Una persona murió y al menos 71 resultaron heridas en un Boeing 777 de Singapore Airlines que experimentó fuertes turbulencias en el trayecto Londres-Singapur y tuvo que aterrizar de emergencia el martes en Bangkok.
A las 08H45 GMT, el vuelo SQ321 aterrizó en el aeropuerto Suvarnabhumi y las ambulancias se precipitaron hacia el aparato con sirenas y luces encendidas.
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"Podemos confirmar que hay heridos y un muerto sobre un total de 211 pasajeros y 18 tripulantes a bordo del Boeing 777-300ER", informó la aerolínea.
Añadió que 30 personas fueron trasladadas al hospital sin especificar la gravedad de sus lesiones ni si la persona que perdió la vida era un pasajero o un tripulante.
El vuelo SQ321 despegó del aeropuerto londinense de Heathrow y experimentó "fuertes turbulencias" en el camino, explicó Singapore Airlines.
"Presentamos nuestras más sinceras disculpas por la experiencia traumática vivida por nuestros pasajeros y los miembros de la tripulación en este vuelo. Proporcionaremos toda la asistencia necesaria durante este difícil período", aseguró la aerolínea.
Los datos de seguimiento del vuelo indican que el avión cayó más de 1.800 metros en solo cinco minutos, cuando sobrevolaba el mar de Andamán.
El incidente se produjo cuando tormentas eléctricas azotaban zonas de Tailandia en el inicio de la temporada de lluvias.
"A las 15H35 horas el aeropuerto recibió una llamada de socorro del vuelo de Singapore Airlines, en la que se indicaba que había pasajeros heridos por las turbulencias y se solicitaba un aterrizaje de emergencia", informó el aeropuerto de Suvarnabhumi.
El comunicado del aeropuerto describe al pasajero fallecido como "extranjero" (no tailandés).
El ministro de Transportes de Singapur, Chee Hong Tat, afirmó estar "muy triste" por el incidente y presentó sus condolencias a la familia del fallecido.
El incidente provocado por la turbulencia atmosférica se produce pocos días después de que Boeing renovara el mandato de su director ejecutivo Dave Calhoun y aprobara su partida con una millonaria bonificación a fin de año, en un clima de tensión por crisis relacionadas con problemas de producción y control de calidad.
El cambio en la dirección de la empresa es la consecuencia del incidente en vuelo en un avión nuevo de Alaska Airlines el 5 de enero, la gota que rebalsó el vaso tras una serie de problemas de producción en 2023 que afectan al 737 MAX y al 787 Dreamliner.