La coalición conservadora que lidera la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de la canciller saliente, Ángela Merkel, lograría un 21 por ciento de apoyo en las elecciones federales alemanas del próximo domingo, 26 de septiembre, con lo que recorta un punto la distancia al Partido Socialdemócrata (SPD) en la última semana.
El SPD del candidato Olaf Scholz mantiene así cinco puntos de ventaja sobre sus rivales conservadores encabezados por Armin Laschet, según el estudio del Instituto Insa publicado ayer en el periódico semanal 'Bild am Sonntag'.
La tercera opción sigue siendo el partido de Los Verdes de la candidata Annalena Baerbock, que lograría un 15 por ciento de los votos, por delante del Partido Liberal Demócrata (FDP, 12 por ciento), que pierde un punto. El partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) se mantiene en el 11 por ciento y La Izquierda lograría el 6 por ciento de apoyos.
En cuanto a las preferencias personales sobre el próximo titular de la Cancillería, el democristiano Laschet ha vuelto a perder ligeramente y sigue estando claramente por detrás de Scholz y a la par con Baerbock.
Según la encuesta de Insa, el 12 por ciento lo votaría como canciller en unas elecciones directas, un punto porcentual menos que la semana anterior. Baerbock obtendría igualmente el 12 por ciento (dos puntos menos), mientras que Scholz seguiría en el 31 por ciento de las preferencias.
El candidato conservador Lasche pronostica unos resultados muy ajustados de las elecciones generales del domingo. "Esta es una elección muy ajustada, es una carrera muy ajustada", dijo en declaraciones a la prensa durante un acto electoral en Delbrueck-Steinhorst, en Renania del Norte-Westfalia.
Su partido, la Unión Cristiano Demócrata (CDU) y su socia bávara, la Unión Social Cristiana (CSU), están pocos puntos por detrás de los socialdemócratas en las preferencias electorales.
"Todavía tenemos ocho días y todos sienten que algo se está moviendo", ha afirmado esperanzado, al tiempo que se ha mostrado escéptico frente a los sondeos de opinión. "Las encuestas son encuestas: cada día, una nueva encuesta de clics", ha señalado, al tiempo que ha destacado que hay mucha gente que no está contemplada en estos sondeos.
"Pero el próximo domingo, la gente no hará clic, sino que rellenará una papeleta. Ahí es cuando la gente votará, y entonces incluso las muchas personas a las que normalmente no se les pregunta podrán articular su voto", argumentó.
Tanto los conservadores como las demás formaciones políticas son conscientes de la huella y el alto listón que deja la saliente canciller.
“El problema es llegar después de Merkel", afirmó una miembro de la directiva local de la CDU, Kerstin Eckardt. "Volvemos a partir de cero, tenemos que convencer".
"Esta vez es una campaña de verdad, no se da por hecho como antes", constata una militante del partido./Redacción internacional con Europa Press