Activistas nicaragüenses lanzaron el martes en Costa Rica un llamado a la comunidad internacional para presionar al gobierno de su país a que respete los derechos humanos, en medio de una ola de protestas que han dejado más de 80 muertos.
"Hacemos un SOS internacional por la tutela de los derechos humanos, para denunciar la profunda crisis de derechos humanos que existe hoy en Nicaragua", dijo a la AFP Álvaro Leiva, secretario de la Asociación Nicaragüense Pro-Derechos Humanos (ANPDH).
Unos 10 activistas integran una comisión que inició contactos con autoridades, académicos y organizaciones civiles de Costa Rica para alertar sobre la situación que vive Nicaragua desde el estallido de las protestas antigubernamentales el 18 de abril.
El grupo visitó este martes la Asamblea Legislativa (congreso) de Costa Rica, que aprobó una moción de apoyo a las manifestaciones en Nicaragua e instó al presidente Carlos Alvarado a condenar "los actos de opresión sobre el pueblo de Nicaragua y exigir respeto a los derechos humanos".
Le puede interesar: Nicaragua logra destrabar el diálogo en medio de grave crisis.
"La respuesta que demandamos de la comunidad internacional es una postura firme, de incidencia y presión sobre un gobierno que ha violentado todos los derechos fundamentales de la sociedad. Ya no es un gobierno civil, es una dictadura que provoca dolor y luto en Nicaragua", señaló Leiva.
La ANPDH presentó un documento en el que denunció la muerte de 90 personas en los 40 días de protestas contra el gobierno del presidente Daniel Ortega, además de 805 heridos y 85 desaparecidos.
Otros organismos de derechos humanos en Nicaragua han señalado 85 víctimas fatales de las protestas debido a la fuerte represión de la fuerza pública y a enfrentamientos entre manifestantes y grupos de choque del gobierno, que no ha presentado una cifra actualizada de muertos.
El también activista Carlos Felipe Huezo dijo que el grupo pretende que los gobiernos centroamericanos adopten una postura firme frente al "genocidio que vive Nicaragua".
"Nos atrae mucho la atención que después de 40 días, los países centroamericanos todavía no han tomado una actitud más firme de condena de lo que vive Nicaragua", comentó Huezo.
Apuntó que el presidente costarricense Alvarado podría levantar la bandera de la democracia y los derechos humanos como lo hizo su antecesor Oscar Arias en 1987 con el plan de paz para Centroamérica.
Arias fue reconocido con el Premio Nobel de la Paz ese año por su gestión por la pacificación de Centroamérica.