Debido al incremento de casos covid-19 y la alta ocupación de camas UCI, el Distrito ha tomado algunas restricciones con el fin de mitigar el esparcimiento del virus.
No obstante, las medidas no han sido bien recibidas, sobre todo por aquellos sectores económicos que se han visto fuertemente afectados por la crisis económica, a tal punto que se han visto en la necesidad de reducir su personal o incluso, cerrar definitivamente sus negocios.
Tal es el caso de los propietarios y trabajadores de almacenes de autopartes, quienes junto a otros gremios, como los cheff, se manifestaron contra estas medidas y pidieron al Distrito una mesa para dialogar y revisar su situación.
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Inicialmente, los representantes de almacenes de autopartes, mecánicos y trabajadores de locales de reparación de muebles, del sector del 7 de Agosto de Bogotá, se manifestaron contra las medidas que han sido tomadas por el Distrito, para superar el tercer pico de la pandemia.
Los representantes de almacenes de autopartes, mecánicos y trabajadores de locales de reparación de muebles, del sector del 7 de Agosto de Bogotá, hicieron un plantón en la esquina de la 28A con 65, donde pidieron a la alcaldesa Claudia López, que revise las medidas que se están decretando.
"Nosotros no estamos pidiendo que nos regale un mercadito o que nos ayude con medio salario mínimo, queremos es que nos dejen trabajar y que se entienda que a pesar de la pandemia, hemos tenido que seguir pagando arriendo, empleados, servicios, impuestos y ya no damos más", dijo Gladis Morales, propietaria de un establecimiento en el sector.
"Ante los fluctuantes cambios por el tercer pico del Covid 19, y las nuevas medidas implementadas por el Gobierno Nacional, desde la Asociación Colombiana de Chefs manifestamos nuestra preocupación por la indiferencia que ha tenido el sector de la gastronomía nacional en todos sus niveles", indicó este sector.
Según destaca este gremio, al cierre del año 2020, más de 22.000 establecimientos dedicados al procesamiento de alimentos finalizaron sus actividades y como consecuencia de esto, se perdieron más de 320.000 empleos directos. Aunque se cambió a domicilios, no tuvieron el alcance necesario para cubrir los gastos de operación.