La policía canadiense se desplegó en masa en las calles de Ottawa, ocupadas desde hace casi tres semanas por manifestantes contrarios a las medidas sanitarias, en una protesta que ha dejado de ser "pacífica", según el primer ministro Justin Trudeau.
Por primera vez desde el inicio del movimiento, cientos de policías se posicionaron ante los manifestantes y los camiones que bloquean las calles, señaló un periodista de la AFP.
La ciudad de Ottawa, la provincia de Ontario y todo Canadá están en estado de emergencia por este movimiento de protesta sin precedentes, partido de la oposición de los camioneros a vacunarse contra el covid-19 para cruzar la frontera con Estados Unidos y extendido luego a protestas contra el conjunto de las medidas sanitarias y el gobierno.
Las fuerzas de seguridad han levantado barricadas para proteger los edificios del Parlamento.
La policía advirtió a los manifestantes que abandonaran la zona "inmediatamente".
Unos 400 camiones todavía ocupan las calles del centro de Ottawa y muchos camioneros han quitado las llantas de sus vehículos para que sea más difícil quitarlos.
El movimiento ya no es pacífico, dijo Trudeau en su discurso durante un histórico debate en la Cámara de los Comunes sobre la implementación de la ley de medidas de emergencia.
"El objetivo de todas las medidas, incluidas las financieras, previstas en la Ley de Emergencias es hacer frente a la amenaza actual y controlar totalmente la situación", dijo el gobernante.
En una carta dirigida el miércoles por la noche a los primeros ministros de las provincias, Trudeau consideró que el movimiento de protesta "amenaza la democracia" y socava "la reputación de Canadá en el extranjero".
Los manifestantes, decididos a quedarse "hasta el final", recibieron un ultimátum de la policía, que rodeó los camiones para repartir un volante ordenándoles "abandonar el recinto".
"Están tratando de asustar a la gente para que no venga este fin de semana", dijo a la AFP el camionero Kevin Veurink, de 39 años, en reacción a la instalación de estas barricadas alrededor del recinto parlamentario.
Con el logo "Libertad juntos" en la espalda, este hombre que cargaba un carrito con bidones de gasolina dice que está listo para quedarse "hasta que nos arresten, si eso sucede".
El miércoles por la noche, el nuevo jefe de policía de Ottawa dijo a los funcionarios de la ciudad que disponía de un "plan metódico" para poner fin a la protesta.
"Algunas de las técnicas que se nos permite usar y estamos preparados para usar no se ven comúnmente en Ottawa", advirtió.
El mal tiempo, la lluvia de la mañana y la nieve prevista para la tarde podrían complicar las operaciones de la policía, que se enfrenta a una situación compleja y peligrosa para desalojar a los manifestantes de las calles de Ottawa.
Las fuerzas del orden temen en particular la presencia de "elementos radicales", pero también de muchos niños en la manifestación, incluidos bebés.