Francia se encuentra en un "punto de inflexión" en la lucha contra el narcotráfico, declaró el viernes su ministro del Interior, tras dos tiroteos que dejaron varios heridos graves, apelando a evitar la "mexicanización del país".
"La 'narcoescoria' ya no tiene límites", declaró Bruno Retailleau a la cadena francesa BFMTV/RMC, afirmando que Francia puede "elegir entre la movilización general o la mexicanización del país".
Estas declaraciones se producen después de que tuviese lugar un tiroteo el jueves por la noche delante de un restaurante en Poitiers, una ciudad del oeste de Francia.
Hace unos días, un niño resultó herido por una bala perdida también en el oeste del país, concretamente cerca de la ciudad de Rennes.
"Estos tiroteos no están sucediendo en Sudamérica, están sucediendo en Rennes, en Poitiers (...). Estamos en un punto de inflexión", indicó el ministro del Interior.
El suceso en Poitiers "empezó con un tiroteo delante de un restaurante y terminó con una reyerta entre bandas rivales en la que participaron varios centenares de personas", dijo Retailleau.
Según los primeros elementos de la investigación, habría menos de un centenar de personas implicadas, entre "40 y 60" según una fuente policial.
Cinco personas resultaron heridas, entre ellas un adolescente de 15 años, que recibió un disparo en la cabeza y está entre la vida y la muerte, indicó una fuente policial, y precisó que hay otros dos adolescentes de 16 años gravemente heridos.
El prefecto del departamento de Vienne, donde se encuentra Poitiers, indicó en X que el viernes serán "desplegados" refuerzos en el lugar.
En la madrugada del viernes se produjo otro tiroteo, vinculado al tráfico de drogas según la policía, en una discoteca de la ciudad de Valence, en el sureste de Francia.
Un hombre de unos veinte años se encuentra muy grave tras haber recibido un balazo en la cabeza.
Esfuerzo nacional
Estos sucesos se producen una semana después de que un niño de cinco años recibió un disparo en la cabeza en Pacé, cerca de Rennes, cuando se encontraba en el automóvil de su padre, que intentaba huir de unos traficantes de droga.
El niño se encuentra aún entre la vida y la muerte, declaró el viernes Retailleau. "La investigación avanza", añadió, prometiendo refuerzos "durante el tiempo que sea necesario".
El ministro tiene previsto visitar por la tarde un barrio de Rennes, escenario de varios ajustes de cuentas, para reunirse con agentes de policía y cargos electos.
La violencia de bandas, asociada durante mucho tiempo a la ciudad portuaria de Marsella, en el sureste, se ha extendido a otras ciudades francesas en los últimos años.
Sólo en Marsella han muerto este año 17 personas en homicidios relacionados con el narcotráfico, frente a las 49 víctimas mortales registradas en todo 2023.
Las víctimas son miembros de bandas, algunos de ellos menores que vigilan los puntos de venta o trabajan como sicarios, pero también transeúntes inocentes.
Desde que asumió el cargo de ministro del Interior en el inestable gobierno en minoría del primer ministro Michel Barnier, Retailleau ha abogado por que la lucha contra la violencia de la droga se convierta en un "esfuerzo nacional".
Para acabar con el tráfico similar de drogas se necesitan recursos a los que se han desplegado para luchar contra el terrorismo, considera Retailleau, que prometió el viernes crear un "grupo de trabajo" para combatirlo.