Aumentan los ataques de ‘razas peligrosas’ mientras hay un déficit de controles | El Nuevo Siglo
EN BOGOTÁ se reportan entre dos y tres ataques de perros al día. /AFP
Domingo, 3 de Noviembre de 2024
Redacción Política

LOS ATAQUES de perros de raza potencialmente peligrosos en Colombia siguen en cifras alarmantes y con una escalada ante el auge de la tenencia de mascotas. Según datos oficiales del DANE, el 60% de los hogares en Colombia cuentan en su núcleo con por lo menos un perro, siendo Bogotá y Cali las ciudades que lideran el ranking con 25% y 18% respectivamente, de la totalidad en el país.

 

Casos como el ocurrido en el barrio Pisarreal en Cúcuta, donde una infante de 14 meses fue atacada por un perro de raza pitbull; o en Dosquebradas, Risaralda, cuando una mujer que transitaba por la calle fue víctima del ataque de un Bul Terrier, se reportan con más frecuencia. Además, este tipo de situaciones no solo se presentan en humanos, pues según informes de centros de atención también ha habido una tendencia al alza significativa de ataques de fauna doméstica a fauna silvestre.

Para el caso bogotano, diariamente se reportan entre dos y tres ataques de caninos por hora, y un aproximado anual de 16.000 agresiones, según la defensoría del pueblo y la secretaría de salud. 25% de estos serían infantes entre los 5 y 12 años y un 20% se encontraría entre los 18 y los 25.

Las razas potencialmente peligrosas, o ‘animales de manejo especial’ como se denominan en el marco normativo de la Ley 746 de 2002 y la Ley 1801 de 2016 son monitoreadas a través de las Secretarías Distritales de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA), además de las diferentes secretarías de salud y la defensoría del pueblo.

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PERROS

EL NUEVO SIGLO en diálogo con el IDPYBA de Bogotá informó que son múltiples los registros y permisos con los que debe contar un ciudadano para la posesión de una raza de esta denominación. Según el ente, “el tenedor de un canino de manejo especial debe contar con póliza de responsabilidad civil extracontractual, estar registrado y portar el permiso de tenencia, carné de vacunas, certificado de salud”. Además, hace énfasis en el porte de traílla, o correa, y bozal mientras se encuentre en zonas públicas.

Dentro del marco normativo, los caninos que se señalan de manejo especial son los American Staffordshire Terrier, Bullmastiff, Dóberman, Dogo Argentino, Dogo de Burdeos, Fila Brasileiro, Mastín Napolitano, Pit Bull Terrier, American Pit Bull Terrier, De presa canario, Rottweiler, Staffordshire Terrier y el Tosa Japonés.

Para el IDPYBA, los tenedores de este tipo de razas, además de los permisos otorgados por la Administración distrital, deben garantizar condiciones de bienestar necesarias para el animal. En el caso de su circulación “los menores de edad, personas en estado de embriaguez, bajo el influjo de sustancias psicoactivas o que presenten limitaciones físicas y/o mentales no pueden tener estos animales en vías públicas, lugares abiertos al público y en las zonas comunes de edificios o conjuntos residenciales”.

Múltiples expertos también destacan que, a pesar del seguimiento de las medidas, es clave el entorno y la crianza a la que haya sido sometida la mascota. En este sentido, animales en entornos expuestos a situaciones de peligro, condiciones de desnutrición o molestias físicas, tienden a ser más proclive a un ataque.

En el caso del incumplimiento de alguna de estas normativas, el poseedor del animal se expone principalmente a sanciones de carácter económico entre 5 salarios mínimo por el no uso de traílla; 10 por el no porte de bozal; 15 al no poseer el permiso de tenencia, pero solamente 2 en caso de ataque, además de el cubrimiento total de los daños causados a la víctima. No obstante, dependiendo la gravedad de los hechos, o la reincidencia, la mascota será decomisada por las autoridades y podría ser sacrificada.

Además, “los caninos de manejo especial en situación de calle son priorizados desde todos los programas del IDPYBA, buscando realizar procesos de esterilización de forma prioritaria y atendiéndolos desde todas las áreas”.

Asimismo, el ente también específico que la comercialización de animales, especialmente de estas razas, está prohibida, y la única manera en la que puede presentarse un cambio de dueños es a través de la cesión de derecho de propiedad “debe estar registrada ante las Alcaldías Locales de Bogotá cuando estén en esta ciudad, y en caso de cambio de distrito, municipio o localidad del ejemplar, se deberá inscribir nuevamente donde se ubique su nuevo lugar de permanencia.

Medidas a nivel global

Tal cual sucede en Colombia con las esterilizaciones y la aplicación de la eutanasia al animal, en caso de reincidencia en un ataque o por representar un peligro para su tenedor o el entorno en el que convive, múltiples autoridades internacionales también se encuentran aplicando medidas para mitigar este problema.

En Chile, varias municipalidades pidieron al Ministerio de Salud el sacrificio de por lo menos 4.500 animales en estado de calle que habían proliferado un problema de salud y seguridad para locales y turistas. Una situación similar se presentó en Italia tras el ataque de dos caninos a una infante de 15 meses. Allí se reportan más de 70.000 ataques por año y las autoridades han solicitado regulación para el control de tenencia de caninos, además de caracterizar a los animales potencialmente peligrosos o de manejo especial, pues desde 2009 no existe una lista oficial.