SI BIEN un presidente “no está por encima de la ley” si tiene “inmunidad absoluta” frente a un proceso penal por actos oficiales realizados mientras ejercía el cargo. Ese fue el dictamen de la Corte Suprema de Estados Unidos frente a una consulta que en tal sentido le hicieron tanto tribunales inferiores como el fiscal especial que investiga al exmandatario y candidato conservador, Donald Trump.
Con esta sentencia, que establece los límites de la inmunidad penal de un presidente, los procesos penales que tiene pendientes Trump no se podrán realizar antes de que se celebre la elección presidencial, el 5 de noviembre, taly como lo pretendía la Fiscalía.
Por seis votos de los magistrados conservadores contra tres (los de los progresistas), el tribunal dictó que un presidente goza de cierta inmunidad procesal.
El presidente de la Corte Suprema, el conservador John Roberts, escribió en nombre de la mayoría que un presidente "no está por encima de la ley", pero tiene "inmunidad absoluta" frente a un proceso penal por actos oficiales realizados mientras estaba en el cargo.
"Por lo tanto, el presidente no puede ser procesado por ejercer sus poderes constitucionales básicos y tiene derecho, como mínimo, a una presunta inmunidad procesal por todos sus actos oficiales", dijo Roberts.
"En cuanto a los actos no oficiales de un presidente, no hay inmunidad", añadió Roberts, que envía el caso nuevamente a un tribunal inferior para determinar cuáles de los cargos a los que se enfrenta el expresidente implican una conducta oficial.
Tanto un tribunal de distrito como un panel de tres jueces de la corte de apelaciones rechazaron la reclamación de inmunidad por parte de Trump.
El tribunal de distrito celebrará ahora lo que se espera sea una serie de largas vistas previas.
Trump está acusado de conspirar para defraudar a Estados Unidos, así como de obstruir un procedimiento oficial, es decir, la sesión conjunta del Congreso celebrada el 6 de enero de 2021 para certificar la victoria de Biden.
El expresidente de 78 años también está acusado de conspirar para negar a los estadounidenses el derecho a votar ya que se cuentan sus votos.
Los tres magistrados progresistas discreparon.
La jueza Sonia Sotomayor recalcó que "nunca en la historia" del país "un presidente ha tenido motivos para creer que sería inmune a un proceso penal si utilizase los atributos de su cargo para violar la ley penal".
"Por miedo a nuestra democracia, disiento", escribió.
Steven Schwinn, profesor de derecho de la Universidad de Illinois en Chicago (norte), estima que el fracaso "simplemente significa que este caso se prolongará cada vez más y más y más y mucho más allá de las elecciones".
"Va a obstaculizar seriamente el procesamiento de un expresidente" porque las acciones oficiales y las no oficiales "a menudo están entrelazadas", añadió.
El juicio de Trump por este caso debería haber comenzado el 4 de marzo, mucho antes de su revancha electoral en noviembre con el presidente Joe Biden, pero la Corte Suprema, dominada por conservadores, incluidos los tres nombrados por el republicano durante su mandato, aceptó en febrero examinar su argumento de que merece inmunidad presidencial, dejando el caso en suspenso.
En mensajes en su red Truth Social, Trump calificó el dictamen de "gran victoria" para la "Constitución y democracia".
"La histórica decisión de hoy de la Corte Suprema debería poner fin a toda la caza de brujas del corrupto Joe Biden contra mí", dijo.
El director adjunto de campaña de Biden, Quentin Fulks, expresó su indignación. “Acaban de entregarle a Donald Trump las llaves de una dictadura”, protestó.
Blanco de cuatro inculpaciones penales, a hoy el exmandatario tiene una condena penal, tras ser encontrado culpable por un tribunal de Nueva York de fraude fiscal, en el caso de los pagos a una exactriz porno. Este 11 de julio, el juez Merchán proferirá la condena.
Pero esta primera condena penal, sin precedentes para un expresidente de Estados Unidos, es la menos grave políticamente de las cuatro y posiblemente sea la única antes de las elecciones.
A fuerza de recursos, los abogados de Donald Trump han conseguido aplazar los otros juicios, a nivel federal por retención de documentos clasificados tras su salida de la Casa Blanca, y en los tribunales del estado clave de Georgia, por presunta injerencia electoral en 2020.
Si gana las elecciones, Donald Trump podría -una vez que preste juramento en enero de 2025- ordenar la paralización de los procesos federales abiertos contra él.