Inteligencia española le seguía la pista y pidió colaboración a autoridades alemanas que hicieron efectiva la orden de detención europea. Multitudinarias marchas en Barcelona. Exconsejera catalana negocia su entrega en Escocia, donde vive.
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Un nuevo y duro revés sufrieron los independentistas catalanes con la detención en Alemania del expresidente y líder de los intentos secesionistas, Carles Puigdemont, acusado de rebelión por la justicia española y objeto de una orden de detención europea.
La orden de captura se verificó en cumplimiento de la intervención que el Gobierno de España mantiene en Cataluña tras la realización del referendo pro secesión, declarado inválido y se mantendrá hasta que los independentistas -que obtuvieron mayoría parlamentaria en las elecciones regionales del 21 de diciembre pasado- escojan un presidente y éste forme Gobierno. De no conseguirlo antes del 22 de mayo, la región se verá abocada a unas nuevas elecciones.
La detención del expresidente de la Generalitat provocó manifestaciones en Cataluña. Miles de sus seguidores se congregaron en las Ramblas, célebre avenida del centro de Barcelona, a petición del grupo independentista radical Comités de Defensa de la República.
La multitud, que enarbolaba banderas independentistas y pancartas donde se reclamaba la “libertad de los presos políticos”, se dirigió luego hasta la delegación de la Comisión Europea en Barcelona, donde gritó: “¡Esta Europa es una vergüenza!”.
Judith Cárpena, una estudiante de arquitectura de 22 años, se dirigió por su parte a quienes se oponen a la independencia de Cataluña. “No canten victoria”, dijo. “No es el fin del independentismo, ni mucho menos. El independentismo lo lidera el pueblo y a todos no nos pueden encarcelar. Habrá otros Puigdemont”.
Puigdemont “fue arrestado a las 11h19 [09H19 GMT] por una patrulla de la policía de tráfico en Schleswig-Holstein”, un estado del norte de Alemania, indicó un portavoz de la policía alemana, que explicó que la detención se hizo en virtud de una euroorden.
“Me llamó esta mañana para decirme que había sido detenido en Alemania cerca de la frontera con Dinamarca”, declaró su abogado belga Paul Bekaert a la televisión catalana. “Venía de Finlandia donde había dado una conferencia a estudiantes. Será presentado ante un juez que decidirá, en 48 horas, si debe ser encarcelado o dejado en libertad condicional”, añadió el letrado.
La fiscalía alemana anunció poco después que Puigdemont comparecerá hoy ante el juez. Si lo mantiene en arresto, el gobierno español pedirá su entrega.
El viernes, el juez español que instruye la causa contra la cúpula independentista catalana, Pablo Llarena, confirmó el cargo de “rebelión” contra 13 dirigentes, entre ellos Puigdemont.
Llarena imputó a 25 dirigentes en total, 12 de los cuales están acusados de delitos menos graves como el de "desobediencia". El magistrado emitió o reactivó órdenes de detención europeas e internacionales contra seis responsables independentistas huidos al extranjero, entre ellos Puigdemont.
El delito de rebelión se castiga con hasta 30 años de cárcel en España, y su aplicación en el caso catalán es controvertida, ya que presupone “un alzamiento violento” que, según numerosos juristas, jamás se produjo en Cataluña.
El juez acusa a Puigdemont de haber organizado el referéndum de autodeterminación del 1 de octubre a pesar de su prohibición y del “grave riesgo de incidentes violentos”. Las imágenes de las duras cargas policiales de aquel día dieron la vuelta al mundo.
El dirigente fue destituido de la presidencia catalana por el Gobierno de Madrid tras una fallida declaración de independencia del 27 de octubre. Luego se exilió voluntariamente a Bélgica, donde residía desde entonces.
El intento de crear una república separada de España terminó con la pérdida temporal de la autonomía de Cataluña, controlada directamente por el Gobierno español a raíz de esa declaración de independencia.
Servicios de inteligencia españoles
Puigdemont había viajado a Finlandia, cuyas autoridades recibieron la orden de detención europea emitida por la justicia española, y estuvo en Helsinki para reunirse con diputados de este país y participar en un seminario en la universidad de la capital finlandesa.
El expresidente catalán había viajado a Dinamarca en enero y a Suiza, en marzo, sin sufrir ningún contratiempo.
Pero al menos en esta ocasión lo seguían los servicios de inteligencia españoles, que alertaron a sus homólogos alemanes. “Puigdemont fue detenido en Alemania gracias a una operación conjunta de la policía y del CNI (Centro Nacional de Inteligencia español)”, confirmó la policía alemana en un tuit.
La detención de Puigdemont supone un nuevo revés para los independentistas catalanes. La víspera, el Parlamento catalán había suspendido la investidura de un nuevo presidente regional por el encarcelamiento del candidato independentista, Jordi Turull, otro de los afectados por el duro golpe judicial contra la cúpula separatista, que sume a Cataluña en un nuevo bloqueo político.
Negocia entrega
Entre tanto, Clara Ponsatí, exmiembro del Gobierno catalán destituido reclamada por la justicia española por su papel en el intento de secesión del año pasado, negocia su entrega a las autoridades de Escocia donde reside actualmente, informó la policía.
Horas después de la detención de Puigdemont, un portavoz de la policía escocesa declaró: “Podemos confirmar que tenemos una órden de detención europea contra Clara Ponsatí”.
“Hemos hecho una serie de indagaciones para intentar localizarla y hemos sido contactados por su abogado, que está haciendo gestiones para que Ponsatí se entregue a la policía”, agregó.
Ponsatí era consejera en el Gobierno catalán cuando el Parlamento regional declaró la independencia del resto de España tras un referéndum ilegal celebrado en octubre.
El mismo mes huyó a Bruselas junto con Puigdemont y otros tres consejeros del Gobierno catalán, después de que España destituyera al Ejecutivo regional y pusiera Cataluña bajo tutela.
Ponsatí regresó luego a la universidad de St Andrews, cerca de Edimburgo, donde se reincorporó en su puesto de profesora en la facultad de Economía y Finanzas.
“Como miembro del Gobierno que convocó y organizó ese referéndum, estaba casi segura de que habría ido a la cárcel si me hubiera quedado allí”, afirmó Ponsatí, que calificó de “indignante” el encarcelamiento de líderes independentistas catalanes.