Trump consolida liderazgo y organiza su estrategia política | El Nuevo Siglo
EL EXPRESIDENTE Donald Trump vuelve a mover la política en Estados Unidos.
Foto archivo AFP
Domingo, 14 de Febrero de 2021
Redacción internacional

NO los mencionó pero de seguro el expresidente Donald Trump tomó atenta nota. La razón es que de antemano los siete republicanos de la bancada de 50 en el Senado que votaron porque fuera condenado se han mostrado de tiempo atrás a su gestión y decisiones.

El congresista por Utah, Mitt Romney, es desde que perdió la primaria contra el magnate conservador uno de sus más enconados opositores. En esa línea también se encontraban, de tiempo atrás, por miembros muy activos del establecimiento republicano, Susan Collins (Maine), Lisa Murkowski (Alaska), Ben Sasse (Nebraska) y Pat Toomey (Pensilvania). De pronto, pudo causarle sorpresa a Trump que se sumaran a dicha causa los senadores Bill Cassidy (Luciana) y Richard Burr (Virginia).

Sin embargo, el segundo juicio político en su contra, por presuntamente incitar a un grupo de seguidores a asaltar el Capitolio el pasado 6 de enero dejó en claro varias cosas, entre ellas y tal vez las más importantes, que el hoy exmandatario consolidó su influencia sobre el Partido Republicano, que tal como anunció mantiene su proyecto político con miras al 2024 y que los demócratas republicanos, conociendo de antemano la posición de los conservadores de apoyar a su jefe natural, desperdiciaron tiempo y esfuerzo legislativo que debieron haberse aprovechado para otras prioridades nacionales.

Con un plante de 75 millones de votos populares y el frustrado intento de los demócratas para impedirle volver a ocupar un cargo federal, Donald Trump arranca, desde ya, la campaña por su reelección en cuatro años. Y para quienes tenían dudas, lo despejó minutos después de ser absuelto en el juicio: "Nuestro magnífico, histórico y patriótico movimiento, Make America Great Again (Hacer a Estados Unidos grande de nuevo), acaba de empezar".

En el segundo comunicado expedido por la ‘Oficina del expresidente’ que instaló a finales de enero en Miami, donde reside, Trump agregó “en los próximos meses tendré mucho que compartir con ustedes y espero continuar nuestra increíble aventura por la grandeza de América…”

De esta forma, Trump rompió el silencio que se había impuesto desde que dejó la Casa Blanca el pasado 20 de enero y lo hizo hablando claro y fuerte: confirmando la continuidad de su proyecto político.

Paralelamente, la votación del Senado confirmó no solo la unidad republicana, sino de la influencia del hoy expresidente dentro del partido. Y es más, una mayoría de la base conservadora se ha manifestado a favor de que sea Trump el que siga al frente del Partido y defina la estrategia con miras a las legislativas.

Vale recordar que tanto el llamado establecimiento republicano como los demócratas no creyeron que el magnate inmobiliario y figura mediática, el outsider de la política lograra imponerse en la primaria conservadora y después ganar la Casa Blanca. Posteriormente, durante sus cuatro años de mandato, tomó decisiones argumentadas en su lema de campaña “Hacer América grande de nuevo”, muchas de las cuales generaron controversia. Sin embargo nadie puede negar que la economía fue su gran logro y que si la pandemia del covid-19 no hubiera irrumpido con tanta fuerza en Estados Unidos, habría logrado generar los empleos y posicionar la producción norteamericana.

Parecería que Trump, por lo pronto, ha abandonado su idea de formar el partido ‘Patriotas’ como inicialmente lo había dicho, ya que ello generaría una innecesaria división entre los republicanos.

Entre tanto los demócratas gastaron casi un mes en el segundo juicio político contra Trump, conociendo de antemano que no lograrían convencer a los 17 republicanos que necesitaban para encontrarle ‘responsable’ del cargo de incitación a la insurrección. De esta forma se aplazó agenda legislativa urgente que requiere el presidente Joe Biden para enfrentar los múltiples desafíos del país, entre ellos acelerar la guerra a la pandemia, la generación de empleo y las ayudas sociales.

De hecho, el plan de ayuda de Biden establece US$1.9 billones y requiere del acuerdo bipartidista. Sin embargo, los republicanos han manifestado sus objeciones por considerarlo excesivamente alto, pero sobre todo porque el mandatario demócrata incluyó en el mismo el alza del salario mínimo por hora, al doble. Han manifestado que ello debería haber sido un proyecto aparte.

Ahora, la escena política norteamericana vuelve la ‘normalidad’. El presidente Biden había manifestado que esperaba con ansia ‘ver cómo se van a mover los republicanos’ en el juicio político. Él y todos los demócratas quedaron notificados: los conservadores están y seguirán unidos. /Redacción internacional