Paliar ansiedad por salud del presidente Biden intenta Casa Blanca | El Nuevo Siglo
"El presidente entiende que no es un hombre joven, él mismo lo ha dicho, pero su objetivo es continuar en el puesto para servir al pueblo estadounidense en los temas que importan": Karine Jean-Pierre, portavoz de la Casa Blanca. /Foto: AFP
Martes, 2 de Julio de 2024
Redacción internacional con AFP

Levantar el ánimo de los pesos pesados ​​y congresistas demócratas que cuestionan la aptitud del presidente Joe Biden, de 81 años, para un segundo mandato, intenta la Casa Blanca.

"Represento el corazón del distrito del Congreso que una vez representó (el expresidente) Lyndon Johnson. En circunstancias muy diferentes, tomó la difícil decisión de retirarse. Espero que el presidente Biden tome esa misma decisión, difícil y dolorosa. Respetuosamente se lo pido”, afirmó Lloyd Doggett, el primer congresista del partido en pedirle públicamente que tire la toalla.

"Creo que es una pregunta legítima decir: '¿Es esto un episodio o es un estado?", afirmó a la cadena MSNBC la muy influyente Nany Pelosi, de 84 años, expresidenta demócrata de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

Se refiere al desastroso debate del jueves pasado de Biden contra el republicano Donald Trump, de 78 años, en el que el demócrata se trabó varias veces y perdió el hilo, lo que exacerbó los temores sobre su agudeza mental.

Joe Biden "sabe cómo remontar", dijo a los periodistas la portavoz Karine Jean-Pierre, quien descartó la posibilidad de que el octogenario se someta a un test cognitivo porque "no se justifica, no es necesario". En febrero su médico lo declaró apto para gobernar.

Durante el debate el presidente estadounidense fue incapaz de expresarse con fluidez e ímpetu sin un teleprónter (aparato que permite leer un texto sin apartar la mirada de la cámara). El viernes concederá una entrevista a ABC News, retransmitida íntegramente el domingo.

La Casa Blanca también promete una rueda de prensa en solitario la próxima semana durante la cumbre de la OTAN en Washington y conversaciones con funcionarios, gobernadores y congresistas demócratas de alto rango.

Karine Jean-Pierre repitió que Joe Biden pasó una "mala noche" el jueves por la noche y reiteró que estaba "resfriado".

"Él entiende que no es un hombre joven, obviamente, él mismo lo ha dicho, pero su objetivo es continuar en el puesto para servir al pueblo estadounidense en los temas que importan", sostuvo.

Los demócratas pierden la paciencia.

"Tenemos que ser honestos con nosotros mismos y decir que no fue sólo una noche horrible", declaró a CNN el congresista demócrata Mike Quigley.

Un sondeo publicado el martes por la CNN ha alimentado aún más el pavor en el bando demócrata: el 75% de los electores encuestados cree que el partido tendría más posibilidades en noviembre con otro candidato.

Trump obtiene el 49% de las intenciones de voto a nivel nacional, frente al 43% de su rival, una diferencia que no ha variado desde el último sondeo de este tipo, realizado en abril.

La vicepresidenta Kamala Harris, aunque no ganaría, estaría mejor situada, con un 45% frente al 47% del expresidente republicano.

Otros posibles candidatos demócratas, algunos de ellos poco conocidos por la opinión pública, se enfrentarían a Donald Trump con puntuaciones similares a la del actual presidente, a pesar de su falta de notoriedad, como el gobernador de California, Gavin Newsom, el secretario de Transportes, Pete Buttigieg, y la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer.

El New York Times informó que algunos colaboradores del presidente han constatado ausencias "más frecuentes" y "más pronunciadas" en los últimos meses, pero también momentos lúcidos, por ejemplo, ante las crisis internacionales.

Las preguntas sobre la agudeza mental del presidente más viejo de la historia de Estados Unidos, que ha sufrido un deterioro físico evidente, son "legítimas", insistió Karine Jean-Pierre, pero evitó contestarlas directamente.

El portavoz aseguró que el gobierno "no oculta en absoluto" información sobre las aptitudes del presidente.

Un cambio de tono claro, en una Casa Blanca que hasta ahora tenía tendencia a eludir las preguntas sobre la edad del presidente.

Hace meses que el presidente estadounidense, que se ha caído varias veces en público, ya no utiliza la gran pasarela de su avión. Prefiere una escalera más corta y estable.

Desde hace varias semanas, también se rodea de asesores para desplazarse desde la Casa Blanca hasta su helicóptero situado en el césped, lo que evita que las cámaras graben su andar muy rígido.