Un sismo de magnitud 6,9 fue detectado frente a la costa sur de Filipinas en la madrugada del lunes, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el último de una serie de fuertes sacudidas en esta zona.
El temblor, el último de una serie de fuertes sacudidas en la región, se produjo justo antes de las 04H00 locales (20H00 GMT del domingo) a una profundidad de 30 kilómetros y a unos 72 km al noreste del municipio de Hinatuan, en la isla de Mindanao.
El Instituto filipino de Sismología, que registró el sismo con una magnitud 6,7, declaró que no había riesgo de tsunami.
Poco después, otro terremoto de magnitud 5,4 fue registrado por el USGS en la región, a 28 kilómetros al este de Aras-Asan, a una profundidad de 43 kilómetros.
Un primer sismo de magnitud 7,6 se produjo en el sur de Filipinas el sábado, llevando a los residentes a evacuar hacia áreas más altas o tierra adentro.
Al menos dos personas murieron y varias resultaron heridas tras el terremoto, informaron las autoridades.
Pánico tras la réplica
El domingo se produjo otra fuerte réplica de magnitud 6,6, de acuerdo con el USGS.
El oficial de policía Joseph Lambo en Hinatuan señaló que este temblor hizo que la gente saliera de nuevo corriendo de sus casas.
"Entraron en pánico al recordar el sismo de la noche anterior", contó Lambo a la AFP.
Un hombre de 30 años de la localidad de Bislig, en la provincia de Surigao del Sur, murió aplastado por un muro de su casa, dijo Pacífica Pedraverde, una funcionaria local de gestión de desastres.
Una mujer embarazada murió en la ciudad de Tagum, en la provincia de Davao del Norte, indicó la agencia nacional de desastres, sin dar más detalles.
Además, dos personas resultaron levemente heridas por la caída de escombros, en la ciudad de Tandag, a unos 100 km al norte de Bislig, dijo otro funcionario.
Por el momento no hay información de edificios o infraestructuras que hayan sufrido daños importantes, dijeron el domingo a la AFP las autoridades de gestión de desastres.
Breve alerta de tsunami
El primer sismo ocurrió el sábado a una profundidad de 32 km a las 22h37 (14h37 GMT), a una distancia de unos 21 km al noreste de Hinatuan, indicó el USGS.
Acto seguido, se emitió una alerta de tsunami en la región del Pacífico y se exhortó a los residentes de las áreas costeras del este de Mindanao a "evacuar de inmediato" y trasladarse a áreas más altas o tierra adentro.
El Instituto filipino de Sismología advirtió inicialmente de un "tsunami devastador" con olas que "representan una amenaza para la vida".
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico (OTWC), en Hawái, también emitió una alerta, pero luego anunció que había sido levantada.
El instituto filipino de sismología también anuló la alerta, indicando que las olas más altas generadas por el sismo habían alcanzado los 0,64 metros en la isla de Mawes.
Cerca de 45.000 residentes fueron llamados a abandonar sus hogares y muchos de ellos se fueron a pie o en automóvil, según el oficial de policía Joseph Lambo, que dijo que el terremoto fue "muy fuerte".
Dyl Constantino, de 25 años, se encontraba en la isla de Siargo, al noreste de Mindanao, cuando ocurrió el sismo.
"Este es el sismo más largo y fuerte que he vivido, probablemente duró casi cuatro minutos", aseguró a la AFP.
Bethanie Valledor, de 24 años, dormía en un complejo hotelero en Bislig, cuando el sismo la despertó con un sobresalto.
"Tuve la impresión de que la habitación en la que estábamos iba a ser destruida", dijo la joven a la AFP.
Los sismo ocurren a diario en Filipinas, un archipiélago situado en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, un área de intensa actividad sísmica y volcánica que se extiende desde Japón hasta la Cuenca del Pacífico a través del Sudeste Asiático. La mayoría son de intensidad leve.