En desarrollo de un esfuerzo operacional binacional adelantado por las Fuerzas Militares, a través de las unidades de la Fuerza de Tarea Conjunta Hércules, en las últimas fue entregado a las autoridades colombianas el principal cabecilla de la estructura Urías Rondón del Bloque Occidental Jacobo Arenas, conocido con el alias de Wilmer o Mono.
La detención, de quien también es conocido por su historial de homicidios, extorsiones y actos de terrorismo, tuvo lugar en el sector de Tulcán en el país de Ecuador, área cercana a la frontera de ambos países.
Es de anotar que, este sujeto, el año pasado habría cometido diferentes asesinatos colectivos, homicidios de menores, detonaciones de artefactos explosivos sobre la vía nacional que conduce de la ciudad de Pasto hacia el municipio de Tumaco, Nariño, múltiples asesinatos a miembros de la Policía Nacional, como también acciones terroristas contra vehículos de esta misma institución y del Ejército Nacional.
Alias Wilmer o Mono poseía un gran recorrido por las estructuras criminales, obteniendo cargos tales como: cabecilla de subcomisión, segundo cabecilla de comisión, cabecilla principal de la Estructura Alan Rodríguez y actualmente era el cabecilla principal de la estructura Urías Rondón.
También se le acusa de realizar extorsiones a comerciantes en la ruta binacional y de estar involucrado en el tráfico ilegal de flora y fauna, contribuyendo a las finanzas delictivas de su grupo criminal.
Este cabecilla, quien también es conocido por sembrar inestabilidad en la región, fue detenido y entregado a las autoridades colombianas en el Puente Internacional Rumichaca en Ipiales, Nariño y ahora se encuentra en proceso de judicialización por la Fiscalía General de la Nación.
Esta acción conjunta representa un importante golpe contra las actividades ilícitas, particularmente el narcotráfico, que afectan la seguridad en la frontera entre ambos países, debilitando los mecanismos de financiamiento de las economías ilícitas para esta estructura criminal, a través de las actividades derivadas de toda la explotación ilícita de hidrocarburos y del narcotráfico, principalmente en los municipios de Tumaco y Barbacoas, Nariño.
Las Fuerzas Militares de Colombia y las Fuerzas Armadas Ecuatorianas continuaran desarrollando operaciones binacional sobre la franja fronteriza, con el objetivo principal de proteger a las poblaciones más afectadas por estos flagelos de criminalidad, incrementando esfuerzos para combatir de manera más efectiva el narcotráfico y otras manifestaciones del crimen organizado en la región.