GRACIAS a la mediación brasileña, cuyo presidente Luis Inácio Lula da Silva se movió rápidamente sobre el terreno y en el ámbito diplomático, hoy sus homólogos de Guyana, Ifaan Ali y Venezuela, Nicolás Maduro se encuentran en terreno neutral (San Vicente y las Granadinas) para abordar la vieja disputa sobre el Esequibo que, como nunca antes, está en pico de tensión.
Con el eterno discurso contra el imperialismo yanqui, ahora centrado en las concesiones para explorar y explotar petróleo a Exxon en las aguas en disputa, aunque vale aclarar que es una delas ocho empresas que harán lo propio en la zona, Maduro anticipó que en esta cita quiere abordar las "amenazas" que a su juicio supone el "involucramiento" de Estados Unidos en la controversia territorial que data de hace más de un siglo.
Como se sabe, El Esequibo es controlado por Guyana pero Venezuela lo reivindica como propio, por lo que la disputa está, a petición de Georgetown en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), jurisdicción que desconoce Caracas y avalada en el reciente referendo impulsado por Maduro.
La ‘dormida’ disputa revivió luego del hallazgo de grandes reservas no sólo de petróleo sino de otros minerales en ese territorio y luego que el gobierno guyanés otorgara concesiones de explotación a las norteamericanas Exxon Mobil, Liberty Petroleum Corporation y Hess, así como a TotalEnergies (con sede en Francia) en asociación con Qatar Energy y Malaysia's Petronas, International Group Investment Inc (con sede en Nigeria), China National Offshore Oil Corporation, Delcorp, compañía que aunque registrada en Guyana està conformada por dos empresas de Arabia Saudita y la guyanesa Ssispro Inc.
El primer ministro de San Vincente y Granadinas, Ralph Gonsalves, anticipó que esta reunión propiciada por la Celac y la Comunidad del Caribe (Caricom) es "para tratar asuntos relevantes a la disputa fronteriza” y se mostró confiado en que se llegue a acuerdos mínimos.
Gonsalves, al igual que el presidente Ali, coincidieron en que es “urgente desescalar el conflicto y abrir un diálogo adecuado”, aspiración que comparte Maduro quien se mostró confiado en que este cara a cara sea el ‘punto de partida’ para retomar las conversaciones.
"La experiencia enseña a la humanidad que lo maduro, sabio y preferible es que los líderes de las naciones que están en conflicto hablen entre sí con calma, respeto y paciencia para evitar una escalada hacia las amenazas del uso de la fuerza", indicó el primer ministro en carta dirigida tanto a Maduro como a Ali.
"Cada uno de ustedes debe recurrir a la sabiduría proverbial de Salomón, a la paciencia de Job y a la visión de todos los antiguos profetas para engendrar una buena vecindad en paz, justicia, seguridad y prosperidad para todos", ha remachado.
Maduro ha explicitado en sus conversaciones con los mediadores la postura de Venezuela y ha ratificado "la posición histórica sobre los incuestionables derechos soberanos de Venezuela sobre la Guayana Esequiba".
Ha publicado en X, antes Twitter, que ha activado "al máximo la Diplomacia Bolivariana de Paz" en defensa de los derechos históricos de Venezuela. "Una vez más derrotaremos la mentira, las provocaciones y las amenazas contra nuestro pueblo", ha señalado.
"Espero que estos encuentros de alto nivel nos permitan abordar las principales amenazas a la paz y la estabilidad de nuestros países, particularmente la injerencia del Mando Sur de Estados Unidos, que ha comenzado operaciones en el territorio en disputa, contrariamente a nuestra intención de mantener Latinoamérica y el Caribe como zonas de paz, libres de conflicto, sin interferencia de otros intereses extranjeros en la región", ha manifestado.
Ali, por su parte, ha señalado que "la frontera terrestre de Guyana no se debate, ya que es una cuestión que está en la CIJ y cuando haya un fallo, éste será totalmente respetado por Guyana", ha resaltado. No obstante, seguirá trabajando a nivel bilateral para fomentar la cooperación y un amplio abanico de acuerdos políticos, sociales y económico.