Minjusticia desmiente efectividad de la fumigación aérea antidroga | El Nuevo Siglo
Jueves, 3 de Marzo de 2016

El viceministro de Política Criminal, Carlos Medina, afirmó que la estrategia de aspersión aérea con glifosato no entregó los resultados deseados, generó grandes costos para el Estado y desgastó la política de drogas.

 

“La aspersión no tuvo el impacto deseado. Afectaba cosechas y era una forma brusca del Estado para entrar en contacto con los eslabones más bajos de la cadena del narcotráfico. Y si a eso le sumamos los debates de afectación a la salud que se generaron -inclusive internacionalmente-, podemos llegar a la conclusión de que no necesariamente era la estrategia ideal a utilizar”, señaló el alto funcionario.

 

Las declaraciones de Medina contradicen el último informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), en el que se aseguraba que la suspensión de las fumigaciones con glifosato podría ser un factor que ha contribuido al aumento de cultivo de coca en Colombia.

 

Según la JIFE, en Colombia hubo un aumento del 44 por ciento en el número de hectáreas sembradas de coca, pasando de 48.000 en 2013 a 69.000 en 2014.

 

Medina manifestó que la estrategia generó un costo político y económico “altísimo” para el país y para su relación con los ciudadanos, y produjo un desgaste innecesario en la propia institucionalidad, al tiempo que dejó centenares de demandas.

 

Según Medina, esta era solo una de las estrategias que se empleaba para combatir al narcotráfico, pero claramente no iba a ser una medida de punto final. Por eso hoy se continuará la lucha en otros frentes.

 

El representante de la cartera de Justicia agregó que luego de dejar atrás las aspersiones, el Estado avanza hacia una intervención distinta, basada en los Derechos Humanos y el individuo. “Hoy tenemos otro escenario de cara al futuro, pues estamos hablando de cosas que no se podían mencionar hace más de una década: de cambiar las políticas y los enfoques. Estamos yendo hacia nuevos contextos, en los que la aplicación de medidas como esta están quedando rezagadas”, mencionó.

 

Medina recalcó que una nueva política de drogas no será sinónimo de bajar la guardia, sino de emprender acciones más eficaces. “Estamos apuntándole a una intervención fuerte contra las estructuras criminales y no hemos suavizado la respuesta, pues queremos concentrar la capacidad limitada que tiene el Estado para golpearlas en donde más podamos debilitarlas”.