ESPAÑA celebra este domingo una triple cita electoral -municipales, regionales y europeas-, de las que el presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, espera salir reforzado para formar su nuevo ejecutivo y ganar peso en Europa.

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Sánchez ganó las legislativas españolas del 28 de abril sin mayoría absoluta, y aguarda los resultados de esta multicita electoral para ver definitivamente cómo se configura el nuevo panorama político nacional.

En función de los resultados, Sánchez, pendiente de formar gabinete, verá si puede imponer su plan A -gobernar en solitario, con apoyos puntuales y variables en el Parlamento- u optar por el plan B: incorporar a la izquierda radical de Unidas Podemos, para ganar estabilidad.

"El PSOE podría necesitar el apoyo de Podemos para mantener el poder en algunas regiones, lo cual podría utilizar su líder Pablo Iglesias para presionar a Sánchez y formar una coalición" de izquierdas, señala Antonio Barroso, del gabinete londinense de análisis Teneo.

"Si no entra en el gobierno, Podemos corre el riesgo de que su apoyo sea visto como una muleta que no aporta nada", máxime tras su descalabro en las legislativas, donde pasó de 71 diputados a 42, abunda Manuel Mostaza, de la consultora Atrevia.

Una de las alianzas clave se produciría en Madrid, una de las 12 autonomías que celebrarán elecciones regionales.

Por primera vez en 24 años, la izquierda podría arrebatársela a los conservadores del Partido Popular (PP), en una fórmula a tres bandas que incluiría al candidato socialista Ángel Gabilondo como presidente, con el apoyo de Podemos y una lista disidente de estos últimos.

Devolviendo el "favor", los socialistas podrían arrimar el hombro para que continúe como alcaldesa de Madrid la izquierdista Manuela Carmena, apoyada por un sector de Podemos.

"Estamos en política para transformar la vida de la gente. Si algo hemos aprendido es que desde dentro del Gobierno se cambia con más facilidad la vida de la gente, ése es nuestro compromiso", enfatizó Iglesias durante la campaña.

Por su lado, Sánchez no ha dejado de animar a sus simpatizantes a "rematar la faena" del 28 de abril, llenando las urnas, frente a un PP que se presenta como el "dique de contención" de la ola socialista, y los liberales de Ciudadanos, que quieren arrebatar a los 'populares' la hegemonía del centro-derecha.

Sánchez, clave en Europa

El otro gran frente en juego es Europa, en una España a salvo de la ola euroescéptica en voga en muchas otras naciones.

Según los sondeos, será el único de los seis grandes países del bloque (Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, España y Polonia) donde vencerán los socialistas.

El dirigente español es la gran esperanza de la familia socialdemócrata europea, que de hecho le ha encargado negociar en su nombre el próximo reparto de altos cargos en la UE: presidencias del Consejo, la Comisión y el BCE, y jefatura de la diplomacia comunitaria.

España está decidida a desempeñar uno de esos altos cargos, lo que ahora mismo no es el caso.

Según fuentes diplomática en Bruselas, una de las apuestas es tratar de colocar al ministro saliente de Exteriores y cabeza de lista socialista en España, Josep Borrell, como jefe de la diplomacia europea, en reemplazo de la italiana Federica Mogherini.

Igualmente se baraja la posibilidad de dar a la ministra saliente de Economía, Nadia Calviño, una cartera económica "de peso".

Los dos son viejos conocidos de las instituciones comunitarias, ya que Borrell presidió el Parlamento Europeo entre 2004 y 2007, y Calviño fue directora general del Presupuesto, en la Comisión, de 2014 a 2018.

En las elecciones europeas, los últimos sondeos colocan vencedor al PSOE con alrededor de un 30% de votos, unos diez puntos más que el PP.

Por detrás quedarían Ciudadanos, con entre 13,5 y 16% de votos, Podemos y sus aliados (10,2% - 14,8%), y la extrema derecha de Vox, que entraría en la Eurocámara con hasta 5 diputados y un máximo del 8,5% de votos.

Suspensión de secesionistas

El Congreso español suspendió este viernes a cuatro diputados independentistas catalanes, electos en las legislativas de abril estando en prisión y en medio del juicio por el intento de secesión de la región en 2017.

"La mesa del Congreso de los diputados ha acordado declarar automáticamente suspendidos en el ejercicio del cargo" a Oriol Junqueras, Jordi Turull, Josep Rull y Jordi Sánchez, anunció la presidenta socialista de la cámara, Meritxell Batet.

La decisión llega después de haber consultado a los servicios jurídicos de la institución, a los que Batet, según explicó, también pidió un informe sobre cómo deben computarse ahora las mayorías de la cámara baja del Parlamento español.

Y es que la suspensión de estos cuatro diputados puede tener notables consecuencias políticas para el jefe de gobierno saliente, el socialista Pedro Sánchez, ganador de las elecciones del 28 de abril pero sin mayoría absoluta.