El colapso del puente ‘El Mosquito’ en la zona rural de Ayapel (Córdoba) deja incomunicadas a cerca de 250 mil personas. La estructura, vital para la conectividad terrestre de varias comunidades, sucumbió ante la fuerza del río Cauca, agravando la situación de las poblaciones ya afectadas por inundaciones.
El puente, de aproximadamente 50 metros de longitud, se erigía sobre el Caño San Matías, sirviendo como la principal vía de comunicación para los habitantes de corregimientos y veredas que dependen de esta ruta para movilizarse hacia las cabeceras municipales y otros municipios de Córdoba y Sucre. "Esa es la única infraestructura que estaba construida a lo largo del Caño San Matías que cubre los límites entre ‘Cecilia’, hasta ‘Nuevo Mundo’, una extensa región con más de 10 poblaciones, entre corregimientos y veredas en jurisdicción de Ayapel", explicó Oswaldo Díaz Pupo, veedor de las obras en Cara de Gato.
Las comunidades afectadas incluyen Barcelona, Los Negritos, Sincelejito, Barandilla, El Totumo, Boca La Sal, Corea, Tiesto, Caracolí, Guayabal y Caño Muñoz, entre otras. Sin este puente, las alternativas de transporte se reducen drásticamente, especialmente por vías fluviales que también enfrentan obstáculos debido a las fuertes corrientes y terrenos anegados.
La situación en Ayapel se ha visto exacerbada por la ruptura en el sector de Cara de Gato, donde el ingreso de las aguas ha dejado más de 60 mil personas damnificadas. “No hemos recibido ni una bolsa de agua”, lamentó Díaz Pupo, denunciando la falta de asistencia de las autoridades a nivel municipal, departamental y nacional. La pérdida de cultivos y la necesidad de evacuar animales ante el avance del agua han puesto en una situación crítica a los habitantes de la región.
El gobernador de Córdoba, Erasmo Zuleta Bechara, hizo un llamado urgente al Gobierno Nacional para que intervenga en esta emergencia. “La situación de Ayapel se agrava. Necesitamos del apoyo y el acompañamiento del gobierno nacional para atender la crisis que hoy afecta miles de familias campesinas de la zona baja de Ayapel”, señaló Zuleta, destacando la necesidad de la participación de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres.
Además de la situación en Ayapel, el municipio de Lorica en el bajo Sinú también enfrenta severas inundaciones debido al desbordamiento de arroyos y caños. La administración local ha iniciado acciones para mitigar estos riesgos, incluyendo la aceleración del proceso contractual para la limpieza de canales y la conformación de un equipo permanente de gestión de desastres.
Mientras las autoridades evalúan los daños y planifican las medidas necesarias para restablecer la conectividad y brindar asistencia, los habitantes de Ayapel y sus corregimientos permanecen en espera de una respuesta efectiva que alivie su situación y evite un mayor aislamiento de la región.