UN revés más que impedirá su competición por la presidencia de Bolivia sufrió el exmandatario y fundador del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, ya que el presidente Luis Arce –otrora aliado político- anuló las primarias partidarias para las elecciones generales del 2025.
Arce oficializó, mediante decreto, el acuerdo que alcanzaron el pasado 10 de julio los partidos políticos y el Tribunal Supremo electoral para cancelar de "forma excepcional" el proceso de elección interna de los partidos.
"Para las elecciones generales 2025, no se llevarán a cabo elecciones primarias de candidaturas del binomio presidencial", señala la ley firmada por Arce y que publicó en su cuenta de X.
Las primarias fueron incorporadas en 2018 en la ley electoral, pero las fuerzas políticas y los jueces convinieron anular su celebración por una única vez para dar paso a las elecciones judiciales el próximo 1 de diciembre, que debían realizarse el año pasado.
El gobierno boliviano argumentó que con esta decisión priorizará la realización delos comicios judiciales acordados para este diciembre.
"Como Gobierno garantizamos los recursos necesarios para la realización de las elecciones judiciales el 1 de diciembre de 2024, tal como lo estableció el Tribunal Supremo Electoral", ha manifestado el mandatario boliviano en su perfil oficial en redes sociales.
Arce, que ha insistido en que "el camino es y siempre será la democracia", ha garantizado que las autoridades del Órgano Judicial "serán elegidas por voto directo del pueblo boliviano", en estricto cumplimiento con la Constitución.
La Gaceta Oficial del Estado publicó así este decreto presidencial en el que se suspenden las primarias partidarias.
Ya a mediados de la semana pasada el Senado boliviano aprobó la suspensión de las primarias presidenciales de este año en aras de priorizar las elecciones judiciales, previstas para comienzos de diciembre y cuya demora ha causado tensiones políticas y manifestaciones por parte de la sociedad civil.
Más allá del sobrecargado calendario electoral, la decisión supone un nuevo golpe para Morales en su disputa con Arce por la nominación del oficialismo de cara a las presidenciales de 2025.
El influyente líder indígena, que gobernó Bolivia entre 2006 y 2019, está inhabilitado por los jueces para postularse de nuevo, pero aún así intenta, con el apoyo de un ala de su partido, revertir el impedimento mediante presión popular y la elección de nuevos jueces. electorales que revisan el fallo en contra.
En su estrategia, Morales pretendía competir en las primarias con Arce, su antiguo ministro de Finanzas y quien todavía no ha dicho públicamente si buscará la reelección.
"Ahora, como en el pasado neoliberal, buscan que los 'dueños' de los partidos designen a sus candidatos a dedo. Este retroceso democrático es vergonzoso", había cuestionado el expresidente en X la semana pasada.
Tras la anulación de la instancia de las primarias, Arce ahora va tras la aprobación de un referendo sobre la reelección presidencial, que en teoría podría sepultar las aspiraciones de Morales de volver a competir por la presidencia.
Las divergencias entre ambos también se manifestaron tras el levantamiento militar ocurrido en La Paz el pasado 26 de junio. Mientras Arce aseguraba que fue un intento de golpe, Morales habló de un autogolpe para mejorar la imagen presidencial.
El Gobierno de Bolivia anunció a finales de enero un "gran diálogo nacional" para consensuar las elecciones judiciales con "urgencia y lo más pronto posible", después de que desde Naciones Unidas alertaran del retraso en el proceso, incidiendo en que la caducidad de los mandatos de los máximos tribunales amenaza la independencia e imparcialidad de la justicia.