A PROPÓSITO de la cumbre COP16 de Biodiversidad que se va a realizar en Colombia del 21 de octubre al 2 de noviembre, en una de las sedes finalistas que son Bogotá y Cali, uno de los temas más importantes sin duda es cómo va la protección de los animales en vía de extinción.

Como se sabe, esta es la 16a edición de la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica. La COP16 también es la COP del Convenio de Diversidad Biológica (CBD), que se celebra cada dos años. Es una de las principales instancias internacionales para la toma de decisiones políticas sobre la crisis de pérdida de biodiversidad en el mundo y reunirá a representantes de más de 190 países, además de organizaciones y grupos civiles.

De acuerdo con la WWF, la organización internacional líder en conservación ambiental, Colombia es considerada potencia hídrica mundial con seis nevados y más de 48.000 humedales, además del segundo país más biodiverso del mundo.

Como se mencionó anteriormente, uno de los principales temas de esta cumbre girará en torno a la protección de animales en vía de extinción. Entre ellos, una de las especies que más preocupa no solo por tratarse de un símbolo nacional, sino por las recientes cifras es el Cóndor Andino.

Según la clasificación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), su estado actual es Casi amenazado o Vulnerable, pero en Colombia está clasificado En peligro crítico. En el último censo nacional de cóndores realizado en febrero del año 2021, se registraron 63 cóndores en el país, una aparente reducción de la especie. Además, se identificó mayor cantidad de machos, lo cual puede afectar su reproducción.

María Alejandra Parrado Vargas, bióloga investigadora de la Fundación Neotropical y magíster en biología, explicó que esto no quiere decir que solo haya 63 individuos en el país.

“Según estimaciones matemáticas que realizamos a partir de la información recopilada en el censo, estimamos una población que va entre 142 y aproximadamente 220 individuos incluyendo los reintroducidos”, sostuvo.

A su turno, Ángela Navas, profesora del programa de Biología de la Universidad Central, señaló que este censo se hizo en 84 puntos del país con 207 voluntarios que lo realizaron.

“Encontraron mayor número de individuos adultos que de juveniles, lo cual también sugiere que tal vez la reproducción no está siendo tan común en los individuos de esta especie. Se estima que en las últimas décadas el número de cóndores ha disminuido en un 80% para los datos más recientes. Esto se planteó en el encuentro nacional e internacional del cóndor andino que se realizó el año pasado en San Gil, organizado por la Corporación Autónoma Regional de Santander y la Red Nacional de Conservación del Cóndor Andino. Allí participaron representantes de los países en los que se encuentra esta especie que son Colombia, Brasil, Estados Unidos, Ecuador, Perú y Bolivia y una de las propuestas que surgió de este encuentro es realizar un censo internacional para saber cuál es el estado real de la especie, no solo en Colombia, sino en todo su rango de distribución”, indicó.

Con base en lo anterior, Paola Pulido, profesora de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad del Rosario, advirtió que a la fecha no se han hecho estudios rigurosos para evaluar el estado actual de conservación de la especie.

“En Colombia, a finales de los años 80, los escasos registros que teníamos de la especie sugerían que sus poblaciones se encontraban muy reducidas en número y su distribución se restringía a los dos extremos de rango geográfico original que eran sur de Nariño, límites con Ecuador y Sierra Nevada Santa Marta. Se llevó a cabo un programa de reintroducción en su momento, se liberaron un poco más de 60 individuos en aproximadamente 8 núcleos de repoblación con el fin de restablecer las poblaciones de la especie en áreas donde habían sido extirpadas, pero a la fecha se desconoce el éxito de las reintroducciones realizadas”, afirmó.

Asimismo, Luis Guzmán, docente investigador del Departamento de Derecho del Medio Ambiente de la Universidad Externado, enfatizó que desde hace unos años se ha venido poniendo la alerta por parte de la comunidad científica especializada de los peligros antrópicos que tiene esta especie.

“El Ministerio de Ambiente en apoyo con el Instituto Alexander von Humboldt suscribieron hace unos años un convenio para establecer ese diagnóstico y determinar una hoja de ruta para fijar unas metas de conservación, además de garantizar la supervivencia de esta especie”, sostuvo.

¿Qué está pasando con el programa de conservación?

Un programa de conservación es una herramienta de toma de decisiones que permite dirigir las acciones de conservación y los recursos financieros para la conservación de ecosistemas y/o especies, en este caso del cóndor andino.

En Colombia entre el año 2006 y 2016 hubo un Programa Nacional para la Conservación del Cóndor a través del cual se hizo un diagnóstico de cómo se encontraba la especie y se trabajó en distintas líneas estratégicas como evaluación y manejo de las poblaciones naturales, evaluación y seguimiento del proceso de repoblación, educación ambiental alrededor del cóndor, cómo interactúa con las comunidades humanas, manejo y reproducción en cautiverio.

A su turno, la bióloga María Alejandra Parrado advirtió que el Programa de Conservación está desactualizado desde el 2016 y poco se ha podido hacer para seguir trabajando en pro de la especie.

“El Plan de Conservación tenía una vigencia que iba del 2006 al 2016 en el que se adelantaron varias acciones de investigación. Sin embargo, con Fundación Neotropical, organizaciones privadas e incluso algunas auditorías ambientales; hemos venido estructurando una base de Programa de Conservación para presentar ante el Ministerio, esto con la finalidad que pronto se haga la actualización del mismo y que la definición de rubros financieros, así como responsables y demás, se vea facilitada por el mismo”, explicó.

Amenazas

En un artículo científico de la Fundación Neotropical, publicado en el año 2023 y realizado junto con expertos de Ecuador, identificaron que las principales amenazas para la especie en ambos países estaban relacionadas con envenenamiento directo o indirecto.

“El envenenamiento es directo cuando la comunidad humana como parte de persecución decide envenenar a un cóndor porque de vez en cuando y con animales que estén indefensos, viejos o enfermos, se come a algún animal de ganado vivo y toman la decisión de envenenarlos. El control de perros ferales y de otros depredadores puede generar envenenamiento indirecto haciendo que la población se reduzca, situación que puede ser preocupante sobre todo en un país como Colombia donde tenemos muy pocos individuos”, explicó Parrado.

Otras de las principales amenazas corresponden a fragmentación, pérdida de hábitat, colisiones con líneas eléctricas, actividad humana y servicios ecosistémicos.

Por último, los expertos coincidieron en que se requiere la actualización del Plan Nacional de Conservación del Cóndor Andino, recursos financieros que fomenten la investigación para conocer el estado de conservación actual de la especie, protección de su hábitat, reducir la tala excesiva, el pastoreo excesivo, evitar el uso de pesticidas, educación ambiental y un compromiso general por parte de entidades públicas y privadas.

10 especies emblemáticas más amenazadas

En Colombia, 1.302 especies están catalogadas en amenaza, 182 en peligro crítico, es decir, que se encuentran en un riesgo de extinción extremadamente alto; 431 en peligro o riesgo muy alto; y 689 en vulnerable, en riesgo alto.

Estas especies corresponden al oso andino, cóndor andino, jaguar, caimán negro, flor de mayo, manatí del Caribe, delfín rosado, rana dorada, tortuga carey y tití cabeciblanco.