Políticas populistas, dominantes en Europa central | El Nuevo Siglo
AFP
Domingo, 24 de Junio de 2018
Tereza Dvořáková
El auge de este fenómeno es claro en Europa Central. República Checa, Polonia y Hungría demuestran cómo los ciudadanos se ven atraídos por discursos basados en el miedo

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ME LLAMO Tereza y estudio periodismo en República Checa.  Mi país vive, como otros, el auge de  las políticas populistas que ponen en riesgo la unidad de la Unión Europea.

Hace tres años Ángela Merkel abrió las fronteras de Alemania para los refugiados que escapaban de los países azotados por las guerras en Medio Oriente y África. Hasta hoy, Europa está debatiendo si la decisión fue buena o mala; sin embargo una cosa es clara: el alto número de migrantes africanos y árabes llegando a la UE ha provocado miedo en los habitantes y más en los países que habían estado cerrados por 50 años. Uno de estos países es el mío.

El miedo

Los países de Europa central y oriental habían estado cerrados hasta la revolución de 1989; antes la gente no había podido viajar y como era la Guerra Fría, tampoco habían tenido información sobre el resto de mundo. Afortunadamente, yo no experimenté la era del comunismo pero todas las generaciones anteriores vivieron gobernadas bajo este modelo.

Ahora, traten de imaginarlo. Es la década de los setenta, llevas viviendo 30 años, no puedes viajar, nunca has conocido a ningún extranjero y la mayoría de los habitantes se parecen a ti. Después hay una revolución, se abren las fronteras y el país se llena con gente distinta. Pocos años después llega la gente con una religión totalmente diferente y se incrementan el número de ataques terroristas, aumentando el miedo en la población.

Así que el miedo se convierte en el insumo más importante para los políticos populistas. En el año 2013, cuando todavía no podía votar, fue fundado un partido político radical basado en el rechazo a los inmigrantes. El partido obtuvo 6% en las elecciones 2013 (es decir, antes de la crisis de refugiados).  En el mismo tiempo se empezó a fortalecer el movimiento político “No queremos Islam en la República Checa”.

Dos años después vino la crisis de refugiados; sin embargo, ésta no había tocado la Europa Central como Polonia, República Checa o Eslovaquia. Personalmente yo solo he visto refugiados en mis vacaciones en Turquía. A pesar de esto, la gente se volvió loca. El partido radical se acabó por la corrupción pero tiempo después fue fundado el partido SPD con los lemas “Detener el islam” y “Paramos la dictadura de Bruselas”. Esta colectividad fue la cuota más fuerte en las elecciones de 2017 aunque solo 1400 personas solicitaron asilo en 2016; de ellas solo 148 fueron aceptadas y la mayoría vino de Ucrania, y hasta donde yo sé, los ucranianos son cristianos.

No sé qué pasará en los próximos años pero espero que la ciudadanía entienda que el populismo no es lo que puede salvar nuestros países y que la UE no es el enemigo

Czechxit 

El partido populista está buscando aprobar el referendo sobre la salida de República Checa de la UE o Czechxit haciendo énfasis en el vago conocimiento que tiene la ciudadanía sobre los beneficios de la afiliación a ésta.  

La situación en Polonia, Eslovaquia y Hungría es muy similar. Hungría experimentó la crisis en 2015 pero el gobierno la resolvió rápidamente y radicalmente: con una valla. Esta decisión bajó la ola de los migrantes y redujo el problema. El que tomó esta decisión, el primer ministro Víctor Orbán, fortaleció su popularidad y poder tanto que en las elecciones de este año ganó y obtuvo la mayoría constitucional.  Lo interesante es que aunque Víctor Orbán ha tenido la política negativa hacia las cuotas de migrantes y  contra la UE en general, en 2018 Hungría aceptó 1300 refugiados pero no cumplió con sus cuotas de redistribución. No solo las relaciones entre la UE, República Checa y Hungría se están agudizando. Polonia está cerca de salirse de la misma, aunque el 80% de polacos están a favor del bloque. Polonia tiene nuevo primer ministro desde el año 2017 quien ha promovido las reformas que según los diplomáticos de la UE socavan los principios básicos de la organización.  También el gobierno está contra la política en materia de cuotas y aceptación de refugiados. Si miramos a las cifras, podemos ver que en el año 2017 Polonia rechazó 81% de solicitantes de asilo y aceptó solo 40 solicitantes de Siria.

En los casos de los países de Europa Central se puede ver que los populistas están intentando modificar los parámetros liberales de la UE. Por ejemplo, Víctor Orbán dirigió su campaña contra el filántropo George Soros o los partidos populistas en mi país están compuestos de personas no calificadas que publican “falsas noticias” en Facebook.  

Yo veo este fenómeno con mis propios ojos cada día, la gente está asustada, así que cree en las promesas populistas. No sé qué pasará en los próximos años pero espero que la ciudadanía entienda que el populismo no es lo que puede salvar nuestros países y que la UE no es el enemigo.