México, atrapado por el juicio en EE.UU. a su "exsuperpolicía" | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Domingo, 29 de Enero de 2023
Redacción internacional con AFP

A LAS turbiedades de su guerra contra el narcotráfico se enfrenta México con el juicio en Estados Unidos de su exjefe policial, Genaro García Luna, procesado por tráfico de cocaína y complicidad con el cartel de Joaquín "el Chapo" Guzmán.

El juicio al exministro de Seguridad (2006-2012) ha ido al meollo del asunto desde las primeras audiencias, realizadas ante el mismo tribunal de Nueva York que condenó al "Chapo" a prisión perpetua en 2019 por tráfico de drogas.

El primer testimonio candente llegó el martes cuando Sergio Villarreal Barragán, un exnarco mexicano, detalló el modus operandi de los supuestos pagos mensuales entregados a García Luna por el cartel de Sinaloa a cambio de su protección e información.

No hay ninguna prueba, respondió la defensa, que buscará desacreditar los testimonios de antiguos traficantes protegidos por Estados Unidos como Villarreal, apodado "El Grande".

En México, el presidente izquierdista Andrés Manuel López Obrador (AMLO por sus iniciales) ha prometido un informe diario del proceso y ha cuestionado la cobertura de los medios locales.

El mandatario informó también que México intenta recuperar en una corte estadounidense unos 700 millones de dólares presuntamente malversados por García Luna.

Ya como exministro y al frente de empresas privadas, se benefició de importantes contratos estatales durante el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), según el periodista independiente Francisco Cruz, autor de una biografía del acusado.

La demanda mexicana fue interpuesta el 21 de septiembre de 2021 en Florida contra 39 empresas pertenecientes a García Luna o sus allegados, detalló el canciller mexicano Marcelo Ebrard.

López Obrador ha planteado "tres hipótesis": que García Luna "no es culpable" y "lo tienen que liberar". "Sería un fiasco, sobre todo quedarían muy mal las agencias y el gobierno de Estados Unidos", dijo.

La segunda es que actuó solo y la tercera, que tenía "la licencia" de los presidentes Felipe Calderón (2006-2012) y Vicente Fox (2000-2006) con quienes trabajó.

López Obrador pretende encarnar una ruptura con sus predecesores "conservadores".

En agosto de 2021, organizó un referéndum para consultar a los mexicanos si apoyaban enjuiciar a cinco expresidentes por presuntos delitos. Un 90% dijo que sí, aunque la población participante alcanzó apenas 8%.

 

FBI, su modelo

Detenido en diciembre de 2019 en Dallas, Texas, García Luna de 54 años fue interlocutor directo con Washington cuando era el zar de seguridad del presidente Calderón.

Una fotografía lo muestra compartiendo sonrisas con la exsecretaria de Estado Hillary Clinton en 2009, en plena época de la "Iniciativa Mérida", lanzada por ambos países para combatir el crimen organizado transfronterizo.

Jefe de la policía, el exagente secreto era entonces el brazo armado de la guerra total contra los narcos iniciada por Calderón en diciembre de 2006.

En aquella época, el llamado "superpolicía" ya llevaba varios años monetizando su influencia con el "Chapo" Guzmán, acusó el Departamento de Justicia estadounidense en 2020.

"De 2001 a 2012 (...) García Luna recibió millones de dólares en sobornos del cartel de Sinaloa a cambio de brindar protección para su actividad de narcotráfico", alega dicha dependencia.

Antes de ser ministro, este ingeniero de formación dirigió la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI), una rama de la antigua procuraduría federal.

En ese cargo, supervisó la detención en diciembre de 2005 de la francesa Florence Cassez y de su exnovio Israel Vallarta, acusados de secuestros. Fue un completo montaje, según un reciente documental de Netflix.

Cassez fue liberada por decisión de la Suprema Corte, que argumentó vicios de forma, en enero de 2013. Vallarta, que fue torturado por la AFI, sigue encarcelado y esperando un juicio.

Proveniente de un barrio modesto de México, García Luna ingresó a los 21 años al desaparecido servicio de inteligencia nacional (Cisen), donde tomó como modelo a John Edgar Hoover, jefe del FBI de 1924 a 1972.

