EL EMPRENDIMIENTO y la inclusión social son clave para enfrentar la pobreza extrema, que afecta especialmente a la población rural del país.
Esta fue la principal conclusión del reciente encuentro denominado ‘Estrategias de mercado para la inclusión social’, realizado por Semana Sostenible, la Agencia Nacional para la Superación de la Pobreza Extrema (Anspe) y la Cooperación Alemana (GIZ).
Expertos nacionales e internacionales se reunieron para proponer soluciones para enfrentar la pobreza extrema en Colombia, que según cifras de la Anspe afectan al 8,4 por ciento de la población en Colombia.
La directora de Ashoka Globalizer, Nadime Freeman, señaló que este tipo de foros deben concluir con propuestas “para dilucidar la forma de escalar el impacto de las ideas para la inclusión social y económica”.
El director de la Fundación Bavaria, Diego Molano, explicó en su intervención que para promover el emprendimiento social en el contexto colombiano “el país debe crear y promover políticas públicas que articulen a los pequeños emprendedores tanto con el Estado como con el grueso del sector privado”.
Emprendimiento
Durante el foro, varios emprendedores compartieron sus experiencias exitosas como Albina Ruiz, fundadora de Ciudad Saludable y emprendedora social de Ashoka, quien contó cómo su fundación transformó recicladores informales en empresarios productivos.
“La clave es entender que en realidad debemos tener ideas productivas y no se trata sólo de pedir financiamiento, sino que hay que generar rentabilidad”, señaló.
Por otra parte Jackeline Moreno, fundadora de Laudes Infantis, implementó los bancos de trueque para mejorar la calidad de vida de comunidades marginadas a las afueras de Bogotá y fue enfática al indicar que “el primer paso para combatir la pobreza extrema es cambiar el letrero”.
Cabe recordar que hace pocos días se realizó la Cuarta Feria de Empleo y Emprendimiento, en la que la administración de Chía se comprometió a ser parte de la estrategia Zonas Libres de Pobreza Extrema (Zolip).
Esta Feria se llevó a cabo en su momento en la Concha Acústica de Chía y fue liderada por la Secretaría de Desarrollo Económico, el SENA y aliados privados. Todo con el objetivo de propiciar espacios a los habitantes del municipio.
La intención fue la oportunidad de conocer y acceder a las diferentes ofertas laborales ofrecidas por las empresas invitadas, así como al portafolio de capacitación y empleo del SENA.
Beneficios
Estas iniciativas se suman a la oferta que Chía tiene junto con los empresarios y las entidades del orden nacional como el SENA y el Departamento para la Prosperidad Social–DPS, facilitadas por la Anspe, y a la cual acceden de manera especial hogares en condición de pobreza extrema residentes en el municipio.
Por ejemplo, Ana Galindo es beneficiaria del programa para la Generación de Ingresos y Empleabilidad “TU-Trabajemos Unidos” del DPS, por medio de éste recibió capacitación y apoyo para sus huertas caseras.
Y es que en el evento participaron la Asociación de Empresarios de la Sabana y sus empresas asociadas como: Andrés, Carne de Res; Alquería, Nikolucas, Texmodas y embotelladora Capri, así como Kamex Internacional S.A., Dulcinea, El Corral, Orus Seguridad, Finandina, Listos, Adeco Colombia S.A., Activos Cajicá, Grupo Empresarial Contacto, Acción Plus, Elegidos, Eficacia, Grupo Coltempora S.A., Redes Humanas S.A., Servigestión Empresarial, Sero y Afam.
Justamente la Anspe participó recientemente en la primera edición del Foro Latinoamericano de Inversión de Impacto FLII, encuentro que pretendió facilitar el intercambio y la articulación de los distintos actores relacionados con la inversión de impacto y el emprendimiento social y ambiental en Colombia.
El foro contó con la participación de 300 actores del ecosistema de inversión de impacto en el país, convirtiéndose en un escenario en el que se comparten experiencias sobre las tendencias, casos de éxito y oportunidades en Colombia.
Margarita Barraquer, Secretaria General de la Anspe, resaltó cómo la inversión de impacto en innovación y emprendimiento social, posibilitan la generación de estrategias de desarrollo y de superación de la pobreza extrema.
“Cerca de 250 mil familias han superado la pobreza extrema y han entrado hacia la senda de la prosperidad. Esto solo ha sido posible gracias al papel del sector privado que desde sus iniciativas de responsabilidad social y filantropía, y gracias a la creación de estos fondos de inversión de impacto, ha generado impactos muy importantes en este proceso”, aseguró Barraquer.
También se refirió al Centro de Innovación Social de la Anspe como un espacio de creación de ideas alternativas y creativas que aportan a la superación de la pobreza extrema en el país.
“El Gobierno reconoce a la innovación social como estrategia de desarrollo y como vía para superar la pobreza extrema”, agregó.
Igualmente presentó la experiencia en La Guajira, donde gracias a los pilotos innovadores y tecnológicos en tratamiento y potabilización de agua, se han generado soluciones que mejoran la calidad de vida de las comunidades más vulnerables de la región.