Colombia es un país beneficiado al tener una riqueza pesquera que se podría calificar ilimitada al contar con costas sobre dos océanos, pero el consumo de sus productos del mar es bajo si se compara con otros países del resto del mundo.
Semana Santa se convierte en una oportunidad para incluir en la dieta pescados y mariscos, y mejorar la alimentación cotidiana.
Oswaldo Acosta, chef de Casis Restaurante y Cava, restaurante del Hotel 101 Park House, sostuvo que la comida mediterránea se convierte en una buena opción para estos días santos que se aproximan y que puede ser el punto de partida para aumentar el consumo de frutos del mar.
Dijo que pese a que el consumo de pescado sea elevado en comparación con otras naciones del continente, durante las semanas previas a la Semana Santa y durante el desarrollo de sus actividades religiosas, suele alcanzar estándares tan altos como Bolivia, que a pesar de no contar con mares son superiores a los de nuestro país.
La información arrojada por un estudio regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, destaca que cada colombiano ingiere 4,5 kilos de pescado al año, con un pico durante las fiestas religiosas de Semana Santa que eleva esa cifra a 6,5 kilos.
Sin embargo, esa tendencia en el consumo, no sorprende a nadie, teniendo en cuenta que Colombia es un país donde el catolicismo y sus costumbres predominan. Hecho que suele afectar la cotidianidad de muchos, que siendo practicantes o sin serlo, se ven sujetos a cambiar sus hábitos alimenticios por respeto a sus creencias o a las de sus seres queridos.
Sin embargo, como decía el filósofo griego Epicuro, “hay que gozar inteligentemente de los placeres de la mesa”, ya sea por convicción, costumbre o resignación, hay que apreciar cada cambio en nuestra rutina, como una oportunidad. Prueba de ello son las ideas innovadoras y nada difíciles de poner en práctica, que Acosta propone para no postergar ningún encuentro durante la Semana Mayor y sorprender a familiares y amigos durante esta temporada de recogimiento.