Mientras Joe Biden se prepara para asumir al mediodía el cargo de presidente de Estados Unidos, enfrentando una crisis mayor a la de cualquiera de sus antecesores, lo que diga en su discurso inaugural genera gran expectativa nacional e internacional porque deberá exponer sus lineamientos para unir el país, reactivar la economía y poner fin a una era de unilateralismo.
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Un funcionario del equipo de transición dijo que Biden ha estado trabajando en el discurso desde el fin de semana con miembros de la familia y su asesor principal Mike Donilon y que enfatizará temas familiares de su campaña como la unidad, la sanación de heridas y una visión para las muchas crisis que enfrenta el país.
Los asesores también dijeron que en el discurso se hará eco de algunos de los pronunciamientos recientes de Biden, como cuando presentó su paquete económico de 1,9 billones de dólares la semana pasada.
En ese momento Biden dijo que el bipartidismo era esencial para abordar la economía y la pandemia de covid-19: "La unidad no es un sueño de pastel en el cielo, es un paso práctico para conseguir lo que queremos", hay que hacerlo como un país se hace juntos ", dijo y se espera que lo repita este miércoles.
Así, los estadounidenses deberían esperar que el discurso de Biden esté lleno de retórica vertiginosa y algún eslogan que reemplace el popular “América Grande otra vez” del presidente saliente. Hay quienes afirman que Biden cree que se conecta con las personas de manera más efectiva al adoptar un enfoque llano y tal vez opte por unas palabras sin mucho fondo y cargadas de “fuegos artificiales”.
A este respecto una fuente demócrata dijo que algunas de las líneas más famosas de la historia política estadounidense provienen de discursos inaugurales como la "malicia hacia nadie, la caridad hacia todos" de Abraham Lincoln, la "única cosa que tenemos que temer de Franklin D. Roosevelt es el miedo mismo" o el "no preguntes qué puede hacer tu país por ti" que pronunció John. F. Kennedy y se podría esperar frases de ese estilo del nuevo mandatario, sin ahondar mucho en las propuestas concretas.
Hay presión sobre los redactores de discursos para que "escriban para la historia". Pero los aliados de Biden dicen que creen que el discurso es una oportunidad para continuar en el papel de liderazgo que ha estado desempeñando durante la transición, en un momento de crisis, demostrando a una audiencia mucho más amplia que alguien está firmemente a cargo. Es por eso por lo que los discursos de Biden a lo largo de la transición a menudo han incluido una línea simple: "La ayuda está en camino” y que se siga vendiendo como un “constructor de puentes”.
"La gente sólo anhela un poco de normalidad y alguien que sepa lo que está haciendo y tenga la mano en el volante. Es realmente bueno en eso", dijo la fuente demócrata que, sin embargo, aseguró que el tema de la unidad contra la polarización ocupará un papel importante en las palabras.
El desafío de Biden será llegar a los votantes que aún apoyan firmemente al presidente Donald Trump y retomar su frase de campaña en la que aseguraba: "Soy un presidente estadounidense. Los represento a todos, ya sea que voten por mí o en mi contra, y me aseguraré de que estés representado"m pero muchas dudan que logre afianzar ese mensaje.
Los asesores dijeron que es probable que Biden termine con una nota similar que ha destacado en casi todos los discursos que ha pronunciado durante los últimos seis meses y es “no hay nada que los estadounidenses no puedan hacer a pesar de los desafíos si los estadounidenses lo hacen juntos”.
Por su parte la directora de comunicaciones entrante de la Casa Blanca, Kate Bedingfield, dijo que el discurso "será un reflejo de lo mucho que se escuchó de él en la campaña, que él cree que podemos aportar este país juntos" y agregó que "él cree que tenemos que unir a este país, que un Estados Unidos unificado es la única forma en que podremos abordar las crisis masivas a las que nos enfrentamos", dijo.
Finalmente, remató diciendo que "creo que puede esperar que este será un momento en el que el presidente electo Biden realmente trabajará para tratar de dar vuelta la página sobre la división y el odio durante los últimos cuatro años y realmente presentar una visión positiva y optimista para el país y trazar un camino… que realmente nos llame a todos a trabajar juntos".
Propuestas concretas
Pese a que se esperan unas palabras que llamen a la unidad y eviten algunos temas concretos no cabe duda de que la pandemia, la crisis económica, y las políticas migratorias ocuparan un lugar destacado.
Se adelanta que frente a este último aspecto el nuevo presidente anuncie cambios, pero matice su alcance considerando que una modificación en medidas que llevan décadas aplicándose, no se realiza de la noche a la mañana.
Asimismo, frente al tema económico se cree que defenderá la idea de reducir emisiones y migrar a energías limpias en contraposición de las fósiles con el objetivo de alinearse con algunas medidas del Acuerdo de París, pero esta costosa conversión, así como los aumentos de impuestos y del salario mínimo, anunciados en campaña, seguro serán matizados para evitar una mayor polarización y acrecentar la crisis de las empresas que podrían tender que despedir a más empleados.
Finalmente, respecto a la estrategia para frenar la expansión del covid-19, el mandatario sin duda anunciará el fortalecimiento de medidas que ya se vienen desarrollando como las vacunaciones masivas y recalcará la importancia del autocuidado y el uso del tapabocas como lo hizo en días pasados cuando fue indagado sobre su estrategia para contener la pandemia.
Pero la pandemia de covid-19 no puede consumir toda la atención del futuro presidente de 78 años.
No muchos presidentes asumieron el cargo con una situación económica como la que hereda Biden, aunque algunos de sus predecesores la tenían peor.
"En 1933, Franklin D. Roosevelt llegó a la Casa Blanca con un 25% de desempleo, con la bolsa que había caído casi un 90% y con las personas incapaces de sacar sus ahorros de los bancos", explicó David Farber, profesor de Historia en la Universidad de Kansas.
Biden sin duda hará referencia al “Plan de Rescate de Estados Unidos” de 1,9 billones de dólares para revitalizar la principal economía del globo y que incluye 400.000 millones para hacerle frente al covid-19, 440.000 millones para las pequeñas empresas y otros negocios golpeados por la pandemia y un billón en ayuda a los estadounidenses, del cual una parte será un pago de 1.400 dólares a la mayoría más necesitada, además de unos pagos de 600 dólares ya realizados en diciembre pasado.
Por último, el mandatario hará sin duda alguna referencia a la política exterior y en particular a las relaciones con China y prometerá volver al multilateralismo a pesar de que su futuro jefe de Estado Antony Blinken aseguró este martes que “el presidente Donald Trump "tenía razón" al tener una "posición más dura frente a China", al tiempo que señaló su "desacuerdo", sobre la estrategia del gobierno saliente "en muchos puntos".