Allí conoció a su esposa, una analista de inteligencia a la que saluda afectuosamente en cada audiencia en Nueva York.

Siempre elegantemente vestido, García Luna se ha cruzado en sus diversos cargos con las agencias estadounidenses de seguridad, cuya presencia en México es un secreto a voces.

"Tuvimos una estrecha relación con él en los temas de crimen y narcotráfico", recuerda Mike Vigil, un veterano agente de la DEA asignado desde la década de 1970 en México, adonde regresó en misión durante los años 1990.

El acusado enfrenta una pena mínima de 20 años de prisión y hasta una posible cadena perpetua como "el Chapo" Guzmán.



Secuestro

El capo mexicano de la droga Arturo Beltrán Leyva "mandó a secuestrar" al entonces secretario de Seguridad Pública, hoy en el banquillo, para pedirle explicaciones sobre con qué narcotraficantes estaba, aseguró alias ‘El Grande” en el juicio.

"Lo levantaron (secuestraron) en una carretera de Morelos. Lo llevaron a Arturo", sostuvo quien fuera la mano derecha del sanguinario jefe del cartel de los Beltrán Leyva.

Fue en un periodo en que los carteles estaban en plena guerra tras la detención de Alfredo Beltrán Leyva, en 2008, por el control de la droga en México. El cartel de los hermanos Beltrán Leyva y los Z parecían los más perjudicados.

Según el testigo, García Luna le habría dicho al capo que "era problema de ellos y que él era neutral" y que "iba a seguir trabajando para los dos".

"A Arturo no le gustó la respuesta" y reaccionó "muy violentamente", pero según el testigo, le dijo que "no se preocupara por el dinero (sobornos) que él iba a cubrir" la parte que antes pagaban los diferentes capos del cartel al funcionario para su protección.

Según el testigo, el jefe del cartel de los Beltrán Leyva se quejó de que ya no le respondía las llamadas que le hacía a través de su mano derecha, Luis "Cárdenas Palomino", y que "había decomisos constantes" en su facción que "beneficiaban al cartel de Sinaloa" de Joaquín 'Chapo' Guzmán e Ismael Mario Zambada, "El Mayo", entre otros.

Según el cálculo de la defensa, en base a las declaraciones del testigo, García Luna habría recibido al menos 230 millones de dólares en sobornos en nueve años.

No obstante, una cantidad muy inferior a los 400 millones de dólares mensuales que ganaba Beltrán Leyva con la droga, según el testigo que fue su lugarteniente hasta que fue detenido en 2010.

El testigo aseguró que cuando el acusado se convirtió en secretario de Seguridad siguió "dando información", sobre todo, a través de su mano derecha Luis Cárdenas Palomino. Una de las ocasiones fue un chivatazo de que iba a ver una redada policial con motivo de la boda de “La Barbie” en Acapulco.

"La fiesta se hizo, pero nadie fue. Ni siquiera el novio. El gobierno llegó (agentes) pero no había nada", contó.

Así mismo aseguró que García Luna les había proporcionado un contacto para comprar equipos para interceptar llamadas e inhibidores de señal.

El abogado de García Luna, César de Castro basó su defensa en el acuerdo que el testigo hizo con la fiscalía para minimizar su pena. Tras cumplir 10 años de cárcel y pagar 100 millones de dólares de multa, Villarreal Barragán, alias ‘El Grande” está libre y reside legalmente en Estados Unidos.

La Fiscalía, por su parte, dijo que Genaro García Luna “traicionó a su país y a Estados Unidos, al recibir millones de dólares de sobornos una y otra vez”.

El arquitecto de la guerra contra el narcotráfico, que lanzó Felipe Calderón en su sexenio (2006-2012), también ayudó al “Chapo” Guzmán a introducir 53 toneladas de cocaína a Estados Unidos, convirtiéndose en un "miembro" más de la conspiración, sostuvo el ente acusador.

García Luna es el exfuncionario mexicano es el de mayor rango que comparece ante un tribunal estadounidense y su juicio despierta tanto suspicacias como temores en México.