La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, advirtió en el Parlamento Europeo que el proyecto comunitario se encuentra actualmente en una etapa de "fragilidad" que requiere de una "nueva vitalidad" la cual le permita a la UE avanzar en campos clave como la economía, el clima o la agenda digital en un entorno marcado aún por la "incertidumbre" que supone la pandemia del coronavirus.
La alemana hizo un balance de su primer año como Jefa del Ejecutivo comunitario, a la vez que desgranó sus prioridades y objetivos para los próximos meses en este, el que fue su primer discurso sobre el Estado de la Unión, que se prolongó durante más de una hora y el cual abrió recordando a los profesionales que se han enfrentado al virus "en la primera línea".
"(La pandemia) nos ha mostrado lo frágil que es nuestra comunidad de valores y lo rápido que puede ser puesta en cuestión. La gente quiere salir de este mundo del coronavirus, de esta fragilidad, de esta incertidumbre. Y este es el momento para que Europa lidere el camino desde esta fragilidad hacia una nueva vitalidad", enfatizó.
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Además, reivindicó el papel desempeñado por Bruselas durante la crisis del coronavirus para mitigar el impacto de la pandemia, frente a la falta de coordinación entre Estados miembros, por lo que reclamó una "Unión de la salud más fuerte", que pase por ceder competencias a la UE y por asignar más fondos a esta área.
"Creo que está claro que necesitamos construir una Unión Europea de la salud más fuerte y, para que ello sea una realidad, debemos aprender las lecciones de esta crisis" y pidió que los países de la UE cedan competencias en materia sanitaria a la UE.
Entre las iniciativas para reforzar la estrategia común en materia de Salud, la alemana solicitó mayor financiación europea, más peso para el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades, mientras apuntó a la creación de una agencia europea para la investigación clínica.
Respuesta económica
En su opinión, la UE debe estar "orgullosa" de la rapidez con la que ha articulado una respuesta económica a la pandemia, principalmente, a través del plan de recuperación de 750.000 millones financiado -por primera vez- a deuda conjunta; además, subrayó que todavía no ha llegado el momento para retirar los estímulos económicos.
La transición digital, el otro pilar de su mandato, fue también protagonista en sus palabras ante los eurodiputados. Von der Leyen advirtió en este sentido de que, si Europa no lidera esta transición, tendrá que asumir los "estándares" impuestos desde otras partes del mundo.
En este punto, aprovechó para anunciar que Bruselas desvelará "pronto" una propuesta legislativa para crear una "identidad electrónica" europea que los ciudadanos del bloque puedan utilizar para "hacer cualquier cosa". "Desde pagar sus impuestos a alquilar una bicicleta".
Von der Leyen también hizo una llamada a la unidad y la solidaridad en el bloque, un espacio en el que no cabe la discriminación o el racismo. "En esta Unión, combatir el racismo nunca será opcional", enfatizó, para después avanzar que creará el puesto de "coordinador antirracismo" de la UE.
Von der Leyen abordó otras claves para Europa como el Brexit (recordando al primer ministro británico Boris Johnson que si incumple el acuerdo de divorcio perderá la confianza de la UE) o las relaciones con Estados Unidos. Asimismo, insistió en el respaldo a las protestas en Bielorrusia, también fue muy crítica con respecto a la relación entre Bruselas y Moscú, después de que esta se haya enturbiado aún más tras el envenenamiento del opositor Alexei Navalni.
"(La pandemia) nos ha mostrado lo frágil que es nuestra comunidad de valores y lo rápido que puede ser puesta en cuestión".
Tema del asilo
Von der Leyen también se refirió a la propuesta que Bruselas presentará la próxima semana para reformar la política de asilo y migración, aunque lo ha hecho de manera breve sin desvelar las claves del mecanismo de solidaridad sobre el que el Ejecutivo comunitario quiere apoyar su iniciativa.
En plena crisis, por los cerca de 12.000 refugiados en la isla griega de Lesbos, Von der Leyen pidió a los Veintisiete asumir la urgencia de llegar a un acuerdo que establezca las nuevas reglas.