Trump, ahí está y todo indica que ahí se quedará | El Nuevo Siglo
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Sábado, 1 de Febrero de 2020
Redacción internacional
Esta semana Senado votará sobre los dos cargos que mayoría demócrata busca destituir al mandatario.

LA OFENSIVA demócrata, iniciada hace más de cinco meses, con el fin de lograr una destitución del presidente Donald Trump llegará esta semana a su fin, cuando el Senado de Estados Unidos vote frente a los dos cargos que se le imputan: abuso de poder y obstrucción a la justicia.

Cruce fuerte de acusaciones, campañas mediáticas, testimonios verbales aparentemente comprometedores y finalmente la exaltación de las banderas del nacionalismo y el patriotismo enmarcaron la arremetida de la oposición política contra el mandatario estadounidense, quien hace meses había pedido a su homólogo norteamericano realizar pesquisas sobre el exvicepresidente de EU y rival político Joe Biden, así como el hijo de éste, quién fungió como un asesor de una multinacional ucraniana sospechosa de corrupción.

Según los congresistas demócratas, Trump abusó de su poder al condicionar la entrega de una ayuda a Ucrania a dicha investigación, lo que incluso fue desvirtuado por el propio mandatario de dicho país y algunos de los ‘testigos estrella’ que fueron citados a la Cámara de Representantes durante el proceso para aprobar el ‘impeachment’, el que como se sabe fue avalado por tener la hegemonía demócrata.

El último esfuerzo de la artillería opositora fue una gran campaña mediática con la filtración de un libro aún no publicado libro de John Bolton, otrora asesor de seguridad nacional de Trump, en el que se revelaría un complot secreto para presionar al presidente de Ucrania, lo que como era de esperarse fue de inmediato desmentido por el propio líder republicano.

Según The New York Times, citando un libro aún no publicado de Bolton, Trump ordenó a Bolton organizar una reunión entre el presidente ucraniano Volodimir Zelenski y su abogado privado, Rudy Giuliani. 

La orden, no divulgada anteriormente, fue dada en mayo de 2019, dos meses antes de la llamada telefónica de julio que Trump hizo a Zelenski, pidiéndole un "favor", lo que provocó el juicio político contra el mandatario por presunto abuso de poder que actualmente se desarrolla en el Congreso, dijo el diario.

El propósito de la reunión, según Bolton, era que Giuliani presionara a Zelenski para que ayudara a Trump a buscar información perjudicial sobre uno de sus principales rivales demócratas antes de las elecciones presidenciales de 2020, Joe Biden. Bolton nunca llevó a cabo la orden de Trump, según el relato del Times. 

Pero, una vez conocido el artículo, Trump rechazó estos señalamientos. "Nunca le dije a John Bolton que organizara una reunión para Rudy Giuliani, uno de los más grandes luchadores contra la corrupción en Estados Unidos y, con mucho, el mayor alcalde en la historia de Nueva York, para reunirse con el presidente Zelenski", dijo en un comunicado, enfatizando que “esa reunión nunca sucedió", dijo. 

Y esta ofensiva se dio en medio del juicio que se realiza en el Senado, iniciado hace más de una semana y que está a punto de culminar.

Contrario a lo que ocurre en Cámara, que tiene mayoría demócrata, en el Senado son los republicanos los que la tienen. Es por ello que desde un principio se ha dado por descontado que la votación contra los cargos que se le imputan a Trump serán negados y con ello su destitución, el anhelo opositor, no tendrá lugar.

De antemano, varias encuestas también evidenciaban que más del 54% de los estadounidenses no estaban de acuerdo con que se avalara el retiro del Presidente, quién con tres años en el gobierno ha tenido varios logros, pero especialmente en el campo económico, lo que evidencian mes a mes las diferentes cifras que miden la reactivación del aparato productivo y el empleo.

El proceso tanto en Cámara como en Senado evidenció que fue un proceso muy político y que en pleno año electoral, favorecería más a Trump que a sus posibles rivales demócratas, quienes se aprestan a iniciar las votaciones para elegir a su candidato a la Casa Blanca.

El anuncio del final inminente de este juicio histórico, que tendrá lugar el miércoles a las 4 de la tarde (hora local)) según los medios estadounidenses, fue precipitado por la negativa en el Senado a citar testigos adicionales, como lo exigía la oposición demócrata.

La votación fue de 51 votos en contra y 49 a favor, de ellos 47 demócratas y de  dos republicanos. Susan Collins y Mitt Romney votaron con los 47 senadores demócratas. 

"Hemos escuchado más que suficiente", dijo el senador republicano Ted Cruz. "Es hora de absolver" al presidente, agregó en Twitter, mientras que su colega, Lamar Alexander indicó que "No necesitamos evidencia adicional para establecer lo que ya se ha probado, pero que no está sujeto a la eliminación bajo la Constitución".

Por su parte el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer indicó "Es una gran tragedia…Los estadounidenses recordarán ese día (...) cuando el Senado se apartó de la verdad".

La defensa de Trump dijo que el mandatario estaba preocupado por la corrupción en Ucrania y podía legítimamente "hacer preguntas" sobre Biden y el negocio de su hijo Hunter en ese país.

Los abogados de la Casa Blanca dijeron que incluso si el presidente fuera responsable de lo que se le reprocha, esto no es lo suficientemente grave como para justificar su destitución, implorando a los senadores que "dejen que los votantes decidan".

La próxima votación de los senadores será sobre los dos cargos contra Trump: abuso de poder y obstrucción de la labor del Congreso. 

La Constitución estadounidense exige una mayoría de dos tercios del Senado (67 votos) para declarar culpable a un presidente, pero dado que los republicanos dominan la Cámara alta es muy probable que Trump sea absuelto. 

La votación tendrá lugar "en los próximos días", dijo el líder de la mayoría republicana, Mitch McConnell. 

El lunes, los senadores se reunirán para escuchar los últimos argumentos de la fiscalía y la defensa, pero también, por primera vez, para hablar en el hemiciclo, dijeron algunos medios citando fuentes del Congreso.

Trump, lanzado a todo vapor a su campaña de reelección en noviembre, quiere que el juicio termine pronto. Según sus allegados, espera ser absuelto antes de pronunciar su tradicional discurso sobre el Estado de la Unión, el martes por la noche ante el Congreso. 

Así las cosas, está por concluir más de un mes de tensos intercambios entre republicanos y demócratas, así como los previsibles dos discursos en las antípodas políticas.  Pero, una vez el Senado emita su veredicto, que salvo alguna sorpresa de última hora será a favor de Trump, la política estadounidense se centrará sobre la carrera electoral con un mandatario reforzando campaña para su reelección, mientras los demócratas apenas dieron el banderazo inicial para escoger a quien se le enfrente, en noviembre de este año, para ocupar la Casa Blanca en los próximos cuatro años./Redacción internacional