En medio de creciente violencia en el Cauca, la disidencia de las FARC conocida como Estado Mayor Central (EMC) salió al paso de las acusaciones del ministro de Defensa, Iván Velásquez, negando su participación en la masacre ocurrida el pasado 22 de diciembre en Santander de Quilichao. Este domingo, a través de sus canales oficiales, el EMC declaró: "Las FARC no tenemos ninguna responsabilidad, el ministro debe respetar los acuerdos y verificar los hechos".
Sr. @mindefensa respete los acuerdos, no de declaraciones sin fundamento.
— Fuerzas Armadas Revolucionarias De Colombia (@FARCEP_) December 24, 2023
Es el MVMV que ud. se negó a instalar por varios meses, el que debe hacer la verificación sobre los hechos en Stder de Quilichao.
Las @FARCEP_ no tenemos ninguna responsabilidad.
Síguenos @comdialogo_farc
El ministro Velásquez señaló al EMC como presunto responsable de la masacre, basándose en antecedentes y evaluación de los hechos. Sin embargo, el grupo insurgente contradice estas afirmaciones, instando al Gobierno a respetar los acuerdos y a la instalación del MVMV para la verificación de los hechos en Santander de Quilichao.
La masacre en Santander de Quilichao se enmarca en una escalada de violencia en el Cauca durante diciembre, con 15 personas asesinadas en total. Organizaciones como Indepaz reportan 14 homicidios en 10 municipios, sumándose al asesinato del líder indígena Eliécer Puyo Chocué. La masacre se registra como la número 93 de 2023, según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz.
Ante la ola de violencia, el presidente Gustavo Petro ordenó una ofensiva de protección a la ciudadanía, reforzando la presencia de la Policía y el Ejército, así como intensificando la inteligencia militar. Municipios como Santander de Quilichao se encuentran militarizados en vísperas de Navidad.
Algunos senadores como Humberto de la Calle expresando indignación y llamados a detener la violencia. La crisis se profundiza en la mesa de negociaciones entre el Gobierno y las disidencias de Mordisco, al culparse mutuamente por la masacre.
En medio de la disputa, el ELN rechaza las acusaciones y afirma que la mayoría de los ataques han sido de índole paramilitar. Además, ratifican la prórroga del cese al fuego. La contradicción entre los grupos armados complica aún más la situación y plantea desafíos para la estabilidad en la región.