El Gobierno de Venezuela ha recriminado al de Estados Unidos sus críticas por la represión contra la oposición, ya que considera que implica posicionarse del lado de responsables de "operaciones terroristas frustradas" y de atentar contra el "normal desarrollo" del proceso que debe concluir este año con la celebración de comicios presidenciales.

Horas después de que la Administración de Joe Biden se mostrase "profundamente preocupada" por la detención de opositores y abogase por "una cultura de tolerancia y coexistencia política", Caracas ha lamentado lo que considera un "cínico" comunicado.

Para el Ejecutivo de Nicolás Maduro, Washington "ha perdido la brújula moral". "Por un lado, pretende condenar a Venezuela por tomar acciones en el marco de la Constitución y las leyes para preservar la paz, mientras que por el otro arresta a manifestantes verdaderamente pacíficos contra el genocidio en Gaza y pretende cercenar su libertad de expresión", ha dicho el Ministerio de Exteriores venezolano en un comunicado, sin aludir a casos concretos.

En este sentido, el Ministerio ha defendido la actuación de las diversas instituciones venezolanas que, junto a "la convicción democrática del pueblo venezolano", sirven de "garantía suficiente" para el proceso electoral en ciernes.

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Así, considera que dicho proceso, "a pesar de las amenazas, el intervencionismo evidente y el chantaje imperialista, se desarrollará en el país con pleno ejercicio de su soberanía y con garantías de paz", reza la nota difundida este miércoles.

El partido opositor venezolano Vente Venezuela, que María Corina Machado, denunció la detención de tres coordinadores de campaña durante la jornada de protestas del martes, en la que el chavismo también trató de movilizar a sus simpatizantes con movilizaciones paralelas.

Machado está pendiente de un posible levantamiento de la inhabilitación política que pesa sobre ella para poder presentarse a las futuras elecciones, para las que todavía no hay fecha. En principio, deberían celebrarse a finales de año.