Pero este año han sido más de 7,8 millones de hectáreas, un área casi del tamaño de Austria.
En Quebec, 1,3 millones de hectáreas se han quemado hasta ahora, en comparación con el promedio de menos de 10.000 anuales en la última década. El área quemada en los últimos 25 días superó el total combinado de los últimos 20 años.
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Las emisiones de carbono liberadas por los incendios en la atmósfera ya superan el récord anual de Canadá, según el observatorio europeo Copernicus.
Desde inicios de mayo los incendios han generado cerca de 600 millones de toneladas de CO2, equivalente al 88% del total de emisiones de efecto invernadero del país de todas las fuentes energéticas en 2021.
Solo en 2023, los incendios en Canadá representan más del 10% de las emisiones globales de carbono por incendios forestales de 2022 (1.455 megatoneladas).
Cientos de bomberos internacionales que ayudan a los canadienses a luchar contra incendios forestales sin precedentes enfrentan una tarea compleja en el corazón de la selva boreal, azotada por fuegos incontrolados.
El jefe de un equipo francés desplegado en Quebec, Eric Flores, dice a la AFP que nunca había visto algo parecido. Su equipo estaba ocupado en la limpieza de los escombros para evitar explosiones cuando de repente se vieron atrapados por un incendio que se desató 50 metros detrás de ellos en una zona verde de bosque.
"A medida que el fuego arde bajo tierra por las raíces, puede ir a lugares que no sospechas. Es muy impredecible y puede estallar muy rápidamente", explica en una entrevista telefónica desde la región de Abitibi-Temiscamingue, en el norte de Quebec.
"Es un trabajo meticuloso, avanzamos metro a metro", agrega.
Después de movilizarse en helicóptero, los equipos tienen que caminar varios kilómetros en el bosque antes de llegar a su zona de ataque.
Los rodea una espesa y nociva humareda, junto con un enjambre de moscas negras y mosquitos.
"Es diferente a todo lo que estamos acostumbrados en Francia. Imaginen un muro de llamas de 100 metros de ancho, el doble de la altura de los árboles", sostiene Flores./AFP